52 - La otra cara de papá

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Mami y papi habían decidido ir de visita a la casa de Shizun, ya que los pequeños no dejaban de insistir en que querían que Xie Lian les enseñara más cosas, por supuesto esto no era ningún problema para ellos ya que a la dama del viento le encantaba visitar a su mejor amigo y al señor del agua le interesaba intentar ajustar deudas.

Aunque eran mellizos, con el pasar de los meses la pequeña He Shuang comenzaba a superar en altura a su hermano, ella se sentía muy orgullosa de esto, pero aunque intentaba sacarle celos, al pequeño He Deming no le interesaba en absoluto, pensaba que ser pequeño era mucho mejor, ya que los adultos lo cargarían en brazos durante más tiempo, por lo que cuando llegaron a la cabaña de su Shizun no le resultó vergonzoso en absoluto estirar sus brazos para que lo cargaran como siempre.

Entre una relajada charla, tazas de té y caligrafía básica se pasaron un rato agradable, y habiendo escrito cada uno su nombre, los mellizos se dieron por satisfechos y reclamaron su siguiente objetivo.

—¿Podemos visitar a Gu Zi? — preguntó He Deming.

—También quiero ver al tío Qi Rong— dijo He Shuang.

—Yo los llevaré, ustedes pueden ponerse al día mientras tanto— dijo papá con una agradable sonrisa.

Ambos niños tomaron de la mano a su papá y caminaron animados hasta la casa de su amigo, la cual quedaba bastante cerca de allí, pero cuando tocaron la puerta se encontraron con un pequeño problema.

—Él todavía no llega, fue a la academia del pueblo, aunque ya debe estar por salir ¿Por qué no me acompañan a recogerlo? — dijo Qi Rong sin nada más entretenido que hacer.

—¿Qué es la academia? — preguntaron al mismo tiempo.

—Es un lugar al que vas a escuchar tonterías de gente que necesita sentirse importante— bromeó el tío.

—No le hagan caso, es un lugar en donde aprendes muchas cosas, como escribir, sumar, restar, historia y arte, las personas que quieren un buen trabajo cuando sean grandes van allí para aprender— explicó papá.

—Entonces es como cuando visitamos a Shizun— dijo He Deming.

—Es similar— explicó papá —Solo que no todos los niños tienen a alguien tan talentoso como su Shizun para que les enseñe de forma personalizada.

Qi Rong rodó los ojos cuando halagaron a su primo, aunque lo que decían era cierto, su primo tenía demasiadas reglas, y una moral muy estricta como para que él mismo le pidiera educar a Gu Zi, de hecho, él no tenía intenciones de enviar al niño a la academia, pero fue él mismo quien insistió en ir.

Cuando llegaron las clases ya habían terminado y los niños volvían a casa, al ver al mayor, los mellizos corrieron a abrazarlo, preguntando insistentemente por la academia de la cual habían escuchado.

—Si quieren puedo mostrarles el lugar...— Gu Zi miró al padre de los niños buscando su aprobación.

He Xuan asintió y les indicó que los esperaría allí mismo, Qi Rong quería huir de allí, pero sería demasiado extraño entrar junto a los pequeños.

Los tres niños entraron al salón, había pequeñas mesas con papel y tinta sobre ellas, Gu Zi les mostró el lugar en donde él se sentaba y ellos quisieron sentarse también, pero pronto se sintieron interesados en otras cosas, había mapas, letras e imágenes en aquel lugar, su amigo les explicó fácilmente de qué se trataba, solo se detuvieron en el lugar en el que había cuatro retratos.

—Estos son los demonios más terribles, las cuatro calamidades, jeje... El primero es el el demonio de blanco sin cara, le gustaba hacer sufrir a la gente, las personas no lo saben pero él ya no está, nuestra familia se encargó de él.

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