-¿Qué haces aquí? -le pregunté al gigantesco lobo que no paraba de merodear por mi alrededor. Aunque, claro, si hablo con un lobo no me sorprende que no pueda responderme, pero aún así me entiende.
El lobo no me quitaba los ojos de encima. Se quedó en medio, entre mi territorio y yo. Dió unos pasos adelante, alejándome.
-Ya veo...pero no pienso volver. Apártate si me haces el favor.
El lobo ni se mueve. Me estaba cabreando más.
-¿Quieres que te tire un palo y vas detrás de él, o tengo que hacer otra cosa para que te apartes?
Evans me gruñe enfadado. Me enseña sus dientes y se coloca para moverse, como si fuera a saltar. Yo sonrió por su desafío.
-¿Con qué prefieres otro juego? Pues tendrá que ser por las malas entonces -digo poniéndome de la misma forma.
Y comienza el combate. El lobo salta sobre mí y para evitar estar bajo sus patas salto a mi derecha y doy una voltereta.
Mi único as era evitar cualquier confrontamiento de cuerpo a cuerpo. Sin mis armas era como un trozo de carne para trocear. Aunque esa no era su intención, no estaba conforme con lo que en verdad quiere.
Me incorporo rápidamente y corro hacía el límite, pero no veo venir su cola que me lanza hacía atrás. Doy una voltereta de espaldas por el aire y freno mi caída de pie.
"El chico es muy testarudo" Mi agilidad y mi astucia estaban a su nivel. Sin embargo, no iba a rendirme tan fácilmente.
En el momento en el que Evans corría a por mí, me subo a un árbol trepando por las ramas. Eso obstaculizaría sus movimientos mientras que los míos permanecían intactos.
Y así fue. La forma de lobo de Evans le costaba ir a por mí, y si vuelve a su forma humana, estaría perdido ante mi rapidez.
Un quemazón en mis caderas me avisa de que algo malo estaba pasando. Aprovechando que tardaría en venir observo lo que me ocurre. Las insignificantes heridas que me había hecho por culpa de la ventana del sótano se habían vuelto más grandes y con ello perdía mucha sangre, manchando mis manos y la camiseta negra.
"No puede ser..." El dolor y la herida se hacían más grandes cada vez que ampliaba el movimiento. Bajé la enorme camiseta para evitar ver aquel líquido oscuro y seguir con mi escapatoria lo antes posible. Si seguía así no duraría mucho tiempo.
Unas sacudidas me alertaron de que el lobo gris estaba intentando tirar el árbol al suelo. Con su tamaño y su fuerza, lo conseguiría con tres golpes.
Salté a otro árbol en el momento que el árbol cedió a su peso. Eso provocó que gimiera por el dolor de mi cuerpo lastimado. Me agarré con fuerza a la rama pero Evans ya volvía a la carga.
Mi cabeza daba vueltas. El mareo era inaguantable, pero la adrenalina y las ganas de vencer movían mi cuerpo hacía los límites más extremos.
Trepé sobre otro árbol cuando el siguiente cayó. Estaba cerca de mi territorio. Sólo faltaban dos árboles más.
Si cruzaba ya no podría hacerme nada. La línea imaginaria marcaba la división y si cruzaba un gran castigo caería sobre él...o eso es lo que me contaron.
Mi cuerpo ya no resistía más. Al saltar en el otro árbol no pude sostenerme bien y caí de espaldas, directa al suelo. Intenté aferrarme a cualquier rama, pero las astillas se me clavaban en las manos y me obligaban a soltarlas.
¿Este era mi fin? La altura era demasiado alta para poder romperme un hueso, pero no calculaba si podía llegar a morir. Dejaría mi suerte en manos del destino.
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Cazadora vs Alfa
WerewolfNovela para +16. No, si ya me lo pintaban bien para ser verdad. Como regalo de mis decimonoveno cumpleaños y de que -por fin- saliera del bachiller con un aprobado raspado, me ofrecen ir a espiar las "intenciones" de una de las manadas más peligrosa...