Abrí los ojos rápidamente y me levanté alterada ¿Qué me había pasado? ¿Dónde estaba? Miré a mi alrededor por inercia y curiosidad.
Al parecer estaba en un hospital. Lo deduje por el aspecto de la habitación y su característico olor que te echaba para atrás. Ya por mi cara se ve que odio los hospitales.
¿Pero qué había pasado? Recuerdo lo del gato y que me caía desde lo alto del pino de un parque, pero mi caída había sido detenida por Evans...
¡Evans! Giré la cabeza y me relajé al no verle ahí, mejor, de que no hubiera nadie. Sin embargo, poco tiempo después, la puerta se abre y me pongo tensa al ver al Rey de Roma junto con un doctor (la bata blanca le delata).
-Al fin despiertas -dijo con seriedad y algo cortante, pero algo en su postura me decía que estaba aliviado- Espero que no se vuelva una costumbre tirarte desde los árboles.
Y de estar tensa me pongo furiosa.
-¡Cómo si me gustara tirarme a más de 20 metros todos los dí-! -Al intentar incorporarme un fuerte dolor recorre por mis costillas y mis extremidades. Me quejo y pongo toda mi furia en mis silenciosos insultos mientras me retuerzo. Evans se pone a mi lado y me mira preocupado, pero no dice nada.
-Tendría que estarse quieta -habló de repente el doctor por lo que tuve que prestarle atención- No ha recibido ningún golpe importante ya que no llegó a golpearse con el suelo. Sin embargo, sus costillas no aguantaron la presión del aire, por lo que están algo entumecidas y fracturadas al igual que sus piernas y brazos.
Miré mis piernas y ví una escayola en una de ellas.
-¿Y esto? -dije señalando con la cabeza a mi pierna derecha fortificada con yeso.
-En esa tiene un esguince y la inflamación ha sido tanto que había que tratarlo de inmediato.
Para ser un esguince lo pintaba como si me hubieran operado ¡Fenómeno! Ya tenía bastante con estar encerrada en este territorio que ahora me rompía todo el cuerpo y por hacer de una estúpida heroína de los gatos.
-¿Cuánto tiempo tendrá que estar así? -dijo Evans.
-Entre hoy y mañana. Ya luego puede recuperarse fuera, pero le tomará tiempo curarse el esguince -dijo el doctor con respeto- Si me disculpa Alfa, voy con otros pacientes.
-Adelante -dijo Evans cruzando la cama y sentándose en la silla al lado de la camilla. Ya nos encontrábamos solos en la habitación.
-¿Ya tenéis un hospital? -dije con los ojos bien abiertos. Tenía que quitar algo de tensión entre nosotros, pero era verdad que hasta un hospital esté construido si ya llevaban aquí un mes era impresionante... ¡Esto era brujería de la mala!
-Estamos en un pueblo de al lado... -dijo mirándome fijamente y con un semblante bien serio. De repente me acordé de su hermana.
-¿Dónde está Diane? ¿Se encuentra bien?
-La he dejado al cuidado de Dely y de alguno de mis hombres -se levanta de la silla y se pone a pocos centímetros de mi cara -¡¿Qué demonios pensabas al subir ahí?! ¿Sabes lo que podría haber pasado si no llegaba a cogerte?
-¡Sólo quería salvar al gato! -al parecer se estubo conteniendo para no gritarme delante del doctor- ¡Diane quería que lo ayudará y no podía decirle que no!
-¡Claro que podías!
-¡Además estoy bien y no ha pasado lo peor! Te agradezco que me cogieras y que me trajeras aquí, así que dejemos el asunto en paz y olvidémoslo -estaba harta de discutir con él todas las veces que nos veíamos. Le dí la espalda y me acurruqué con la sábana blanca, guardándome las molestias de mi cuerpo para mí.
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Cazadora vs Alfa
Hombres LoboNovela para +16. No, si ya me lo pintaban bien para ser verdad. Como regalo de mis decimonoveno cumpleaños y de que -por fin- saliera del bachiller con un aprobado raspado, me ofrecen ir a espiar las "intenciones" de una de las manadas más peligrosa...