Catty glance (Chaelisa)

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–Rosie quieres bañarte con nosotras en el jacusi, te relajarías y te ayudaría a quitarte el olor a hospital-propuso Jennie antes de bajarnos del auto, la pequeña se colgó de mi brazo esperando mi respuesta y realmente no estoy segura de lo que debería hacer, por un lado es cierto lo que dice Jen mientras que por otro solo quiero subir a mi habitación y hundirme entre el colchón y las mantas, descansar mi mente y mi cuerpo, olvidarme de todos los que alguna vez  me hicieron daño porque literalmente, ya no están en este mundo–te vendrá bien ¿verdad Joo?-la nombrada asintió con efusión mostrando su dulce sonrisa–Además podremos hablar un rato, hay cosas que me gustaría contarte-agregó encogiéndose de hombros, cuando me dispuse a responder fui interrumpoda por nuestra mayor.

–Si no quiere no le insistan más, recuerden lo que dijo el doctor de estar tranquila y evitar cualquier tipo de estrés-las regañó saliendo del vehículo y abriendo la puerta a mi lado para ayudarme, una vez afuera rodeó mi cintura con uno de sus brazos y sujetó mi mano con la suya.

–No te preocupes, yo iba a aceptar de todas formas, es cierto lo que dicen las chicas, será bueno para mi salud y además me servirá para despejar mi mente-contesté siendo guiada al interior de la mansión, es tan reconfortante regresar a casa, el olor, los objetos, incluso las emociones que se crean en tu interior cuando los ves, me dejó sentada en el sofá y se agachó frente a mi para estar a la misma altura que yo «podemos hablar nosotras dos a solas más tarde también, si quieres» sonrió de lado enviando corrientes eléctricas por todo mi cuerpo, solté un jadeo liberando a mis pulmones, asentí con las mejillas calientes antes de que se levantara y se dirigiera a la cocina–¿En... entonces cuándo vamos a tomar ese baño?-le pregunté a las niñas una vez se hubieron sentado a mi lado, Irene se recostó sobre mi regazo jugando con las puntas de mi cabello, la castaña se puso de pie abultando sus mejillas, adorable.

–Iré a prepararlo todo ahora mismo, pequeña tú busca las bebidas y llévalas abajo que yo vendré a buscar a Chaeng cuando esten listas las cosas-anunció antes de desaparecer en las escaleras siendo seguida por su hermana pero esta se fue en dirección contraria; diría que estuve esperando alrededor de diez minutos antes de que vinieran por mi, subimos al segundo piso y entramos a la habitación que da al jardín trasero y al bosque que se encuentra detrás de el, nos desicimos de la ropa y en cuestión de segundos ya estábamos en el agua tibia. El silencio se hizo presente pues hacía mucho tiempo que necesitábamos un momento así, de relajación, de olvidar todo lo que ocurre a nuestro alrededor, los horribles sucesos de estos últimos meses y el hecho de que Lisa podría salir un día y no regresar, me gusta ser positiva pero no soy tonta ni idealista, sé el riesgo que corre en ese trabajo y no me gusta para nada, no soportaría perderla ahora que por fin encontré a alguien que me hiciera sentir de esta forma, que me hiciera conocer el amor; ni sabría como explicarle a los niños el ¿por qué? de lo ocurrido–Rosie ¿te encuentras bien?¿por qué lloras?-toqué mi róstro dándome cuenta de las escurridizas gotas saladas que se escapaban de mis ojos, negué sorbiéndome la nariz y le aseguré que me encontraba bien, que era solo cansancio.

–Nini ¿qué era lo que nos querías contar? estamos esperando-comentó Joo con los ojos fijos en su contraria, reí por su curiosidad y la acerqué a mi besando su mejilla; es increíble como después de todo lo que han pasado aún conserven su inocencia, esa alegría y carácter fuerte que los caracteriza, que a pesar de como han vivido no pierden las esperanzas ni las ganas de ser felices.

–Tengo novia-anunció mirdiéndose luego el labio inferior, la felicitamos y brindamos por su relación llenándola de preguntas sobre la chica, como se conocieron, hace cuanto tiempo, como se lo pidieron entre otras muchas cosas–Empezemos por lo primero, se llama Kim Jisoo, tiene veintidós años y es fiscal del distrito, antes de que lo digas-me detuvo a mitad de mis intenciones levantándo una mano frente a mi rostro–era una alumna muy aventajada por lo que se graduó antes y el puesto había quedado libre recientemente por lo que se lo ofrecieron a ella-explicó–La conocí cuando fue a recoger a unos chicos del horfanato que van a mi escuela, si la vieras-sonrió ampliamente soltando después un sonoro suspiro descansó la mano sobre el pecho como si sujetara su corazón–es perfecta, es hermosa tanto por fuera como por dentro, su forma de pensar y de comportarse, sus manías y la delicadeza que la caracteriza, esos ojos chocolate hacen que me pierda en ellos, y sus labios, ¡oh!, sus labios en forma de corazón me dan tantas ganas de...-guardó silencio al darse cuenta de el tono que tomaba la conversación y de que había una niña presente, mas Irene se quedó espectante a que continuara con su relato–Quiero contárselo a mi hermana pero tengo miedo de su reacción, sabes como es ella respecto a que nos relacionemos con otras personas, que dicen que hay demaciadas personas malas y podrían tratar de hacernos daño, que podrían aprovecharse de nosotros y todas esas cosas.

–Pero también sé que lo dice por el bien de ustedes, y tú también estás conciente de eso, ella es humana aunque no lo demuestre con frecuencia, ella tiene miedo de que les ocurra algo y no poder evitarlo, son su única familia y teme perderlos-le recordé abrazándolas por los hombros, Irene rodeó mi cintura con sus brazos y Jennie apoyó su cabeza en mi hombro.

–Lo sé y tú entras dentro de esa familia, eres la primera extraña a la que le permitía entrar a esta casa después de lo que le pasó a nuestros padres, deberías haber visto su cara cuando te desmayaste, estaba tan desesperada que creí que sería la siguiente y tendríamos que cargar con ella también-soltó una pequeña risa siendo regañada por la menor algo como «tú estabas peor que ella, la verdad es que todos nos preocupamos por ti, no queríamos que te pasara nada»–Lo que te quiero decir es que será muy difícil que la acepte por más buena que sea, y realmente estoy enamorada de ella, pero también quiero a Lisa y no me gustaría disgustarla; ¿podrías ayudarme a convencerla para que le de una oportunidad? al menos para que la conosca y vea que lo nuestro va enserio.

–Claro que sí, para eso está la familia.