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Los dos días siguientes pasaron tan rápido que a penas pude asimilar lo que estaba ocurriendo. Primero apareció un enorme titular en todos los medios de difusión «Richard Kim, uno de los criminales más peligrosos, ha sido capturado esta tarde por la policía federal del distrito; hubo un fuerte intercambio de balas por parte de ambos bandos, pero al final del día la justicia salió ganando». Luego absolutamente todos los bienes y capital ilegal de los Manoban fue encautado y por último Lisa me dijo que podíamos volver a casa sin riesgo de ir a la cárcel o que alguno de sus antiguos socios nos matará; todo volvía a la normalidad, pero no sé sentía como tal.

–Es bueno verte Rosé, ya estás de nuevo en casa-Chaerin me envolvió con sus brazos en un abrazo maternal, dejé que la emoción recorriera mi cuerpo en pequeños espasmos y se alojara en mis ojos escapando de ellos en forma de lágrimas, lágrimas descontroladas y dolorosas, exactamente como ha sido mi vida en los últimos meses; una maldita cuerda floja de la que no conocía el final, y ahora que estoy en él, se encuentra demasiado alto para respirar con tranquilidad–Ya todo está bien Rosé, todo lo malo pasó-si ya todo lo malo pasó ¿por qué no lo siento así?¿por qué sigo teniendo esta presión en el pecho?¿por qué no me siento feliz? Asentí a sus palabras sin saber cómo explicar que no estoy de acuerdo con ellas.

–Los niños vendrán mañana, quiero esperar a que pase todo este revuelo primero-comentó Lis cuando nos separamos, le sonreí sin poder abrir los ojos por completo, ya comenzaron a hincharse, y presiento que así se encontrarán por un tiempo–¿Quieres ir a descansar cariño? Yo tengo algunas cosas que hacer todavía y tardaré un poco-contó con tranquilidad; intenté responder pero las palabras se quedaron atoradas en mi garganta por lo que solo asentí y subí las escaleras entrando después a mi habitación. Me acosté en la cama cubriéndome con una manta.

Las paredes comenzaron a dar vueltas a mi alrededor, mi cabeza pesa como si tuviera toneladas de metal dentro de ella. No logro pensar con claridad, montones de escenas, palabras, gestos y personas se aglomeraron en mi agotado cerebro creando algo así como un cortocircuito. Las fotos de la caja de madera hacían a mi mente doler, intentaba recordar los momentos en los que habían ocurrido, quería recordar lo que me hacía tan feliz, lo que me hacía sonreír como si no hubiese un mañana, quería saber por qué me sentía tan cómoda en los brazos de Richard, por qué lo abrazaba y sonreía a la cámara haciendo caras graciosas, quiero recordar cuando mi madre se veía tan enamorada, tan plena como nunca la había visto antes, pero solo lograba un gran vacío, una nostalgia que para mí no tiene ningún sentido.

Suspiré volviendo a llorar contra la almohada, estoy tan perdida en esta vida; tengo una nueva familia, tengo hermanos increíbles, tengo amigos que amo y que me aman, y tengo a Lisa, el amor de mi vida, la persona que quiero que esté a mi lado hasta el día de mi muerte; pero hay algo que me falta, mi pasado, prácticamente todo mi pasado se ha ido, lo único que queda son mis momentos más infelices, los que pasé encerrada en la casa Park sintiéndome sola, con las personas tratándome como loca y que terminaron perdiéndome en una maldita y estúpida apuesta que le costó la vida a todos. Me pregunto cómo habrá reaccionado Joy al conocer que su verdadero padre estaba cruzando la calle y no en la habitación de al lado, o Alice al conocer la verdad sobre mamá, que estaba enamorada de un mafioso y pensaba dejar a su padre por él.

«Me estás juzgando sin conocerme, no soy diferente a Manoban, solo que tu madre supo ver más allá de las apariencias, ver quién soy en realidad al igual que tú hiciste con Lalisa» las palabras de Kim seguían dando vueltas en mi cabeza desde que las pronunció, me siento mal por mi actitud hacia él, pero me siento aún peor sintiéndome mal por sentirme mal por mi actitud hacia él. No logro entender cómo mi madre se enamoró de alguien como Richard, pero seguro vió algún destello de luz en sus ojos como lo vi en Lisa, y estaría muy decepcionada de mi al saber lo que pienso de mi propio padre. Padre, se siente extraño llamar así a alguien que no sea Yang, pero supongo que ahora que conozco la verdad lo correcto es que llame así a Kim, aunque nunca tenga relación con él.

–Rosie, mi amor-mi pelinegra asomó la cabeza por la rendija de la puerta, fijé mi vista en ella haciendo mi mayor esfuerzo por mantenerme en mis cinco sentidos, o al menos en cuatro de ellos–Jisoo está en la sala, dice que necesita hablar de algo importante contigo-me dejó sola y con la poca energía que ha almacenado mi cuerpo me levanté llegando hasta la primera planta.

–Hola Soo, ¿qué ocurre?-saludé sin muchas ganas, en estos pocos días en los que nos hemos relacionado y la cantidad de veces que Jennie me ha hablado de ella he llegado a quererla un montón, pero hoy no estoy de ánimos para recibir visitas, mucho menos para interactuar con algún otro ser humano.

–Rosé, Richard ha solicitado hablar contigo, dice que será solo una visita, que le concedas verte aunque sea una última vez-el aire se atoró en mi garganta al escuchar la petición de Kim, por más que sus palabras me han estado atormentado desde que las dijo, estas no han cambiado mi forma de pensar, él sigue siendo un delincuente y lo quiero lo más lejos posible de mi y de mi vida. Cuando quise responder la mano de Lisa en mi cintura y su voz en mis oídos me detuvieron.

–Antes de que tomes una decisión, creo que hay algo importante que deberías saber.

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Catty glance (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora