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–Antes de que tomes una decisión, creo que hay algo importante que deberías saber-sus palabras me dejaron confusa ¿qué es eso tan importante que me haría cambiar mi forma de pensar hacia Richard?–Vamos a mi despacho, es mejor hablar a solas-se excusó con la fiscal y me guió hasta el lugar mencionado, nos sentamos en el sofá de su oficina y sujetó fuertemente mis manos entre las suyas–Sé que esto podrá parecerte confuso, así que comenzaré por el inicio de todo hace un par de días aproximadamente-la declaración bloqueó mi cerebro por completo, con cada frase que pronuncia el nudo en mi mente se hace aún mayor. Ladeé la cabeza frunciendo los labios en señal de disgusto, odio no entender las cosas y desde hace semanas que no tengo una maldita idea de lo que ocurre a mi alrededor–¿Recuerdas cuando desaparecí todo el día?-asentí recordando lo horrible que la había pasado durante esas horas sin saber si ella estaba viva o muerta, si le habían hecho daño o si la volvería a ver al final del día–Kim me llamó esa mañana diciendo que quería hablar conmigo y resolver las cosas de una vez por todas.

–Y tú fuiste ¿cierto?¡¿En algún puto momento te pusiste a pensar que podría ser una trampa?!-reclamé poniéndome de pie como un resorte, no puedo creer lo que hizo ¿no pensó en nosotros ni siquiera un segundo?–¡¿Qué hubiéramos hecho nosotros si te mataban?!¡Dime!-espeté empujándola contra el respaldo del asiento, las lágrimas corrieron con tanta facilidad que no parece que haya estado todo el día llorando, que en un punto se hubieron gastado.

–Tranquilízate y escúchame por favor-sujetó mis hombros intentando sentarme, me alejé de ella de un tirón y tomé asiento en el extremo más alejado. No tengo la energía suficiente para pelear–Sí lo pensé, lo único que hice fue pensar en ustedes, y por eso preferí ir aunque fuera una trampa porque él ya sabía dónde estábamos y era solo cuestión de tiempo para que encontrara a mis hermanos también-se corrió cerca de mi acariciando mis manos en puños para que las relajara–Así que fui y a pesar de todo pronóstico lo que me propuso fue un trato; dijo que se había dado cuenta de que realmente nos amamos-acunó mi mejilla haciéndome sonreir–consistía en que fingiríamos que lo logré capturar y así saldríamos de esta vida y él podría hacer por primera vez algo que te hiciera feliz-confesó soltando el aire de sus pulmones de una bocanada; me atrajo hacia ella rodeándome los hombros–Por favor dale una oportunidad, aunque sea para lo que dijo Richard, para verte una última vez, después de redimirse se lo merece-musitó peinándome el cabello con los dedos; asentí sin saber muy bien que decir.

Terminé aceptando la petición de Richard y se lo comuniqué a Jisoo. El resto de las horas del día pasaron muy rápido y el horario de visitas de la cárcel estaba a punto de comenzar; Lis me llevó en el auto y se quedó esperando en el estacionamiento, no pienso demorarme demasiado. Entré a la sala de visitas y me senté en una de las ventanillas, a los pocos minutos se aparecieron dos guardias escoltándolo, tomó asiento frente a mi y descolgó el telefonillo, lo miré esperando a que hablara.

–Creí que no vendrías, me alegra mucho que me hayas dado la oportunidad de verte-sonrió con los ojos cristalizados, una media sonrisa tiró de mi rostro; lo poco que he podido compartir con él ha sido siempre viéndolo como un hombre fuerte, enamorado pero frío, y me resulta extraño verlo tan frágil ahora.

–Gracias a ti por renunciar a tu libertad por mi papá-sus ojos se abrieron como platos cuando esa palabra salió de mi boca y no pudo contener las lágrimas. Apoyó su mano en el cristal y yo hice lo mismo poniendo la mía contra la suya.

–Pensé que no volvería a escucharte llamarme así, has hecho que esto valga la pena, que cada segundo de estos catorce años hayan valido la pena-dijo con la voz quebrada por la emoción, realmente me hubiera gustado que nos reencontráramos en otras cirncunstancias, o que mi madre hubiera podido huir con él y haber empezado esa familia que tanto deseaban, que Alice estuviera viva y nuestra relación fuera mucha más que de hermanas, que fuéramos amigas, que me apoyara y se alegrará por mi al hablarle de Lis, que hubiera conocido a una buena persona y ella también hubiera sido feliz. Daría todo para que las cosas fueran diferentes, pero el pasado solo se puede aceptar y esperar que no afecte demasiado el futuro.

–Te agradezco lo que hiciste de todo corazón, pero no puedo perdonar lo que hiciste. Al menos ya no te veré solo como mi secuestrador, sino como el hombre que me ayudó a ser feliz-concluí colgando el telefonillo y saliendo de la sala de visitas, una parte de mi corazón se quedó entre esas frías paredes, con la única familia consanguínea y mi único vínculo con el pasado, con quien fui y espero no volver a ser. Porque quiero ser mejor, quiero superar los traumas que me causaron los que nunca me amaron de verdad y disfrutar de la felicidad junto a mi chica y los niños, tener hijos con ella y contarles algún día nuestra historia.

Esa noche Dará trajo a los pequeños a casa que no podían estar más contentos de que todo volviera a la normalidad. Pasamos todo el tiempo que pudimos jugando y viendo películas hasta que llegó la hora de dormir, pues al otro día debían ir a la escuela. Me levanté temprano para ayudar a Chaerin a preparar el desayuno, pero una llamada de un número desconocido apereció en la pantalla de mi celular antes de salir de mi habitación, con algo de duda la descolgué y llevé el aparato a mi oreja.

–¿Sí?

–Buenas noches, la llamamos de la prisión estatal. Es usted el único contacto del señor Kim, así que creímos que debíamos avisarle de lo sucedido-una vos prácticamente robótica habló desde el otro lado de la pantalla.

–¿Qué ocurrió?

Lo sentimos mucho señorita Park, al recluso Richard Kim lo han asesinado esta madrugada, nuestro más sentido pésame.

Catty glance (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora