Carla
Cuando le dije a Jason que me callara, imaginé muchas formas de hacerlo, menos esta.
Jason rodeó mi cintura con sus manos atrayéndome hacía si y estampando sus labios contra los míos. Mi reacción inicial fue quedarme sin hacer nada debido a la sorpresa, luego intenté alejarlo y finalmente fui débil y cedí al beso. Su agarre no era duro, pero si seguro.
No era un beso suave o pausado, era un beso apasionado y podría decir que hasta con enojo, sabia a tabaco, cerveza y menta. Jason movía sus labios sobre los míos como si los reclamara como suyos, incluso sentí su lengua adentrarse en mi boca. No pude evitar soltar un gemido, mientras también dejaba que mi lengua se uniera a la fiesta.
Se supone que no me cae bien Jason, que es la última persona que querría besar, pero aquí estaba dejando que me besara y correspondiendo al beso con el mismo ímpetu. Incluso me puse de puntitas, rodee su cuello y enterré mis dedos en su cabello que por cierto era muy suave.
Mi pulso estaba acelerado, mis vellos erizados y mis bragas muy, muy mojadas, quería alejarlo pero no podía, estaba sintiendo muchas cosas con este beso y no solo su beso se sentía bien, sino también su cuerpo contra el mio. Era un beso embriagador y abrasivo.
Pero el sonido de su celular nos detuvo. Haciéndome despertar de mi nube de locura.
Mierda, mierda, mierda... Había besado al imbécil.
Lo escuché maldecir antes de contestar. Pude ver sus labios muy hinchados y rojos por nuestro beso.
—Espero que sea importante sanguijuela o si no te mataré. —dijo Jason a la persona tras el celular.
Al parecer si era importante porque frunció el ceño y dijo que ahora se reunía con la persona tras el celular, una tal sanguijuela ¿que clase de nombre es ese? De inmediato me di cuenta de lo que había pasado, había dejado que el imbécil me besara y para colmo me había gustado.
—Debo irme, luego hablamos, muñeca. —dejó un casto beso en mis labios antes de alejarse en grandes zancadas.
Mierda, mierda y recontra mierda, había dejado que Jason me besara, había correspondido a su beso y si su celular no hubiera sonado probablemente habíamos terminado incluso follando. Mis bragas húmedas lo confirmaban.
Salí de mi trance y caminé de vuelta a la cocina, ya había pasado mucho tiempo y había dejado a Mónica sola. Cuando llegué a la cocina no la encontré, seguro estaba con alguien, Mónica nunca estaba sola.
Mientras iba al refrigerador para buscar una lata de cerveza. No pude evitar pensar en el beso que me dio Jason, de pronto me pareció muy raro que se fuera así tan rápido justo luego de besarme.
¿Y si lo hizo para probarme?
Mierda ahora me sentía muy estúpida por haber dejado que el imbecil me besara. No soy de las que se dejan llevar así, de las que dejan que la besen, de las que le tiemblan las piernas con facilidad y justo hoy parece que mi cordura se fue de vacaciones.
Que tonta.
Ahora no sabía cómo iba a volver a mirar a la cara al imbecil, no quería ver su mirada de suficiencia, no quería que creyera que me tenía en sus manos. Él no me gustaba, solo había cedido al beso porque tenía meses sin estar con alguien, desde que dejé lo que sea que tenía con Anthony, no había vuelto a estar con nadie y no porque no tuviera pretendientes porque de hecho me sobraban, sin ganas de sonar egocéntrica. Pero no había aparecido nadie que llamara mi atención. Si bien era cierto que no me iban las relaciones, también tenía cuidado al hacer mis elecciones, los idiotas no eran lo mio.
Me senté en las sillas altas frente al mesón y bebí una cerveza, estaba perdida en mis cavilaciones, cuando alguien me sacó de mis pensamientos con un carraspeo.
—Estás aquí pero no estás aquí. —dijo alguien sentándose a mi lado. Era un chico alto, con una sonrisa de dientes perfectos. —¿Estás bien? —él hablaba un poco alto para que lo pudiera escuchar, ya que la música estaba alta.
—Si, solo pensaba un poco y me desconecté.
—Tranquila a mi también me pasa a veces, por cierto soy Damian.
—Yo soy, Carla.
—¿Que hace una chica tan hermosa tan sola?
—Pues no estaba sola, pero fui al baño y mi amiga me abandonó.
—Entiendo.
Damian era un chico muy simpático, empezamos a hablar un poco. Hablamos sobre lo que estudiábamos, nuestra edad, quien nos había invitado a la fiesta, al parecer Damian era amigo del que había organizado la fiesta.
Por un momento me olvidé de Jason. Y me reí mucho con las ocurrencias de Damian, intercambiamos números y dijimos que en algún momento debíamos salir y conocernos. Era guapo, elocuente e inteligente, justo mi tipo. Pero por alguna loca razón no podía sacarme de la cabeza el beso del idiota.
Después de un rato decidí mejor irme a casa, ya que Mónica no apareció y mucho menos Mason.
Damian me acompañó hasta mi auto, me abrió la puerta, me dijo que esperaba que nos siguiéramos viendo y luego yo conduje a casa con la cabeza hecha un lío.
¥Cuando llegué al apartamento Madison estaba durmiendo en el sofá con una de esas ridículas pijamas que ella amaba y la televisión encendida, siempre le decía a Madison que no me esperara y que se fuera a dormir, pero ella insistía en hacerlo. Igual era lindo que se preocupara por mi.
Me acerqué a ella y la sacudí para despertarla.
—Vamos, ve a tu cama.
—¿Estás bien?
—Si, ve a dormir.
Ella se acercó, me abrazó y luego se fue a su habitación. Yo mientras tomé un vaso con agua y luego fui a mi habitación, me duché, me puse mi pijama y me metí en la cama, pero no pude dormir. No podía dejar de pensar en el beso que me di con Jason y todo lo que me había hecho sentir. No podía volver a pasar, no podía convertirme en una más de su lista. Aunque no me gustan las relaciones serias, tampoco quiero ser una de sus chicas.
Ni siquiera entendía porque le estaba dedicando mi tiempo pensado en él.
Hola, nuevo capítulo 😁 estos se besaron ¿que les pareció?
Twitter: @marlingydalis
Instagram:@marlingfelipe
![](https://img.wattpad.com/cover/293605975-288-k837720.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi Lugar Seguro 🔞
RomanceCarla no cree en el amor. No después de ver como su padre engañaba a su madre, no después de ver como este dejaba a su madre por otra mujer sin si quiera darle una explicación. Ver a su mamá sumida en una depresión por la ruptura tan poco empatica l...