Mi Lugar Seguro 🔞

Capítulo Cuarenta Y Cuatro (Capítulo Final)

                             Jason

Yo nunca imaginé que un día el corazón me iba a latir de manera desenfrenada por escuchar a alguien decirme que me ama, y nunca imaginé estar enamorado hasta los huesos como lo estaba de Carla. Cuando me levanté esta mañana y decidí venir a la universidad lo hice creyendo que ella no me perdonaría y admito que esa idea me jodia mucho. Sin embargo estaba dispuesto a luchar por ganarme su perdón.

Pero aquí estoy en el estacionamiento de la universidad, con ella rodeando mi cintura con sus pies y con sus labios sobre los míos. No quiero dejar de besarla pero mis pulmones me exigen aire, así que separo mi boca de la suya y dejo pequeños besos en su nariz que la tienen riendo. Está tan hermosa como siempre, huele a vainilla y sentirla contra mi después de días sin tocarla o besarla, es un puto deleite.

—¿Podrías repetir eso que dijiste antes de que te besara?

—Te amo, te amo, te amo. Aunque tenemos una charla pendiente.
—asiento porque se que aun hay cosas que debemos hablar. Dejo un beso en su frente y luego ella presiona sus labios sobre los míos en un beso casto.

Cuando salimos de nuestra burbuja de reconciliación, nos damos cuenta que de hecho somos el centro de atención, hay algunas personas alrededor viéndonos como si vieran la película más interesante, algunos incluso nos graban. La emoción del momento nos hizo olvidar a ambos que se supone que no nos gustan las muestras de afecto en público. Carla mira alrededor y luego me mira a mi. Pero no me importa que hayan presenciado mi lado cursi, no cambiaría nada.

La pongo sobre sus pies y la tomo de la mano para irnos. Tenemos cosas de que hablar, así que conduciré a mi apartamento, haré algo de comer y luego hablaremos.

Mientras caminamos a mi auto, Carla ondea su mano saludando a todos los que nos miran como si fuéramos los protagonistas de una comedia romántica. Es obvio que ella disfruta ser el centro de atención. Yo sólo sonrío al verla sonreír mostrando los bonitos hoyuelos que se forman en sus pómulos. Tiene una sonrisa hermosa, todo en ella lo es.

Ya en mi auto conduzco a mi apartamento mientras Carla pone música en la radio, hoy parece no decidirse, así que en menos de cinco minutos ha puesto y quitado más de diez canciones.

Después de un rato se decide por una canción movida que no tengo idea quién la canta. Yo la miro de soslayo mientras conduzco con una mano en el volante y la otra entrelazada con la suya. Ella canta a todo pulmón.

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Después de comer algo, Carla toma mi mano y nos guía hacia el sofá, sé que quiere hablar sobre lo que pasó en el hospital. Así que cuando ambos estamos sentados uno al lado del otro, dejo que sea ella quien rompa el silencio.

—Sabes que si vamos a hacer esto.
—nos señala a ambos. —no debes volver a hacer lo que hiciste, o sea entiendo que el momento te superó, pero se supone que para eso también está la pareja. Para apoyarse en un mal momento, sé que un abrazo no iba a ayudar a que tu mamá mejorara pero podía hacerte sentir apoyado en ese momento donde te sentías tan mal. Promete que si vuelve a pasar algo que sea muy difícil para ti, no me vas a alejar, vas a apoyarte en mi. Yo prometo que me apoyaré en ti si pasa algo que me supere.

—Prometo no volver a alejarte, sé que hice mal, en el momento creí que lo mejor era alejarte porque con mamá en el hospital y en esas condiciones, pensé que no iba a tener tanto tiempo para pasar contigo y que no era justo que te retuviera, pero luego me di cuenta que fue una razón estúpida por que nadie más que tú podría entender por lo que estaba pasando.

Ella se acerca y acaricia el dorso de mi mano.

—Yo habría estado ahí para ti.

—Lo sé, solo lo entendí tarde.