Carla
El viernes cuando llegué a Los Angeles, era tarde pues había viajado luego de un día largo en la universidad. Así que al llegar a casa, solo cenamos juntos, hablamos de trivialidades, mamá me preguntó por la universidad, por Madison y hasta si tenía novio.
Fue una conversación convencional, no tocamos el tema sobre su situación porque a mí hermano y a mi nos pareció que ayer no era el momento, pues nos acababamos de ver luego de meses sin hacerlo.
Mamá estaba más delgada, tenía ojeras pronunciadas y las sonrisas ni por asomo le llegaban a los ojos, parecía desanimada y cansada. Se me partió el corazón al verla así, mi mamá antes de que pasara lo de papá era una mujer risueña, siempre tenía una enorme sonrisa y su optimismo a veces hasta resultaba molesto. Yo no quería perder las esperanzas de volver a verla florecer, si había alguien que merecía cosas bonitas era mi mamá y quería volver a verla sonreir de verdad, ser optimista y amándose tanto o más de lo que la amábamos mi hermano y yo.
Termino de cambiarme y salgo de mi habitación para bajar a desayunar. Cuando salgo mi hermano también va saliendo de su habitación y se acerca, deja un beso en mi frente, me pregunta como amanecí y le respondo que bien.
—Creo que ya no podemos posponerlo más, después de desayunar debemos hablar con ella.
—Lo sé, solo espero que funcione, no la veo bien y eso duele. —me atrae hacía él y me abraza.
—Sé que ella saldrá de esta, mamá es fuerte y con nuestra ayuda se que será más llevadero para ella o al menos eso espero.
Ambos bajamos las escaleras y un olor agradable invade mis fosas, puedo jurar que mamá está en la cocina preparando el desayuno. Amo la comida de mamá, es como si le impregnara todo su amor a lo que cocina y por eso le queda delicioso.
Cuando mi hermano y yo llegamos a la cocina unos waffles nos reciben, además de algunas frutas, huevos revueltos con tocino y jugo de naranja. Todo se ve genial y no se porque ver este desayuno me recuerda al desayuno que me hizo Jason la vez que me embriagué y él terminó haciéndose cargo de mi, además esa fue la primera vez que follamos.
No sé porque estoy recordando eso ahora, no es el momento ni el lugar y además no debería estar pensando en él. Así que alejo mis pensamientos de ahí y me acerco a mamá que está de espalda a nosotros lavando algunos sartenes sucios.
La abrazo por detrás sin que se lo espere y da un respingo. Se voltea con la mano en el pecho.
—Princesa, casi me matas del susto.
—Lo siento mami. —digo dejando un sonoro beso en su mejilla. —buenos día ¿Cómo amaneciste?
—Muy bien, amo tenerlos en casa.
—mamá me abraza y Carter se une también al abrazo.Debo decir que amo mucho aquí, los brazos de mamá y de mi hermano y la seguridad que ellos me hacen sentir. Sería perfecto que papá también estuviera aquí, pero él prefirió irse y hay que aprender a vivir con eso. Aunque duela.
Papá se portó horrible con mamá y eso me hizo darme cuenta de que el amor no es tan idílico como yo pensaba de niña, mamá nunca ha vuelto a ser la misma y es tan penoso que ella crea que no es suficiente solo porque la persona a la que le entregó su amor por años y la única que amó, la hizo sentir que no valía nada.
Después de unos minutos de estar abrazados, rompemos el abrazo y nos sentamos los tres a desayunar. Lo hacemos en un silencio cómodo. Saboreando el desayuno que hizo mamá.
Cuando terminamos de desayunar y ayudo a mamá a lavar los platos, entonces Carter y yo nos miramos, es hora de hablar con mamá y estoy demasiado nerviosa por el rumbo que pueda tomar la conversación. Sin embargo no podemos posponerlo más.
De pronto el silencio se apodera de la cocina y con el, un ambiente tenso se instala. Carter es quien rompe el silencio al fin.
—Tenemos que hablar contigo, mamá. —ella asiente, sabe que estamos preocupados y que necesitamos estar seguros de que estará bien antes de irnos.
Así que nos sentamos y empezamos esta conversación que no es para nada fácil.
—Iré al grano, no se lo que sientes mamá, yo jamás me he enamorado, sin embargo se que debe ser difícil que la persona que amas te lastime de la manera en la que lo hizo papá.
—unas lágrimas comienzan a deslizarse por sus mejillas y yo tomo su mano y le doy un apretón en señal de apoyo.«Y aunque no se que es estar enamorado, si se lo que es amar a alguien que se va apagando, que cree que no es suficiente y se culpa de algo que estaba fuera de sus manos. Eres grandiosa mamá, eres inteligente y eres hermosa, mereces cosas bonitas y ser feliz, pero todo empieza contigo, debes reencontrarte, quererte y dejar de culparte y creo que es demasiado obvio que necesitas ayuda, mamá, y no la ayuda que te podemos dar Carla, mi tía o yo, necesitas ayuda psicóloga.
Mamá comienza a sollozar y mi hermano y yo la envolvemos en un abrazo.
—Su papá fue mi único amor, lo amaba demasiado, confiaba en él y pensé que estaríamos juntos siempre. Cuando él se fue algo en mi se rompió, y no solo porque me dejara, si no por la forma en que lo hizo. Lamento que tuvieran que presenciar esa parte tan deprimente de mi.
—No es deprimente, pero si es doloroso verte así de triste, mami. Porque te amamos y queremos que seas feliz. —soy yo quien hablo esta vez.
—prométeme que buscarás ayuda, que lo vas a intentar y que vas buscar estar mejor.—Se lo prometo a los dos, sé que no será fácil, pero iré a un psicólogo y trataré de estar mejor.
¥
La idea era solo quedarnos el fin de semana, pero logramos encontrar un terapeuta para mamá y Carter y yo queríamos acompañarla a su primera sesión, que es el miércoles.
Mamá parece más animada, sin embargo tenemos claro que todo es un proceso y que toma su tiempo. Aun así estamos orgullosos y felices de que ella decidiera estar mejor.
El miércoles nos levantamos muy temprano, desayunamos juntos y luego Carter conduce hacía el consultorio de la psicóloga Martha Hall, nos dijeron que era muy buena, así que por eso la elegimos.
Cuando llegamos saludamos a una muy sonriente secretaria que le da miraditas coquetas a mi hermano, que él no nota. Está muy concentrado en contener a mamá que se ve muy nerviosa.
La chica nos pide que esperemos a que la doctora termine con otro paciente para poder entrar, Carter y yo mientras le damos ánimo a mamá y le decimos lo orgullosos que estamos de ella y lo mucho que la amamos. También leemos algunas revistas y respondo algunos mensajes de Madison, Matthew, Mónica y hasta uno de Mason diciendo que me extraña. Sonrío al verlo.
Luego escuchamos una puerta abrirse, vemos a alguien salir del consultorio y entonces es el turno de mamá que se ve muy nerviosa.
—Suerte mami, tu puedes. —le digo para animarla.
—Te amo, estoy orgulloso de ti. —le dice mi hermano y luego besa su frente.
Vemos a mamá entrar al consultorio y ambos nos abrazamos, tenemos fe de que ella va a estar bien y que la próxima vez que volvamos a casa, su sonrisa será más resplandeciente. Y no cabrá dudas de que se va a amar, tanto como la amamos nosotros.
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Mi Lugar Seguro 🔞
RomansCarla no cree en el amor. No después de ver como su padre engañaba a su madre, no después de ver como este dejaba a su madre por otra mujer sin si quiera darle una explicación. Ver a su mamá sumida en una depresión por la ruptura tan poco empatica l...