Jason
Ya dentro del auto Carla no tarda en ponerse a horcajadas sobre mi regazo con sus muslos a cada lado de mi cadera. Me rodea el cuello y estampa sus labios contra los míos, me da un beso apasionado y hambriento mientras se mueve presionando su centro de mi errección.
Sí, porque ya estoy más duro que una roca. Es el efecto que está mujer tiene en mi.
Ella sigue besandome y jadea en mi boca sin dejar de moverse en busca de fricción. Yo tengo su cintura rodeada con mis brazos tratando de sentirla lo más que puedo.
Cuando nuestros pulmones nos piden aire, ella separa sus labios de los míos y comienza a besar mi cuello y a acariciar mi pecho, se baja de encima de mi y se pone a mi lado de rodillas, lleva sus manos al cierre de mi pantalón y con algo de torpeza por la rapidez con la que lo hace, desabrocha el botón, baja mi cremallera y la ayudo a bajarme el pantalón y los bóxer. Mi errección le da la bienvenida.
—Tu amiguito está muy emocionado. —dice divertida refiriéndose a mi polla.
—Como si tu no lo estuvieras también. —digo para molestarla.
—No lo voy a negar, muero por poner a tu amiguito en mi boca. —mierda esa declaración hace que casi me corra, aunque es obvio que necesito más para correrme.
Sin más ella lleva sus manos a mi polla y la rodea, comienza a hacer movimientos de arriba hacia abajo, mientras lleva su boca a mi punta y empieza a lamerla.
Mierda.
Esto se siente demasiado bien y me tiene gruñendo, no tarda en rodear mi polla con su boca y llevársela tan lejos como puede. Sigue dándole atención a mi polla con su boca y su lengua, mientras que con su mano libre acaricia mis testículos. Estoy demasiado excitado y falta poco para correrme, pero no quiero correrme en su boca. Así que llevo mis manos a su cabello y hago que se detenga, ella me mira extrañada y se limpia la comisura de sus labios que tienen algo de saliva.
Que bonita imagen, sin duda.
—Amo que me comas la polla, Carla, pero no quiero correrme en tu boca, quiero correrme mientras me montas.
Ella sonríe y no tarda en volver a estar a horcajadas sobre mi.
—Dime que tienes un condón.
Busco uno en mi billetera y ella me lo quita de las manos para colocarmelo ella misma. Rasga el envoltorio plateado y me coloca el condón. No tarda en tomarme en sus manos y guiar mi polla a su entrada, luego de hacer las bragas a un lado.
Ambos gemimos cuando me lleva hasta su entrada y la penetro. Entonces ella empieza a moverse encima de mí sin dejar de mirarme, está sonrojada, despeinada y con las pupilas oscurecidas. Llevo mis manos a su cadera para guiar sus movimientos y llevarla más profundo. En mi auto solo se escuchan gemidos y gruñidos y estoy seguro que quien vea el auto desde fuera, se puede imaginar lo que pasa dentro.
Mientras Carla me monta llevo mis dedos a su clitoris y la masturbo a las vez que la embisto. Siento como me exprime, la polla, se mueve más rápido encima mio y hace un puño mi camisa.
—Ah, Jason. —dice antes de correrse, unas embestidas más y yo también me corro.
—Mierda, Muñeca. —ella apoya su frente en mi hombro y yo le rodeo la cintura con mis brazos, nos quedamos así un largo rato, recuperando el aliento.
Y como siempre después de follar con ella, empiezo a hacerle mimos. Le acaricio el cabello, la espalda y dejo pequeños besos en su cuello. Me encanta tocar y sentir a Carla, siento mucho por ella. Tanto que a veces me asusta porque no se si ella siente lo mismo, me ha dicho que me quiere, ha estado para mi cuando me quebré el día que discutí con mi mamá, hemos dejado claro que solo estamos saliendo entre nosotros, pero a veces me gustaría saber que siente.
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Mi Lugar Seguro 🔞
RomanceCarla no cree en el amor. No después de ver como su padre engañaba a su madre, no después de ver como este dejaba a su madre por otra mujer sin si quiera darle una explicación. Ver a su mamá sumida en una depresión por la ruptura tan poco empatica l...