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Mi madre me toma del brazo y Jessica levanta la cabeza de golpe y se retuerce en la cama. No puede ni siquiera sentarse y aún así intenta defenderme.

— ¡Suéltala tía! — Grita y luego se calla de golpe haciendo un gemido de dolor.

El médico interviene y acomoda su cabeza sobre la almohada mientras le repite que no puede hacer esos movimientos bruscos.

— Vámonos Malena. Tu prima no sabe lo que dice, acaba de despertar del coma... — Me dice mi madre mientras me evita la mirada.

Me zafó con fuerza de su agarre y me aferro a la mano de mi prima que ahora solo se queja de dolor.

— ¡Ustedes son unos malditos mentirosos! — Grito.

Jess levanta la cabeza y las máquinas avisan que está nerviosa.

— ¡Yo sé lo que ví! ¡Él realmente existe!

Miro a mi prima ya con el rostro lleno de lágrimas.

— Dijeron que lo había imaginado...

Todos se quedan en silencio por un momento pero luego mi padre se acerca a nosotras y en su cara solo hay tristeza.

— Hija... él no es lo que tú crees.

Al momento de escuchar sus palabras siento como si corazón diera un vuelco.

Todo fue real.

Realmente pasó.

— ¿De que estás hablando? — Pregunto sintiendo miedo.

— Él es un asesino y no vamos a permitir que lo vuelvas a ver. — Me suelta mi madre sin una pizca de culpa en su cara.

Mi prima se tapa la boca perpleja y yo me quedo petrificada.

De pronto siento un dolor punzante en parte baja de mi vientre. Grito de golpe y me agarro con ambos brazos. Caigo de rodillas y mis padres me ayudan a sostenerme mientras el médico me pregunta que me duele.

— ¿Male, que pasa? ¿Que tienes? — Pregunta Jessica asustada.

Abro los ojos como platos.

¿Pero que carajos pasa?

Mi tía se acerca claramente muy nerviosa y de sus labios escapa algo que estoy segura que jamás quiso decir.

— ¡Es el bebé! 

Se tapa la boca con ambas manos dándose cuenta del error que cometió y con mi prima la miramos como si le hubiera salido dos cabezas pero nadie más parece sorprendido.

¿Bebé?

Yo... estoy... ?

De repente todo mi cuerpo se afloja y siento mi vista borrosa. Dejo de escuchar cualquier cosa que estén diciendo y solo quiero dormir. Lo último que puedo sentir antes de perder el conocimiento son los brazos de mi padre en mi espalda y debajo de mis piernas.

Benjamín... por favor ven.

                         ~•~

Despierto despacio y lo primero que veo es el techo de una habitación poco iluminada. Siento una sensación fresca en la piel de la parte baja de mi vientre. Me quito despacio la mascarilla de oxígeno y miro hacia la pantalla que tengo al lado. Apoyan algo sobre mi vientre y de repente lo sé.

Me están haciendo una ecografía. Veo que en la pantalla negra aparecen matices grises bastantes borrosos.

¿Estoy embarazada? Mierda... La mente se me queda en blanco y siento que acabo de salir de un problema para meterme en otro.

Mi maravillosa creaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora