Mi maravillosa creación

(58)

Jessica entra a paso acelerado en la habitación. Está agitada y sus ojos demuestran preocupación. La he visto preocupada antes pero está vez también veo miedo en su mirada. Intenta acercarse a mí, levanta su mano para tocarme el rostro pero yo me inclino hacia atrás esquivando su toque.

Frunciendo el ceño, deja caer su mano.

— Si no hubieras estado ahí para golpearla y obligarla a llevarme al hospital, ahora estaría muerta.

Se queda en silencio un momento y luego tuerce la boca, como si estuviera probando algo amargo.

— ¿Quien te lo dijo?

Su voz suena como si hubiera sido mejor que no supiera nada.

— ¿Y eso que importa? De todas formas si lo dijera, nadie me creería.

Se tapa la cara con ambas manos.

— Si no te dije fue para protegerte a ti a mis tíos.

Me relamo los labios secos.

— ¿Protegerme de qué? — Pregunto en un susurro.

Levanta una mirada llena de lágrimas.

— ¡Sé sincera por una vez en tu vida conmigo y dímelo! — Le exijo.

Traga saliva antes de responder.

— No quería que pasarás los últimos días de tu vida así. Sabiendo que tu hermana intentó matarte...

Siento que se me cae el alma a los pies ¿Qué? ¿Matarme? ¿Mis últimos días? Mi respiración se acelera sintiendo como algo se rompe dentro de mí y quiero levantarme y usar mis últimas fuerzas para salir corriendo lejos. Suelto lo primero que se me viene a la mente.

— ¿Tan segura estás de que voy a morir?

Baja la mirada y veo que su cara se llena de lágrimas.

— Mírate Male... por Dios... mírate.

Me muerdo los labios evitando las lágrimas. Tratando de luchar con el nudo en la garganta y muevo mis manos encima de mi regazo. Jessica se quiebra. Se abraza a mis piernas por encima de la colcha que me cubre y rompe a llorar mientras se disculpa repetidas veces. Cierro los ojos, saboreando el dolor. Alargo mi mano y hundo mis dedos sintiendo la suavidad de su cabello. La acaricio para consolar su dolor y ella se abraza más a mí.

— Te dejé ir hace tiempo porque la esperanza me hiere mas... — Suelta entre sollozos.

Asiento sin decir nada. La puerta se abre de golpe y Laura me mira fijo desde el umbral. Jessica levanta la cabeza sin dejar de abrazarme pero Laura la ignora completamente. Hace de cuenta que mi prima no está aquí.

De pronto Jessica adopta otra postura. Una que no había visto antes, sobreprotectora y prepotente. Se para a mi lado y mira a Laura de la misma manera que ella me está mirando a mí. Con asco. A pesar de estar presenciando la verdadera cara de las dos por primera vez, no estoy sorprendida. Mi hermana entra a la habitación con aparente calma y veo de reojo que cierra la puerta con seguro.

¿Que pretende?

Camina hacia donde estaba sentada antes y se acomoda mientras el parecido que tiene con mi madre me perturba. Guardamos silencio y la tensión es inminente. De repente Laura mete su mano en la cartera horrible de cuero marrón que siempre lleva a todos lados y lentamente saca un revolver negro de ella.

Jessica ahoga un grito, pone una mano sobre mi hombro y no tardo en agarrarla de la mano también.

— ¿Que mierda haces? Te estás pasando de la raya... — Le suelta mi prima asustada pero con voz firme.