XXV

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Las horas fueron cruciales, Karla estaba en terapia intensiva, y yo estaba desesperada. La doctora había dicho que venía presentando dolores, hay que dejar en claro que no todo la culpa es mía, ella pudo decirme que tenía dolores, el cual no fue así, lo único que hizo fue saltar arriba de mi, cómo si fuera un león marino, y ella una Orca devoradora. Ella ni nadie puede culparme. En dado caso ella tendría la culpa.
Los señores Pimentel llegaron, pidieron información por Karla, el cuál llamaron a la doctora Peterson, lo cual les explicó la situación que se encontraba su hija.  Solo pude sentir las miradas de sus padres y hermanas sobre mi.

—Eres una maldita salvaje. — Escuché decir por parte de su hermana, el cuál agarro y llegó hasta a mí, me dió algunos golpes, era más baja que yo así que le detuve las pequeñas manitas. Su cuerpo se quedó pegado al mío.

—Tranquila, yo no tuve la culpa, ella solo hizo caso omiso a los dolores que tenía. — Quise defenderme.

—Puede que no sea tu bebé el que trae en el vientre mi hermana, pero tampoco seas despiadada. — Eso fue la gota que derramó el vaso.

Aún estaba Aline cerca de mi cuerpo, la tomé de los hombros y la arrojé a una silla de espera. Mi rostro estaba lleno de odio. Mi cabeza explotaría.
Di media vuelta y llegué al recepción.  Dejando clara mis instrucciones.

—Llamará a Fox, le dirá que le haga unas pruebas de paternidad a la Señorita Karla Pimentel. No importa si aún está en recuperación. Que quiero esa prueba en mis manos a más tardar hoy por la noche.  —Le lancé una mirada de odio a esa familia.

Agarré mis cosas y me largué de aquel mugroso hospital....
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Escuchaba que me llamaban por los altavoces del hospital, debía ser importante ya que lo pedían de urgencia.

—Si señora, hablamos en otro momento, me llaman de urgencia, cualquier cosa me mantiene comunicada.

Colgué la llamada, está situación me tenía muy desconcertada, había mucho drama, el duro problema es cuando das una mala noticia y es alguien que aprecias muchísimo.  Duele. Si me hubieran dicho que ser doctora implicaba esto, mejor hubiera estudiado algo menos sentimental. Seguí caminando mientras mis pensamientos me estaban agobiando.  Los altavoces aún no dejaban de pronunciar mi nombre, hasta estos momentos ya estaba harta de escuchar mi apellido.

Llegué a recepción para verificar que era eso con tanta urgencia.

—¿Porqué tanto alboroto Susan? — Pregunté a la vocera de aquel piso.

—La señora Montero dejo estrictamente ordenado que se le haga una muestra de paternidad a su esposa, lo quiere para hoy en la noche. Supongo que antes que acabe su turno.  _Explica. Algo debió ocurrir para que tomara esas medidas muy extremas.

—¿Sucedió algo para que ella exigiera eso con poco tiempo?._ miró a ambos lados antes de decir algo.

—Hubo un altercado con la familia de la esposa, escuché a una de las hermanas decir que "No era su hijo". _ Hasta yo sentí ese balde de agua fría cayendo sobre todo mi cuerpo.

Igual no soy quien para negarme a hacerle ese favor a Caroline, le debo mucho a esa familia. Tenía que recompensar todo su apoyo, Line siempre me apoyó cuando más la necesité.

—De acuerdo, entonces podrías ponerme agendada esa cita de 3 a 5 de la tarde.. _ Dije mientras firmaba el documento donde estaba internada Karla Montero.

—Muy bien Doctora Fox. ¿Necesitará que la asista alguien en específico?. _ Me puse a pensar sobre eso era un procedimiento muy arriesgado ya que con eso que ella había sufrido, podría afectar al bebé.

"No Pretendo Que Me Quieras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora