44 "¿Payton y Zoe?"

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Narrador omnisciente.

La vena del cuello se le marcaba al grado de querer reventar, estaba tan enfadada con su hija que prefería tratar de guardar la calma, Payton ya se estaba comportando muy groseramente, ya no era la de antes. Echó unos hielos en un vaso para vertir whisky en el, su enojo fue tanto que ni sintió lo fuerte que estaba. Su cabeza dolía al grado de no aguantarlo, tomó asiento para prevenir algún desmayo o un mareo.

La puerta fue tocada un par de veces, dónde está consintió pasar a la persona..

—Buenas tardes Señora, lamento la interrupción, su esposa está en la línea dos. – ¿Tan mal estaba? Siquiera había oído su celular.

—Gracias, puedes retirarte.

La mujer cerró la puerta, Caroline cogía el teléfono.

—Hola amor, ¿Cómo va tu día?.

—Hola, han habido mejores día. ¿El tuyo?

—¿Que cosa no me estás diciendo?. — cuestionó Karla al notar a su mujer muy distante, siquiera le respondió el "amor".

—Es Payton. - exhaló pesadamente.

—¿Que sucede con Payton amor?. – Karla al saber que su hija fue mencionada, las alertas de madre se dispararon.

—No estuvo en el desayuno y le fue imposibles escuchar lo que hoy tenía como compromiso hacer. Le dije a Pablo que le dijera sobre la cena con Jonathan y su familia.

—Amor, no puedes obligar a Payton hacer lo que tú quieres que ella haga, tampoco es que diga que no siga órdenes, con todo lo que hemos estado pasando con nuestras hijas, más bien deberías pedírselo cómo un favor, no como una orden. – Trata de dialogarlo. — Tu solo le dices que hacer y debe de hacerlo.

—Ya comprendí, pero quiero que esté Payton en esa cena, Jonathan estuvo insinuando que nuestras familias se podrían fusionar.

—Es a lo que voy, ya quieres dar tu consentimiento para casar a nuestra hija, si Payton se entera de esto, te juro que no la volverás a ver. Te dejo, hablaremos en casa.

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Mientras tanto una entusiasmada Payton terminaba su jornada estudiantil, estaba muy ansiosa por pasar a buscar a la rubia e ir a por algo. Es que de tan solo pensar en la rubia, su mente y alma irradiaba alegría. En el camino para llegar a su camioneta se encontró con su primo Giancarlo y su hermano August.

—Payton. — Le llamaron.

—Hey, ¿Cómo están chicos?. – Les dió un abrazo a cada uno.

—Muy bien verdad Gian- El italiano respondió asintiendo. — ¿Tienes planes para más tarde?.

—Ya había quedado con una amiga. – Miró su reloj de muñeca. — De echo ya está esperando por mi.

—Bueno P, te estaremos esperando para jugar el viernes por la noche, solo hay que ponernos de acuerdo en cuál de las casas para quedarnos. —Menciona August.

—Bien chicos, solo me mandan un mensaje , nos vemos. – Salió corriendo porque no quería hacer esperar a la rubia.

A decir verdad es que le quería dar una sorpresa a la rubia, pensando tenía ir a almorzar con su futura chica de ojos verdes. Iba a esperar a que fuera bien tarde para llegara a su casa, lo que menos quería es tener otro mal entendido con su mamá. El instituto donde estudiaba Mía estaba de pasada para ir al mero centro de la cuidad. Al llegar estacionó en el mismo lugar que en la mañana. Texteo rapidamente a la rubia.

Estacioné en el mismo lugar.  Te  estaré esperando.

No recibió ningún tipo de respuesta así que espero por unos diez minutos, dónde se estaba desesperando, la paciencia en Payton no era fundamental, odiaba tener que esperar, pero por ser la mujer que le calaba hasta los huesos, no le importaba en lo absoluto perder diez minutos de su tiempo, o simple, los que fueran necesarios. Siguió esperando hasta que divisó a una rubia con un tipo con una mala pinta, para nada le gustó este apto, así que decidió salir rápidamente de la camioneta aún dejándola encendida, solo llevó su celular en la mano.

"No Pretendo Que Me Quieras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora