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Pov's Caroline.

Desde que Lucero aclaró que no era hijo mío, tuve un poco de alivio, pero ver qué ese "poco hombre" por qué lo era, ¿Cierto? No iba a tener algún vínculo con el pequeño que crecía dentro de aquella mujer que le había dado tantos días felices, era algo sin imaginar, además de que aún no concluía sus estudios. Lo primero que había echo, fue llamar a su mejor amiga.

—Hola Caroline, ¿A qué debo tu llamada?. - Contestó al otro lado de la línea.

—Hola René, sé que estás en tus vacaciones con tu esposa, siento llamar y arruinarlo....

—Descuida, mi mujer comprende está parte del trabajo. –"Dile que nos venga a visitar a Miami". — Bueno, ya escuchaste lo que dijo.

—Pronto nos vamos de vacaciones a la Bahamas, en fin, necesito un documento donde se deba estipular que se renuncia a la paternidad de un menor. — La cara de René era tan cómplice con su esposa, no sabían porque pedía eso.

—Eso llevaría días. ¿No querrás alejar a Karla de tu bebé? —Preguntó, porque de ser así, se negaría.

—No, joder no, no soy tan cruel, jamás alejaría a mi hija de su madre, no por capricho. – Rascó la parte de atrás de su cuello. —Es solo que, Lucero está embarazada y bue....

—No Caroline, no dejaras a esa chica embarazada y lavarte las manos, apenas tiene 20 años.

—No soy idiota René, el bebé no es mío, es de un imbécil que no se hará responsable, necesito que ese papel lo mandes a un dirección que te enviaré cuando lo tenga a mi alcance.

—Menos mal, deberías hacerte la vasectomía. - Las tres reían. — Hablo enserio, hazla, te buscaré hasta la cita para ahorrarte mucho tiempo.

—Idiota. Quiero llegar a los 40 tal vez con un equipo de fútbol. –Comenzo a reír.

—No juegues con eso, porque a tu ritmo se puede hacer realidad.

—No soy una ninfómana, bueno, te dejo disfrutar, tengo que arreglar algunos asuntos, te mando la invitación a la Bahamas, corre de mi parte. Besos chicas.

Colgó.

Llegaba a la mansión, puesto que decidió dejar todo a cargo de Héctor, el cuál le dijo que ese mismo día llegaría el perito auditor para empezar ver desde cuándo había perdida de flujo de activo. Así que ni siquiera necesitaba estar en la empresa, aún la prensa no estaba enterada de eso, ningún tipo de acercamiento hacia mi.
Al llegar encontré a mi nana Cecilia algo alterada.

—¿Que sucede aquí?. - Todos alrededor estaban con la respiración agitada.

—La señora Karla rompió la fuente, Rubén se la llevó al hospital donde estaría esperando la Dra Fox para apoyarla.

—Gracias Cecilia, necesito que limpien la habitación del bebé, ya está todo, solo por si las dudas, chequen todo, calefacción, hasta lo mínimo. Le hablan a mis padres y los padres de Karla. Voy a ver a mi bebé.

Salí disparada, no pedí ni guardaespaldas, pero llegarían ahí, sentía que cada metro que avanzaba era un kilómetro, sentía que nunca llegaría, el tráfico. Tuve que guardar la calma porque me iba a entrar la desesperación y no tenía para darme aquellos lujos en esos momentos. En cada ocasión rebasaba, me metía aunque me ganaba alguna sonada de vocina, pero me valía mucha mierda, mi hija ya estaría a mi lado.  Al llegar al hospital, estacioné todo mal pero me valía, podía pagar cualquier infracción, nada me quitaría el mejor día de mi vida, mi hija estaría a mi lado.

Al llegar a la recepción, no pedí informes, ellos sabían quién era, en pocas palabras si jefa, el edificio era mío, pero Fox se encargaba de el.

Piso 6, está con la obstetra, habitación 512.

"No Pretendo Que Me Quieras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora