"No Pretendo Que Me Quieras"

XXVI

En mi vida tenía tanto temor de algo, ni a la muerte, bueno, la muerte es imposible de evitar. Tenía rato que había recogido ese sobre dónde estaría mi felicidad o mi perdición, sabía que si ese bebé es mío Karla estaría atada a mí y es algo que quiero, no pretendo que me quiera pero no estaría con alguien más.  Tomé un último sorbo de whisky, y procedi abrir aquel papel.

Lentamente con mis manos un poco temblorosas rasgaban lentamente hasta quedar solo el papel que necesitaba observar.  Mi corazón palpitaba demasiado, me dirán exagerada pero parecía que quería salir corriendo de mi cuerpo y no sufrir un doloroso momento.
  Cuando agarré valor de ver los resultados, iba leyendo poco a poco, mi mente procesaba cada palabra, mi corazón latía demasiado. Llevé mis manos a mi corbata y empecé a aflojarla, seguía leyendo, hasta encontrar los resultados....

Cómo pude me levanté de mi escritorio y lleve aquel documento a la caja fuerte que tenía, lo guardé.
  Antes de querer hacer algo empezó a sonar mi celular. Lo miré y me sabía el número de aquel hospital donde estaba Karla, lo atendí y lo único que dijeron es que ya había despertado. Agradecí por avisar, me fui a mí habitación y me desplomé ahí.
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Estaba algo desconcertada, mi garganta dolía, mi visión era un poco borrosa, estaba tratando de acostumbrarme a la luz, mi madre me observa, gesticula unas cuantas palabras el cuál no logro escuchar, estaba totalmente jodida.
Lo último que recuerdo es cuando Caroline saliendo de la ducha y yo avalanzandome sobre ella cuál carnívoro a su presa, sin embargo, ya sabemos quién fue la presa.

Mamá me pasó un vaso con agua el cual agradecí demasiado. Ella estaba angustiada, su rostro estaba preocupado, triste y ¿Molesta?.

—¿Porque esa cara mamá? . _ Alcé una de mis cejas y fruncí el ceño.

—Quiero mucho a Caroline, a ti y al bebé, ella es tu esposa, aunque al principio no estuvimos de acuerdo, le agarré cariño. Viendo el estado en el que estás, no estás en buenas manos hija, hace rato tu hermana le reprochó y la aventó. _ Dió un largo suspiro. — Ella no es buena mujer para ti hija, lo mejor sería que tú y el bebé se vayan de esa casa antes que alguno salga muerto.

—Estoy de acuerdo en que te preocupes por mí mamá, lo entiendo, pero está vez Caroline no tuvo la culpa, no la defiendo porque le tema, no mamá, Caroline jamás me haría daño sin mi consentimiento. _ Tomé una bocanada de aire. — Por otro lado, las hormonas me tienen con ganas de tener sexo, yo abusé de ella por así decirlo. Me le fui encima cuan felino a su presa, y en verdad eso trajo consecuencias. Mientras tanto nada pasará conmigo y el bebé, Caroline no le hará daño a su hijo.

—Ahora que tocas ese tema, deberías de dudar un poco. _La angustia invadió de nuevo el rostro de mamá.

—¿Porqué? ¿De qué hablas?.

—Hizo una prueba de paternidad..

—¿Porque hizo eso? Ahh Caroline, eres tan insensata, explosiva y saca ideas. _ Gritó. —¿Cuál fue el resultado?.

—Desconocemos el resultado hija, todo fue entre su doctora y ella.

—Si ese bebé no es de Caroline, probablemente sea de Daniel. Lo cual Caroline movería cielo, mar y tierra para jamás dejarme ir y me hará añicos..

—Tranquila hija. No sucederá, a no ser que no sea su hijo, te puedes ir del país.

—Mamá, creo que no logras entender, Caroline tiene ojos en todo el mundo, no sabes con qué clase de mujer nos fuimos a meter.

—Tu padre sabrá dónde llevarte hija.

Pasó alrededor de un día, Caroline no se había presentado en aquel lugar, no había señal de ella. Mis padres por otro lado estaban buscando la manera de terminar nuestro acuerdo con mi esposa.
 
        2 días después.

Llegaba de un día bastante demandante, entre reuniones, firmas de contratos, monitorear si cada unas de las direcciones no hubiera regularidades. Iba de camino a casa, el jefe de seguridad avisó con antelación que mi mujer estaba de regreso.

Bajé de la Mercedes Benz, la puerta ya hacía abierta para mí.  Quité la gabardina negra, la coloque en el perchero, mi maletín negro con detalles de oro se lo entregué a una de las chicas para que lo llevará al despacho.

—Buenas noches señora. - le devolví el gesto.— La cena ya está servida.

—Muchas gracias, avísenle a Karla que ya está la cena servida y la espero en la mesa para cenar juntas. _Tome el asiento que queda solo, como una buena anfitriona.— Héctor antes de que te vayas a descansar necesito que me hagas un último favor este día, qué para mañana tengas un informe sobre el paradero de mi madre, de tessa y  mi hijo, la primera hora.

—por supuesto que sí señora lo tendré a esa hora, bonita noche ¿Puedo retirarme?. —Caroline le dió una señal que ellos tenían para desplegar.

Caroline esperaba pacientemente a su mujer, aunque está no tenía ganas de bajar a cenar, no es que no quisiera sino que no tenía apetito  ya que por su parte ya había tomado unos snacks. Por otra parte, Montero ya había empezado a cenar sola y era como una costumbre para ella por el cual no esperaba una respuesta de la señora Pimentel, tenía tiempo que su paladar no había probado mariscos había pedido que de lo prepararán especialmente aunque no importara la hora.

El terminar su cena cogió un vino de su especial colección espero a que el recogieran todo dar la orden de que ya se fueran a su casa a descansar, camino hasta la sala de estar y ver un poco las noticias, lo cual no era raro en ella, se mantuvo así hasta que se terminó aquel vino, apagó todo y se dispuso a subir a la habitación que había ordenado que le limpiaran, ya que ella no quería meterse más con Karla, tomaría la distancia, quería que el bebé estuviera en perfectas condiciones.  Se despojó de los calzados, buscó el control del aire acondicionado, cuando lo encontró se dió cuenta que este no funcionaba, y maldijo por lo bajo.

A la mañana siguiente, amaneció con un poco de disturbio en la cabeza, frotó un poco sus ojos para comenzar acostumbrarse a la luz que hacía, giro su cabeza a su derecha y vio que eran las 10 de la mañana, estaba un poco apenada ya que había dado una orden que se tenía que entregar a primera hora el cual ya estaba en su despacho, Pero por otra parte Héctor sabía que su jefa había trabajado mucho durante estos días el cual dejo descansar un poco ya que ellos recibían la peor parte. No solo esos malos días, también de su estrés, las peleas con su mujer, el estar un poco preocupada por su familia la irritada y también por su salud.

Miro a la mujer bajar por la gran escalera con detalles de vidrios, con su cabello un poco desaliñado, con la camisa Big Bang del día anterior, el pantalón de vestir del día anterior, se había dado cuenta que su jefa había tomado un buen, y no cuando le pareció extraño ya que aquella mujer le encantaba cualquier tipo de alcohol.

—Buenos días Héctor, disculpa la demora. — Dijo aquella mujer. — Tiene los documentos que te pedí.

—Buenos días señora, necesita descansar así que no se preocupe, y con respecto a lo que usted me pidió ayer, lamento decirle que busque en las bases de datos de la policía,  cámaras, cualquier tipo de audio, tratando de encontrar el paradero de cada uno de los tres pero lamentablemente no encontré nada, pareciera que se lo hubiera tragado la tierra.

—Es muy raro eso ya que mi madre pidió por Tessa el cual ella es buena en cualquier tipo de cáncer. _ Siguió leyendo los informes. — Contacta a todos los vuelos raros y extraños que encuentres o que han salido a un destino irregular que suele ir mi madre.

—Me adelanté con eso pero nada.

—Bueno en ese caso busca en cualquier aerolínea tres personas en específico, dos mujeres y un niño sabes a qué me refiero y si en eso no encuentras nada ubica a mi padre.

—Como usted lo indique señora y antes de que pueda yo retirarme, me informaron que su esposa acaba de salir a casa de sus padres igual eh visto algo extraño a los señores.

—¿Extraños? ¿Extraños cómo?. _ Lo miró con duda.

—Están tratando de conseguir 15 millones en específico señora, por otra parte he visto que su padre adquirió una propiedad con mucho seguridad.

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