46 "Buscando tu perdón"

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El desayuno se sirvió a la misma hora de siempre, para esa hora Payton ya no se encontraba en el lugar, tenía tantas cosas en mente que, una discusión con su madre sería aún más fastidioso. Hoy iría a clases de Kickboxing, por lo tanto llevaría un auto cómodo. Por la mañana se había dispuesto hablar con la rubia, concordaron en ir a la plaza por helado, previo a eso Payton tendría que hacer tiempo para ir a comprar los presentes de su amada chica. Por otra parte, las hijas del matrimonio Montero Pimente estaban realmente felices por pasar tiempo con sus madres, en especial cuando Caroline las dejaría en sus respectivos institutos, las gemelas eran la más afectadas con todo el problema que la propia Caroline causaba.

-Andando twins, les colocaré una nueva ropa, se hicieron un asco. - Adjuntó Caroline.

-Pelo primero quelemos helados. - Hablaron ambas haciendo un puchero de enojos y cruzaron los brazos.

-Les prometo que iremos a la plaza cuando salgan del instituto. - Busca negociar.

-Pelfecto. - Aceptaron no estar muy convencidas.

Salomé y Samantha se fueron agarradas de la mano de Caroline, subieron por el elevador ya que sus pequeñas piernitas no se darían prisa y llegarían tarde. Al entrar a la habitación las gemelas empezaron a quitar su ropa hasta quedarse sin nada. Mientras que empezaron a jugar entre ellas, Caroline buscó los conjuntos que llevarían hoy. Al escuchar a su hijas correr, brincar, sonreír, cayó en cuenta que la felicidad de sus hijas debe de ser primero.
Llamó a sus hijas que rápidamente llegaron a su lado y empezó a ponerle sus bóxers. En la demora de veinte minutos estaban en una Cadillac lujosa siendo escoltada en todo momento. Caroline hizo todas las paradas posibles, llevando a cada una de sus hijas, menos a Payton. Estaba un poco melancólica, lo que menos quería es tener a su familia dividida, es cierto que le exigía a Payton, pues ella era quien iba a heredar toda la fortuna. Ella era quien iba a proteger a sus hermanas, hermanos y a sus madres. Lo único que quería es que su hija entendiera sus motivos, las razones por la cual era así con ella, quería una buena esposa para Payton, Zoe no solamente provenía de una gran familia, era una buena chica. Pero lo que Caroline no sabía es que Payton era el reflejo de ella.

Mientras tanto, Payton seguía sobreviviendo a esa infierno llamado instituto, deseaba pronto salir e ir por Mía, desde aquel beso no dejaba de pensarla. Estaba tan sumisa en sus pensamientos que no sintió cuando pasaron arrollandola, prácticamente la taclearon, haciendo que  al dar casi una vuelta se diera un golpe con el concreto haciendo romper su ceja derecha. Producto del golpe quedo un poco mareada, estaba tratando de recuperar un poco la visión. Trató de levantarse pero su esfuerzo fue de gusto. Todos alrededor mirando al agresor, el cuál se detuvo al ver que Payton no respondía.
Estaba asustado, al ver que todos lo miraban salió huyendo. Algunas chicas auxiliaron a Payton hasta llevarla a la enfermería. En definitiva esto se estaba saliendo de control, la joven Montero al enterarse de quién era su agresor no lo dejaría pasar.  En la enfermería la atendieron haciéndoles un par de suturas.

—¿Se encuentra mejor?. – Payton al escuchar esa voz abrió los ojos rápidamente.

—¿Mía? – Murmuró.

—Pay, despertaste. – Se sienta a un lado de la camilla. —Me pegaste un buen susto.

—Pero.. ¿Que haces aquí?. — Su cara estaba confundida, esperaba que no fuera efecto del golpe.

—Bueno, se me asignó este instituto para presentar mis practicas en el área de medicina. – Admitió. —Ya me había presentado hace poco, después la doctora Kenedy me pidió volver rápido, lo demás es historia.

—Lamento que me vieras en estás circunstancias. –Se trata de incorporar pero es detenida por la rubia.

—Descuida.

"No Pretendo Que Me Quieras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora