XV

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Las cosas no andaban bien y ambas lo sabían, la que lo tenía más claro era Caroline, entendía la situación donde retener a su esposa nunca sería nada fácil, todo lo que ella hacia era para su mujer, desde que estaba en la facultad, en el momento en qué la vió supo que ella era el amor de su vida, y que estaría a su lado si o si.

Caroline no se pudo concentrar en su trabajo, ¿Que era lo mal que hacía? ¿Porque ella no la amaba?.
Le fue raro cuando no sintió su cartera y su celular en los bolsillos, echando madre se pasó un rato. Hoy irían a la parte donde tenían la cosecha de uvas para el vino que estaría pronto. Miraba como los trabajadores estaban en sus puestos haciendo lo que se le asignaba, de un momento a otro se perdió en sus pensamientos. Lo ocurrido en la madrugada le dolió mucho, ayudaría a su esposa en todas circunstancias, pero, ¿Ella aceptaría? Viendo su reacción no creía. Lo mejor sería que ya no le brindará apoyo, al menos que ella venga y lo pidiera. Comenzó a sentir dolor en la cabeza asi que miró el reloj en su muñeca aún era medio día, le tocaba supervisar a ella pero cada vez que insistía en quedarse le dolía más la cabeza.

Tomó el radio y habló. — Romero necesito que te quedes supervisando, me voy a retirar.

—De eso no se preocupe señora.

Llegó hasta donde estaba su caballo y partió, un dolor así no era cosa de pasarlo a la ligera, cogería el auto e iría al médico, sentía dolor, sus ojos se cerraban y miraba borroso. No dejaría que nada le pasará, hizo que el caballo corriera más rápido, aún faltaba para llegar.
Camino al hospital un chófer la llevaba, apenas podía mantener los ojos abiertos. No demoraron tanto para llegar, ya ella había hablado con su doctor de cabecera, fue directo al elevador y marcó el piso número 3...

Solo esperaba a que la atendiera rápido Fox, temía por su vida, no quería dejar a su hijo solo, a sus padres. El sonido del "Tin" del elevador la sacó de su pensamiento, camino poco ya que era unos de los consultorios primeros, y sintió el olor del Channel de su esposa, ¿Estaba alucinando?. Poco le tomó importancia y siguió, en un movimiento por no caerse y agarrarse del cimiento observó como su esposa estaba con Daniel en medio de ¿Un beso?. Sacudió y cerró los ojos, y el beso seguía ahí.

—Señora Montero, la doctora Fox le espera, por favor acompañeme._ el tono de la mujer era bajo, Caroline estaba ida viendo la escena. La recepcionista miró al lugar y vio el besó, a su lado solo sintió como se desmayaba la paciente. — Señora Montero despierte. _ Dijo más fuerte.

Karla al escuchar ese apellido se paralizó en medio del apasionante beso, su corazón de aceleró, quería salirse porque no dejaba de brincarle en el pecho, observó como unos enfermeros ayudaban a su esposa a incorporarla a una camilla. Se acercó Pronto a dónde estaban los doctores, estaba consciente aún, sus ojos cerrados.
Caroline parpadeó un par de veces y miro borroso la silueta de su mujer.

—No quiero verte Karla, vete. _ Dijo en un hilo de voz. — Fox, no dejes pasar a visitas. _ Lo último que dijo y cayó rendida.

Karla la perdió de vista cuando los médicos giraron al lado izquierdo. Sus manos las puso en su rostro y quería gritar, frustrada, por imbécil, por todo. Quería llorar pero, ¿Era necesario? Ella feliz pensando que lo mejor es besar a su ex prometido en un hospital, mientras que su abuela y ahora su esposa están internadas. Sintió unas manos posarse en sus hombros, sin que sus fosas nasales la traicionara, sabía quién era, rápidamente se retiró de aquel hombre.

—No debes preocuparte, ella estará bien. _ Respondió Daniel como acto de persuasión y hacer que dejará de pensar en aquella mujer que se había llamar su mujer.

—Aun no entiendes Daniel, si inclusive ella no lo hubiera visto, esta escena en el periódico o en las redes circulará una fotografía donde nos estamos besando, poniendo no solo mi reputación, si no la de mi esposa. _ Aclaró, el hombre consternado alzó una ceja en señal de no entender lo que estaba hablando Karla.

—¿De cuando acá te interesa lo que suceda con ella?. Recapacita, no ves que por ella estamos donde estamos, cerca pero a la vez lejos, ella así lo quiso, te obligó a casarte con ella. Que los que vieron lo que ocurrió hace un momento no debe separarnos, Caroline solo anda haciendo cosas absurdas para llamar tus atención, ¿Cómo no estás tan segura de que ella no estaba vigilando desde lejos?. Está claro que así es. — Daniel siempre era un ave de rapiña, patán por naturaleza y mentiroso por conveniencia.

—Puedes cerrar la boca. _ Refunfuñando contra el hombre caminaba de un lado a otro. — Solo eres un vaquero, como doctora te digo que ella presenta algún tipo de enfermedad. Es más, te pido que te vayas y no me busques.

—No estarás hablando enserio Karla. _ La tenía sujeta al brazo. — Tu me amas y tendremos un hijo.

—Mas que enserio estoy diciendo las cosas, márchate por favor, y no te equivoques, el niño puede ser de Caroline. _ Le sonrió y jaló su brazo cortando el último contacto que se había producido.

Bravo por las palabras que le había dicho la supuesta mujer que lo amaba, dispuesto hacerle la vida imposible a Caroline se marchó, esto no se terminaba hasta que el lo decidiera. Al contrario de él, estaba Karla quien preguntaba a cada momento por su mujer, nadie le daba noticias de su estado. Luego de una buena espera la doctora salía de su consultorio.

—Doctora como está Caroline. _ Preguntó

—Ha eso venía señora Montero. Cómo verá, usted sabe de medicina y entenderá sin siquiera entrar a detalle. Caroline desde hace tiempo ha venido presentando problemas. _  Fox miró la cara de desconcierto de Karla. — Conozco a Line, ella nunca le dirá a nadie sobre su situación, a lo que voy,  presenta un estrés crónico. Por ahora está descansando, pronto le daré el alta y podrán irse a casa.

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Dije que actualizaría pero me he sentido mal así que espero y lo disfruten. Gracias a esas personitas que votaron mucho en las historias, se le agradece. Nos vemos hasta el próximo capítulo en la otra historia.❤️

"No Pretendo Que Me Quieras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora