Capítulo 6: Desaparecido

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Desde esa noche todas mis desdichas comenzaron a surgir, solo que la única que no lo sabía era yo...

(...)

Dos semanas han pasado desde la desaparición de Brandon. Nunca apareció en la fiesta, absolutamente nadie lo vio llegar.

Sus padres le afirmaron a los oficiales que fueron a investigar el caso que el rubio se dirigía hacia el evento. Según cuentan, Brandon jamás ha escapado de casa ni siquiera en su época de rebeldía, les parecía insólito algo así. Debíamos esperar al menos cuarenta y ocho horas para comenzar a tomar cartas en el asunto. Lamentablemente se han convertido en semanas de dolorosa incertidumbre donde ni siquiera su vehículo ha sido rastreado.

Por mi parte, durante este tiempo me dediqué a buscar un empleo como le prometí a mamá. Fue complicado porque aún no he terminado mis estudios y en los mejores trabajos no emplean a estudiantes.

Logré permanecer por un día en casa de unos empresarios que viven rodeados de lujos. En esa mansión todo parece confeccionado con oro, desde los bordes de las mesas hasta los marcos de los cuadros. Todo hubiese salido de maravilla si no fuese porque rompí un plato a penas empecé a fregar.

Mi segunda opción era doble de riesgo en esas películas en las que todo está mal producido pero que al menos ganas algo. En este caso fui rechaza porque ninguna de las actrices protagónicas se asimilaba a mí corporalmente.

Lo único que pude conseguir es un trabajo nocturno en una biblioteca, de la cual también es dueña la señora que cobra la renta en mi edificio. Básicamente me toca cuidar el local de ladrones y en el caso que ocurra este desafortunado hecho tengo que informar a las autoridades mientras que utilizo un bate como única arma.

Ya lo sé... Terrible. Más me vale rezar como me enseñó Sofía.

No podré dormir lo suficiente ya que mi jornada empieza a las nueve y termina a las cuatro y media de la mañana, pero como lado positivo tengo todos los contenidos de tareas y proyectos a la mano, además me dejan el sábado libre de manera opcional.

Cambiando de tema; la escuela me va bien dentro de lo que cabe. Me veo obligada a esforzarme de más en Literatura porque la profesora Wesly no me deja en paz ni un segundo. Es decir, si oye mi respiración es capaz de sacarme del salón. Démian y yo hablamos para los que es absolutamente necesario, prácticamente solo nos dirigimos la palabra para las tareas en dúos y a veces ni eso. Me sigue atrayendo, sí, pero están ocurriendo sucesos muy importantes como para centrarme en él.

Desde la desaparición de Brandon Emily y yo hemos estado muy unidas ayudando a sus padres en la investigación, nuestro papel es interrogar a estudiantes y vecinos.

—Ya tengo los permisos para revisar las cámaras de seguridad del vecindario.

Estamos en una cafetería cercana a la Universidad, es muy tierna, sería el sueño de cualquier niña venir aquí. Absolutamente todo es de color rosado fresa, las paredes tienen de diseño helados al estilo expectativa vs realidad y los empleados portan un peluche de conejo en sus gorros. Todo destila felicidad, algo que nos falta en la vida real.

Milly no ha parado de teclear en su laptop mientras Doja, Rita y yo tomamos un capuchino.

—¿Cómo lo lograste? Creí que tardarías más sin el apoyo de la policía —Expresé con genuina sorpresa

—El amigo de un amigo —mencionó apáticamente mientras su rostro ojeroso seguía siendo iluminado por la pantalla.

—Emily, la entrenadora envío un mensaje a nuestro grupo de WhatsApp. Mañana en la tarde tene...

Démian GrayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora