T2: control.

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Papá nos dejo encerrados en una oficina mientras que el llamaba a la mamá de Scott, estábamos en serios problemas y todo por intentar ayudar a un tarado

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Papá nos dejo encerrados en una oficina mientras que el llamaba a la mamá de Scott, estábamos en serios problemas y todo por intentar ayudar a un tarado. Cerré los ojos intentando calmarme, me estaba alterando y más porque a mi querido hermano y mi mejor amigo se les ocurrió tan brillante plan en el que ahora estaba implicada y claro toda la culpa había recaído sobre mí, después de todo la de los planes siempre era yo y quien nos metía en problemas, pero estaba vez mi gemelo había superado todo las locuras que había hecho, ponerle tinta de color al shampoo de papá no se compara con esto, esta idiotez esta a un nivel mucho más alto. Me mantuve alejada mientras ellos hablaban por teléfono con Allison, tenia que encontrar una manera de librarme de este maldito drama. Papá regreso llevándonos a una de las salas de interrogación donde comenzó a leernos el acuerdo con el abogado.

— No se acercaran a mas de quince metros de Jackson Withemore, no le hablaran, no intentaran abordarlo, no lo atacaran. – Mantuve los ojos puestos en Jackson, no me voy a quedar con la ganas de patearlo. – o molestarán física o psicológicamente. – Arrojo con fuerza la tablilla sobre la mesa.

— Mh ¿Pero y la escuela? – Cuestiono Stiles, porque siento que va a decir algo estúpido.

— Irán a clases intentando mantenerse a quince metros de él.

— Bueno y si ambos tenemos que usar el baño al mismo tiempo. – Me golpee con fuerza la frente al escucharlo. Tenia que decir algo estúpido. – Solo hay dos cubículos y uno esta al lado del otro. Ah me aguantare. – Dijo luego de ver la cara de papá. Aquella reunión termino finalmente, papá nos llevo fuera para poder hablar a solas con nosotros, aunque se que va a regañar a mi hermano.

— Stiles... ¿Necesito recordarte la suerte que tenemos de que no nos demanden?

— Por favor, era una broma.

— ¿Todo es una broma para ti? Por una vez en tu vida podrías tomarle el peso a todo lo que esta pasando. – Dije molesta, estaba estallando finalmente.

— Las bromas se pueden interpretar de muchas maneras hermanita.

— ¿Cómo se supone que interprete la camioneta robada? ¿Eh?

— Le pusimos gasolina. – Negue un par de veces antes de querer irme. Me quedé escuchando el regaño que le estaba dando Melissa a Scott, solté una risa ante las cosas que le estaba negando y ninguna funcionaba. Esta giro hacia nosotros viéndonos serios.

— Entonces no mas Stiles ni June. – Aquello fue más doloroso que una bala de Wolfsbane. – Y no usarás el auto, dame las llaves ¡Que me las des!

— Ya, mamá. – Scott le entrego las llaves, Melissa estaba ansiosa y demasiado nerviosa.

— ¿Qué esta pasando contigo? ¿Es por Allison?

— ¿De verdad quieres saber?

— Si. – Se formo un eterno silencio entre ellos. – Sabes que, hablaremos en casa. Iré por el auto.

La chica StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora