T5A: Estado asmático

164 20 1
                                    

Nos fuimos de la clínica, deje mi cabeza apoyada contra la ventana mientras solo veía la calle

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nos fuimos de la clínica, deje mi cabeza apoyada contra la ventana mientras solo veía la calle. Estaba decepcionada y dolida, tenia una mezcla de emociones que se estaban arremolinando en mi interior listas para salir y explotar. En el interior del vehículo todo estaba en total silencio, ninguno de los dos había dicho palabra alguna desde que nos habíamos alejado de Scott, desde que yo rompí mi amistad con él. Comencé a temblar gracias al frio y la ropa húmeda sobre mí, de la nada el jeep comenzó a humear llenando el interior de ese fuerte humo, comencé a toser al no poder respirar bien, apenas mi hermano se detuvo salí del vehículo cayendo de rodillas en el césped sin poder dejar de toser. Me puse de pie al notar lo molesto que estaba Stiles, no era para menos, la situación que acabábamos de pasar nos había dejado mal en todo el sentido de la palabra. Observe en silencio sus acciones, cada una de las cosas que estaba haciendo dejaban en claro lo enojado que estaba.

— ¡Stiles! – Le grite antes de que arrojará la última llave. De todas formas, arrojo esta al parabrisas del jeep rompiendo el cristal de este. – ¿Ya te sientes mejor?

— No. – Dijo antes de caer sentado junto al jeep, avance con calma hacia el sosteniendo una de sus manos, recargue mi cabeza contra su hombro. – Perdimos a Scott.

— Lo sé, pero el perdió más. nos perdió a nosotros, somos desastrosos, molestos, demasiado molestos e insoportables, pero... - Limpie mi nariz. – siempre estaremos para él ¿No? E...es n...nuestro hermano. – Mordí el interior de mi mejilla al comenzar a tartamudear como solía hacerlo de niña. – O...odio todo es...esto y...y ni s...siquiera se...sé por qué no confía en...en mí.

Stiles paso su brazo por alrededor de mis hombros, nos quedamos así un rato en silencio, solo acompañándonos mutuamente, no teníamos nada más. Stiles y yo éramos los que quedábamos. Aprete los puños al sentir un ligero aroma inundar mis narices, ignore esa sensación, tal vez mis sentidos estaban agudizándose más de la cuenta gracias a la super luna que estaba más cerca que nunca. Desperté a la mañana siguiente, seguíamos junto al jeep, Stiles finalmente logro comunicarse con Malia misma que nos vino a recoger luego de que una grúa se llevara a nuestro bebé. Entre suspiros entre al auto acomodándome en la parte trasera de este sin muchos ánimos, cerré los ojos. Las palabras que le había dicho a Scott seguían resonando en mi cabeza, una y otra vez.

— ¿Pueden arreglarlo? – Cuestiono Malia.

— No hay suficiente cinta en el mundo. – Dijo mi hermano.

— Deberían probar con algo mas que cinta de embalaje.

— El alternador no sirve, necesita bandas nuevas, la transmisión casi no sirve, los frenos prácticamente son metal sobre metal.

— ¿Cómo dejaron que llegará a ese grado?

— Hemos estado un poco distraídos por si no lo notaste. – Menciono Stiles. Limpie mis lagrimas rápido dejando salir un suspiro pesado.

La chica StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora