T5B: Capacidad para mentir

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¿Darse por vencidos? Después de lo que acabo de ver esa palabra no esta en nuestro vocabulario, escuche los gruñidos provenientes del interior, las quimeras deben estar aquí, maldito Theo, como lo odio

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¿Darse por vencidos? Después de lo que acabo de ver esa palabra no esta en nuestro vocabulario, escuche los gruñidos provenientes del interior, las quimeras deben estar aquí, maldito Theo, como lo odio. Liam continuaba intentando cruzar la barrera de serbal, no estaba funcionando y no va a funcionar. Me incline sobre uno de los guardias tomando desde su bolsillo una llave y la radio mismas que entregue a Scott. Curve mis labios en una sonrisa dándole un fuerte golpe en el rostro al mismo guardia que estaba reaccionando, dejando nuevamente a este inconsciente.

—  ¿Alguien puede revisar la unidad cerrada? Necesito un reporte de estado.

— Es una zona de guerra.

—  Recibido ¿Y los pacientes? ¿Y Lydia Martin?

¿Quién habla?

—  L...la unidad nueve. – Golpee mi frente contra la pared.

— No hay unidad nueve ¿Quién habla? ¿Quién eres? – Negue un poco al ver como este rompía la radio.

—  Encontraremos otra manera de ingresar a la unidad cerrada.

—  Scott ¿Cómo pasamos el serbal?

—  No sé, pero alguien más podría ayudarnos.

— ¿Quién? – Cuestiono Liam.

— Meredith... - Aprete los labios antes de comenzar a ir tras Scott, esperaba que Meredith estuviera cuerda, después de todo lo que paso con ella, dudo mucho que sea de ayuda. Buscamos por las habitaciones hasta encontrarla, abrí la puerta usando la tarjeta, ella estaba de espaldas. – Meredith, Meredith soy Scott, Scott McCall. – Scott giro la silla, estaba completamente ida, pálida y parecía muerta. Scott sostuvo su mano, esperando que eso sirviera de algo. - ¿Me escuchas? Necesitamos tu ayuda, queremos encontrar a Lydia, la sacaremos de aquí.

— Scott creo que deberíamos irnos. – Menciono Liam.

— Meredith escucha, debe haber una manera de llegar a Lydia, no podemos superar el serbal ¿Cómo la encontramos?

— Scott... - Susurre bajito. – Liam tiene razón, tenemos que irnos. – Scott se puso de pie para salir con nosotros, Meredith sostuvo su mano para evitar que continuara. Fruncí el ceño al ver como esta guiaba la mano de mi mejor amigo hacia su nuca.

— Podría lastimarte. – Gire la mirada, eso siempre era desagradable de ver aun para alguien como yo. Scott clavo sus garras en el cuello de aquella pobre chica. Me quede apoyada contra la pared, eso seria largo y no podíamos hacer demasiado, más que esperar.

— June... tenemos problemas. – Dijo Liam, gire la vista escuchando el corazón de gente acercarse, perfecto. Le hice una señal para que se apartara de la puerta, gruñí lanzándome sobre esos guardias empujando a estos contra la pared antes de volver a cerrar la puerta y terminar rompiendo el lector. Deje a Liam y Scott encerrados dentro, soy la protectora de mis amigos. Rugí con fuerza mostrando mis colmillos y mis ojos. Golpee con fuerza el pecho del camillero de cabello blanco, lo tome de la ropa arrojándolo contra la puerta. Esquive el golpe de uno de ellos sosteniendo con fuerza su brazo para terminar dejando un fuerte golpe en su rostro, lo cargue sobre mi hombro alzando a este hasta tumbarlo en el piso, solo escuche el sonido de su espalda contra el suelo. - ¡June! – Me di la me media vuelta al escuchar el grito de Liam viendo a un sujeto exageradamente grande avanzar hacia mí.

La chica StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora