T3A: Dominado.

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Me seguía sintiendo culpable por no haber podido salvar a papá, ni siquiera era capaz de ver a mi hermano a los ojos

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Me seguía sintiendo culpable por no haber podido salvar a papá, ni siquiera era capaz de ver a mi hermano a los ojos. Ayudamos a Lydia que mantenía una pequeña herida en su cuello, luego de estar más calmado, nos encontramos con Allison y su padre, además de Isaac, nos contaron que habían matado a otra maestra que había vomitado muérdago. Isaac se acerco a mi para poder limpiar la sangre de mi rostro antes de apretarme entre sus brazos. Nos quedamos un rato así antes de que Scott me hiciera una seña, iríamos con Derek. Afuera el clima estaba empeorando, el viento era más fuerte de lo habitual y los truenos resonaban a lo lejos, ya arriba del jeep nos quedamos en silencio, Stiles apretaba con fuerza el volante. Al llegar a casa de Derek comenzamos a contarle con detalle todo lo sucedido. Le contamos hasta lo último y ante su indicación terminamos escondidos tras una pared. Logré reconocer la voz de esa mujer, su asqueroso aroma. Scott me apretó con fuerza entre sus brazos para evitar que saliera corriendo hacia ella mientras que Stiles uso sus manos para cubrir mi boca.

— ¿Derek? ¿Derek donde estas?

— Aquí.

— Ay gracias a Dios. Paso algo durante el recital, en la escuela. Necesito decírtelo antes de que te digan algo, antes de que te lo digan ellos.

— ¿Quiénes?

— Scott, Stiles, June. – Mis ojos cambiaron regresando a la normalidad, quería cortarle la cabeza. – te van a decir cosas, cosas que no puedes creer, debes confiar en mi. Confía en mi.

— ¿Qué sucede?

— No los escucharás, prométemelo.

— Lo prometo. – No puedo creer que Derek se haya metido con esa enferma.

— Ya están aquí ¿O no? – Esa era nuestra señal para aparecer, salimos avanzando hacia donde ella estaba. - ¿Y? te lo dijeron ¿Verdad? Que yo me lleve a las personas. – Sostuve la mano de mi hermano que al igual que yo tenia sus ojos llorosos.

— Le dijimos que eres la que los ha matado. – Dije apretando los dientes.

— Oh por supuesto, cometo sacrificios humanos, les corto el cuello. Si probablemente lo hago durante mi almuerzo así que puedo volver a dar clases de ingles el resto del día. Eso tiene mucho sentido.

— ¿En dónde esta mi papá? – Cuestiono mi hermano.

— ¿Cómo voy a saberlo?

— ¡¿Dónde esta mi papá?! – Grite esta vez con algo más de fuerza. –

— Derek... dime que no crees nada de esto. – Derek y yo nos quedamos viendo a los ojos por un momento.

La chica StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora