T4: Luna oscura

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Siempre hemos cometido grandes locuras, todo el tiempo nos hemos metido en problemas, ahora una vez más estábamos volviendo a hacer travesuras, como en los viejos tiempos

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Siempre hemos cometido grandes locuras, todo el tiempo nos hemos metido en problemas, ahora una vez más estábamos volviendo a hacer travesuras, como en los viejos tiempos. Después de lo sucedido con el nogitsune y la muerte de nuestros amigos, las cosas tardaron un poco en regresar a la normalidad, pero nos estábamos adaptando de a poco e intentábamos llenar el vació que ellos habían dejado. Intercambiaba mensajes ocasionales con Isaac que estaba en un lindo apartamento con vistas a la torre Eiffel aprendiendo todo lo que podía del señor Argent, mismo que había estado bastante mal según el. No es para menos, perdió a su hermana, a su esposa, su hija. Su linaje completo se había perdido. Ethan se había marchado a Londres, o al menos eso es lo que Danny nos había dicho. Mi hermano había iniciado una relación con Malia, su primera novia, estoy feliz por el, Malia es una gran chica, algo extraña y ruda, pero es amable a su manera. Yo seguía en mi relación con Parrish, que poco a poco comienza a volverse más estable. Aunque bueno tan solo llevábamos unos cuantos meses juntos y las cosas estaban marchando mejor que nunca.

Ahora estábamos en el jeep camino a México, si a eso me refería con el tema de los problemas. Por alguna razón que aún no logro entender estábamos buscando a un desaparecido Derek, le habíamos perdido la pista hace unas cuantas semanas cuando encontramos su loft echo un desastre y sin señales de él por ningún lado y claro no respondía ninguno de nuestros mensajes. El plan era infiltrarnos en un club de las calaveras para buscar pistas que nos pudieran llevar hasta Derek. Logramos infiltrarnos en el club, teníamos que pasar de ser percibidos dentro de ese lugar lleno de cazadores de hombres lobo, era una mala idea, no solo mala, era pésima. Los ratones directo a la boca de los gatos, listos para ser devorados y los ratones somos nosotros, es obvio. Ingrese a ese lugar, me quede en un rincón camuflándome con el resto de las personas, bebiendo algunos shot de tequila, varios en realidad, no iba a embriagarme de todos modos. Gire la vista a un costado viendo a mi hermano llegar junto a Lydia, bien hasta ahora vamos bien. Me metí a la pista de baile llevando conmigo una cerveza, quedé lo suficientemente cerca para escuchar a mi hermano, aunque la música no era de mucha ayuda. Comencé a bailar al ritmo de la música, voltee viendo a Malia, a Kira y Scott, todos estábamos aquí y hasta el momento estábamos bien. Me acerque hacia las chicas al escuchar que ya sabían de nuestra presencia. Continue bailando cerca de ellas riendo un poco ante el extraño baile por parte de Kira, le hice unas señas a Malia, las tres terminamos bailando apretadas, ese baile se volvía intenso, bailar con mi cuñada y la novia de mi alfa es divertido. Gire encontrándome de frente con un atractivo chico latino, me di un par de bofetadas, debo controlarme, mi novio me espera en casa.

— ¿Están listas? – Susurre a las chicas, los calaveras nos rodearon, curve mis labios en una sonrisa antes de propinar un certero golpe en su garganta quitándole la respiración, seguido de un golpe en el rostro lo suficientemente fuerte para noquearlo. – Nada mal. – Me dije a mi misma antes de correr tras Scott, ingresamos por una puerta avanzando en silencio por un pasillo. Nos detuvimos al notar aquella espesa niebla artificial que comenzó a salir desde todas direcciones, comencé a sentirme algo mareada y la respiración me fallaba. Wolfsbane. Caí de rodillas comenzando a toser al no poder respirar bien.

La chica StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora