T4: Trastorno explosivo intermitente

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Una lista de muerte, ahora nuestras cabezas tenían precio

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Una lista de muerte, ahora nuestras cabezas tenían precio. Perfecto. Ahora mi cabeza vale 15 millones de dólares, podrían dármelos y usarlos para financiar la universidad. Matarme a mi misma y cobrar el dinero, eran mis absurdos pensamientos mientras conducíamos hacia la comisaria para enseñarle la lista de muerte a papá. Me había opuesto totalmente a eso, no quería que se preocupara más de la cuenta por mí. Al llegar ingresamos sin siquiera saludar al resto de los oficiales, incluso ignore a Jordan, ahora no tenia cabeza para nada más que eso.

— Es una lista de muerte. – menciono Scott una vez que puso la hoja frente a papá. – Una lista de criaturas para matar. Esto es solo una parte. Aun no decodificamos el resto.

— ¿Quién encontró esta lista?

— Lydia. – Menciono Stiles.

— ¿Cómo?

— La escribió, de hecho la transcribió, sin saberlo.

— Bangee

— Banshee. – Lo corrigió mi hermano.

— Eso dije ¿Qué son los números al lado de los nombres?

— En eso estamos. – Dije. – primero debes saber que el código se descifro con una clave.

— Espera ¿Te refieres a una palabra clave?

— De hecho, es un nombre. – Dije entre suspiros.

— Allison. – Termino Scott. Nos quedamos en silencio por un largo rato.

— Su nombre descifro un tercio de la lista. – Dijo mi hermano.

— Y creemos que hay otras dos claves. – Mencione.

— Lo cual nos dará el resto de los nombres. Bien. – Dijo mi padre sin dejar de ver la lista. - ¿Cómo obtenemos las claves?

— De la misma forma que obtuvimos el código. Lydia. – Continuo mi hermano. – fue a la casa del lago a intentar descubrir las otras dos palabras claves. – papá comenzó a buscar unas cosas poniendo sobre la mesa fotografías de las ultimas escenas del crimen, el asesinato de otras dos criaturas sobrenaturales.

— ¿No sabían nada de Demarco o Carrie? – Negamos. - ¿Y los otros dos nombres en la lista? Kayleen Bettcher y Elias Town ¿También son hombres lobos?

— No lo sé. – Dijo mi mejor amigo. – Deaton dijo que el Nemeton atraería criaturas sobrenaturales.

— ¿Aquí a Beacon Hills o al condado de Beacon? La población de Beacon Hills es de menos de treinta mil.

— Y disminuye. – Dije entre suspiros. Ganándome una mueca de desaprobación por parte de mi padre.

— Pero si hablamos del condado de Beacon entonces se trata de quinientas mil. – Dijo mi padre antes de sentarse. – De cuantos hombres lobo, banshees, kitsunes o lo que sea estamos hablando aquí ¿Y que pasa si la siguiente clave no descifra doce nombres si no cientos?

La chica StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora