T3A: La chica que sabía demasiado.

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Habíamos pasado gran parte del día en casa de Derek junto a Cora, ya era tiempo de volver a nuestra propia casa

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Habíamos pasado gran parte del día en casa de Derek junto a Cora, ya era tiempo de volver a nuestra propia casa. Íbamos en el jeep camino a casa, escuchando algo de música antes de que el celular de mi hermano comenzara a sonar, tome este para evitar chocar mientras conducía, cosa que claramente le molesto al tratarse de Lydia, sin más conteste esa llamada la que no tarde en poner en altavoz. Nos quedamos viendo para cambiar nuestro rumbo, ahora hacia la escuela donde al parecer las cosas malas pasan con más frecuencia, si pensaba que estudiar era una tortura, esto es mucho peor. Llegamos a la escuela bajando rápido para encontrarnos con Scott.

— ¿En donde esta? – Pregunte a Scott.

— Por aquí. – Dijo Allison.

— Lydia.

— Es lo mismo, lo mismo que la piscina, subí al auto para ir a un lugar totalmente diferente y termine aquí. Y te llame porque hay otro cuerpo.

— ¿Encontraste un cadáver?

— Aun no Stiles.

— Aun no ¿Cómo que aun no? Lydia se supone que nos llames después de encontrar un cuerpo.

— Ah no, no voy a hacer eso de nuevo. Ustedes encuentren los cadáveres ahora.

— ¿Cómo se supone que encontremos un cuerpo? Tu siempre encuentras los cadáveres. – Gire la vista al percibir un aroma, comencé a avanzar alejándome un poco de ellos viendo un cadáver sobre el letrero de la escuela.

— Chicos, encontré un cadáver.

Me acerque un poco más, la conocía, era una oficial. Trabajaba con papá. Comencé a sentir algo extraño en el estómago y ahora por alguna razón sentía miedo por mi padre ¿Si las siguientes tres victimas eran policías? No seria capaz de lidiar con algo así. Al día siguiente la noticia de lo ocurrido ya era sabido en toda la escuela, los morbosos de siempre se tomaban fotografías en donde el cuerpo había sido encontrado y otros tantos andaban paranoicos. Antes de entrar a mi siguiente clase busque a mi padre por toda la escuela siendo seguida por mi hermano que estaba igual de angustiado que yo. Nos quedamos tras un pilar vigilándolo de cerca. Una vez que este nos vio intentamos darnos la media vuelta para irnos.

— Oigan, oigan, oigan. Vengan acá. – Nos dimos la media vuelta quedando frente a el. – Se que están pensando, se que tienen todas estas ideas sobre patrones y personas muriendo de tres en tres.

— Papá, asesinadas ¿Si? Sacrificadas de hecho.

— Stiles, tengo a la mitad del estado, incluyendo al fbi trabajando en eso. No mataran a un policía y se saldrán con la suya.

— Papá, mataron a Tara ¿Sabes cuantas veces nos ayudo con la tarea cuando teníamos que esperarte? – Trague saliva.

— Oigan, vayan a clases. – Nos regaño antes de irse con el director de la escuela.

La chica StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora