¿cuánto cuesta esa tortuga en la ventana?

capítulo 14

Solo unas pocas palabras antes de que empieces la lectura de este capítulo.

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Ataque de productividad por estrés activado.
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De repente, el sonido de murmullos silenciosos y movimientos furtivos salió de la nada y los ojos de Mikey se abrieron frenéticamente, su corazón latía con fuerza en su pecho cuando se dio cuenta de que estaban tratando de tomarlo desprevenido nuevamente. Trabajó desesperadamente para controlar su respiración entrecortada con la vana esperanza de que no se dieran cuenta de que estaba despierto y lentamente, con cuidado, trató de moverse para ver dónde estaba la amenaza. Lo que le llamó la atención lo dejó boquiabierto por la sorpresa y luego por un alivio abyecto cuando se dio cuenta de que en realidad solo eran sus hermanos tratando de guardar silencio mientras cambiaban de turno.

Leo le lanzó una mirada de disculpa

-Oh, lo siento, Mikey, no queríamos despertarte

dijo en voz baja.

-Sí

murmuró Raph,

-realmente no estoy acostumbrado a que tengas el sueño tan ligero. ¡Es extraño! Quiero decir, solías dormir mientras yo tocaba la batería.

Mikey hizo una mueca. ¡Así que no es cierto! Nadie, ni siquiera los muertos, podían dormir con todos esos golpes y choques, pero no tenía sentido decirle eso a Raphael a menos que quisieras que te diera un puñetazo en la cara o algo así.

-Entonces, eh... ya que estás despierto de todos modos, quería probar algo contigo

ofreció Leo vacilante.

Raph gimió y Leo le lanzó una mirada.

-¿Qué? ¡No dije nada!

Raph replicó a la defensiva, mirando a Leo y haciendo que Mikey sonriera levemente. La amenaza de violencia de sus peleas y discusiones hizo que su ritmo cardíaco se acelerara, pero por otro lado, la familiaridad era casi bienvenida, especialmente considerando lo que había despertado pensando.

-Y aun así sigues pensando que es una idea estúpida.

Raph sacudió la cabeza con firmeza:

-¡Nunca dije eso! Dije que hacerlo ahora mismo es estúpido cuando ambos claramente necesitan dormir. Solo han tenido unas tres horas, Leo, y Mikey probablemente hayan tenido menos, incluso si cuenta cuándo ¡Tuve que noquearlo antes!

Leo suspiró abatido.

-Eso es cierto, pero ambos estamos completamente despiertos ahora, ¿verdad, Mikey?

Mikey parpadeó con incertidumbre, sin estar muy seguro de lo que estaba pasando y Leo continuó:

-Y quién sabe cuándo tendremos otra oportunidad como esta en la que todo sea pacífico y no haya nadie alrededor que nos moleste en millas.

-Eh... ¿hola? La carretera rural concurrida está a solo un par de cientos de metros más o menos

replicó Raph, señalando con saña en la dirección general de.

-Y nuestra camioneta prestada está oculta a la vista. No hay razón para que nadie se detenga aquí

señaló Leo con calma.