capítulo 22

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No confíes en las palabras, confia en las acciones. La gente puede decir muchas cosas, pero sus acciones demuestran todo.

—desconocido

°°°

-Todavía no me gusta esto

Se quejó Leo preocupado.

-pero Donnie y Raph insistieron en ello.

'Sí'

Mikey parpadeó con impaciencia. Él ya lo sabía. Él estaba allí para la discusión. Después de todo, no era como si realmente pudiera irse.

-Raph y yo saldremos primero para ponernos en posición y vigilar. Cuando Donnie te abra la puerta, prométeme que te quedarás en la puerta y no pasarás de allí.

'Sí'

Mikey parpadeó de nuevo, desesperado por que Leo siguiera adelante para poder ver el cielo y respirar aire fresco antes.

-{Lo prometo}

golpeó entrecortadamente.

-Lo digo en serio, Mikey

insistió Leo nuevamente.

-Hay una gran caída a menos de un par de pies de la puerta. Si algo sucede, una ola extraña, un mareo repentino o cualquier otra cosa inesperada y te caes, nunca podrás sostenerte con esas esposas puestas y si estuvieras descubierto... No tengo que decirte cuán desastroso sería eso, ¿verdad?

-{Me quedo en la puerta}

le aseguró Mikey con un golpe con dos manos después de la primera o mientras miraba a Leo con impaciencia. Donnie le lanzó a Mikey una mirada inquisitiva.

-Vamos, Leo, vámonos. Ya has repasado las reglas cinco veces

dijo Raph, poniendo los ojos en blanco con impaciencia.

-El pobre niño ya ha esperado bastante y Donnie lo mantendrá a raya si se olvida

-Está bien

suspiró Leo de mala gana.

-Recuerda, sólo media hora por esta noche, luego vuelves a entrar y te alejas de la puerta sin discutir.

-{Ja, ja,}

Mikey tocó, dando un doble toque después del primer sí nuevamente.

-Después de todo, todavía tenemos una misión en la que trabajar esta noche también.

-{Por favor, L. ¡Necesito salir!}

golpeó desesperadamente, deseando que Leo se pusiera en marcha ya. Cuanto antes lo hiciera su hermano, antes obtendría algo de alivio.

Sonriendo indulgentemente mientras Raph se giraba y alcanzaba la puerta, Leo le indicó a Donnie que se acercara.

-¿Ves lo que quiero decir con que su técnica falla cuando se impacienta?

murmuró.

-No sólo el tiempo aceleraba y desaceleraba al azar, sino que también había golpes extraños que no tenían sentido.

Mikey frunció el ceño.

- {Puedo oír bien}

acusó con tristeza.

Donnie se rió entre dientes, apagó la luz y ahuyentó a sus hermanos. Un momento después, se sentó junto a Mikey en la oscuridad.

-No se equivocó, ¿sabes? No solo estabas acortando palabras otra vez y tu tiempo no fue consistente, sino que también hubo un doble toque extraño que no tiene cabida en el código Morse. ¿Hubo alguna razón para eso?

¿cuánto cuesta esa tortuga en la ventana? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora