¿cuánto cuesta esa tortuga en la ventana?

capitulo 16: el umi ryuu parte 2

Cuando Mikey se despertó de nuevo, todavía le dolía todo y el terrible dolor de cabeza de antes todavía estaba presente, pero se sentía mucho mejor que antes. Sin embargo, todavía estaba exhausto y no pudo evitar bostezar ampliamente, casi dislocándose la mandíbula en el proceso.

-Oye, ¿te sientes mejor, Mikey?

Mikey giró lentamente la cabeza para ver a Raph sentado a su lado en el suelo junto al colchón y parpadeó una vez lentamente. Luego giró la cabeza hacia el otro lado para ver a Donnie dormido a su lado ya Leo al otro lado de Donnie.

Raph sonrió con fuerza.

-Ellos también estaban exhaustos, así que les dije que los vigilaría.

explicó en voz baja mientras Mikey luchaba por sentarse sin molestar a Donnie. Raph pronto se acercó para ayudar.

-Donnie dijo que te diera más agua si te despertabas de nuevo. ¿Crees que podrías beber un poco?

-'¡Sí, por favor!

' Mikey parpadeó ansiosamente, desesperado por más del preciado líquido. ¡Aún hacía tanto calor aquí! Aunque al menos parecía mejor que el día anterior, tal vez solo se debía a que sus hermanos estaban aquí con él.

Raph se dio la vuelta, jugueteando con algo por un momento y luego Mikey escuchó el sonido del agua que se vertía antes de que su hermano se volviera hacia él sosteniendo una taza y lo ayudara a beber. Mikey se sintió avergonzado por la necesidad de que lo ayudaran como a un bebé, pero lo soportó sin discutir.

-Deberías dormir un poco más ahora

murmuró Raph cuando Mikey terminó la taza.

'No'

Mikey parpadeó. Todavía estaba limpio pero no tenía sueño y de todos modos, estaba harto de dormir. Todo lo que quería en este momento era la compañía de su hermano, así que se arrastró con cautela fuera del colchón y se acercó a un Raph alarmado, apoyándose contra él.

-¿Qué-qué estás haciendo?

Mikey se acurrucó más cerca, buscando el consuelo y la calidez que sabía que Raph brindaba en raras ocasiones, pero siempre en momentos de gran necesidad.

dojo o incluso la cocina que tenía. tenía un extraño sentimiento protector. Todo lo que podía imaginar cuando pensaba en su hogar era la perrera fría y sin rasgos distintivos en la que había vivido durante gran parte del último año y los horrores del complejo Foot. Se retorció ansiosamente en el agarre de Raph y abrió los ojos de golpe, no queriendo recordar más ese lugar.

-Realmente deberías tratar de dormir más, Mikey, necesitas descansar para sanar.

'¡No!'

Mikey parpadeó con urgencia hacia Raph.

-¿Qué quieres decir con que no? No, no necesitas descansar...

Mikey parpadeó dos veces de nuevo.

-... o no, ¿no quieres dormir?

'Sí'

parpadeó.

-Tan malo, ¿eh?

'Sí.'

-¿Pesadillas?

Con los ojos muy abiertos por el alivio de la sorpresa, Mikey volvió a levantar la mirada y miró fijamente la cortina que dividía el contenedor de envío por la mitad.

Cautelosamente, se liberó de los brazos de Raph y se sentó. Realmente no quería ir allí para volver a visitar su infierno personal, pero... se apartó de Raph, parándose inestablemente a cuatro patas, y luego comenzó a caminar hacia él.

-¡Oye! ¿Por qué vas para allá, Mikey?

preguntó Raph con repentina alarma.

Mikey volvió la cabeza hacia él, parpadeando seis veces. Por un momento, Raph pareció perturbado, casi traicionado y la culpa amenazó con inundar a Mikey cuando se dio cuenta de que eso era lo último que le había 'dicho' a Leo antes de que lo capturaran y lo arrastraran de nuevo. Miró a Raph suplicante, rogándole mientras trataba desesperadamente de no moverse en el lugar y una expresión de derrota se posó en el rostro de su hermano.

-Cierto... cuando tienes que irte, tienes que irte

murmuró Raph.

-pero el baño está por ahí

dijo, señalando en la dirección opuesta a una sección oculta creada por una fila de cajas y cajones.

Mikey parpadeó confundido pero se dio la vuelta y siguió el camino que le indicaba Raph, tambaleándose inseguro con cada paso que daba. De repente, oculto a la vista de sus hermanos, Mikey se congeló mientras miraba un inodoro químico demasiado grande. Que... no pudo usar. Demonios, ni siquiera tenía espacio para darse la vuelta. La perrera puede haber sido enorme, pero a diferencia de su Alfa, estaba atrapado a cuatro patas, lo que lo hacía más largo que el ancho de la perrera. Derrotado, Mikey comenzó a retroceder dolorosamente y caminó hacia la cortina.

-Espera, ¿por qué estás pasando por ahí?

Mikey se detuvo en seco antes de mirar hacia atrás en dirección al baño portátil. Luego levantó una pata ligeramente y la miró deliberadamente.

-Oh... cierto... no puedes usarlo

se dio cuenta Raph con un escalofrío.

-Tú, eh... ¿quieres algo de ayuda entonces?

'¡No!' Mikey se sonrojó furiosamente. Simplemente seguiría usando el arenero. Al menos con la cortina cruzada, tendría algo de privacidad... Siempre podría señalar la cámara más tarde y esperar que Donnie hiciera algo por él. Tomando una respiración profunda para armarse de valor, Mikey empujó más allá de la pesada cortina y se atragantó con el hedor del otro lado. ¡Santa mierda, pero el hedor del animal muerto dejado pudrirse en el calor del sol era abrumador en este lado!

Con los ojos llorosos y parpadeando, Mikey se dio cuenta de que había olido el aroma todo el tiempo, pero no había sido lo suficientemente fuerte como para notarlo antes y se preguntó qué era. Entonces... vio.

Perrera.

Había venido por él una vez más y Mikey todavía estaba atrapado aquí con él.