El final de la estudiante de honor académico en Hogwarts, Hermione Jean Granger, dio un giro inesperado cuando abandona el ministerio a sus treinta y seis años y se presenta como profesora en el colegio Hogwarts de magia y hechicería.
Años después H...
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Léa Malfoy
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Hermione tenía una respiración tranquila lo que indicaba que estaba en un profundo sueño, yo en cambio seguía en la misma postura desde que me acomodé junto a ella.
No podía dormir.
Eran altas horas de la madrugada y todo estaba hundido en un sordo silencio que llegaba a ser hasta molesto. Me pregunté dónde dormirían aquellos nuevos invitados, si estarían en esta misma planta o en las inferiores, si quizá se habían echado atrás dado a nuestra situación tan complicada o si es que padre continuaría con esto sin ni siquiera dar alguna explicación de porqué este cambio tan repentino.
Definitivamente no estaba preparada para algo así, tampoco es que quisiera estarlo por muy egoísta que sonase. No podía imaginarme a una mujer tomando de la mano a mi padre aunque quizá sí a él eso...
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando unos toques secos sonaron en la puerta, rápidamente tapé un poco más a la mujer que descansaba en mi cama y me puse la ropa por encima de la interior. Entreabrí un poco la puerta y pude ver a aquel rubio de ojos grises descansando su cabeza en el marco de la puerta.
—Léa yo...– murmuró mientras se pasaba la manga de la camiseta arrugada por los ojos completamente húmedos y rojos.
Salí de la habitación, hice un sonido con la boca y envolví con mis brazos al chico, él se aferró a mí con toda su fuerza mientras se dejaba descargar en mi hombro.
—¿Es tan difícil que por una vez se ponga de nuestra parte, no puede entender que algo así no es fácil?— lo apreté aún más ante sus palabras.
Y aunque él siempre había tenido palabras de consuelo para mí, yo esta vez no tenía nada reconfortante que decir ya que me encontraba igual de perdida que él.
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—Volveremos la próxima semana de vacaciones— le informé mientras que ella acomodaba su pantalón.
—¿Vuestro padre os dejará?— metió su camisa en el pantalón.
—A estas alturas no creo que hagamos mucho caso a lo que diga, además no creo que tenga algo que reprochar— apoyé mi cuerpo en la pared mientras veía como mi profesora se ponía la ropa en mi habitación.
Cuando Hermione me mandó una nota en mitad de la noche preguntándome donde estaba, le conté que me encontraba en la habitación de Scorpius haciéndole compañía mientras dormía y aunque ella no me presionó tuve la necesidad de contárselo todo cuando volví a la habitación a primera hora de la mañana.
