El final de la estudiante de honor académico en Hogwarts, Hermione Jean Granger, dio un giro inesperado cuando abandona el ministerio a sus treinta y seis años y se presenta como profesora en el colegio Hogwarts de magia y hechicería.
Años después H...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
------------------------------
• Querer •
Es una palabra relacionada con el deseo. Cuando decimos que queremos algo nos estamos refiriendo a que nos apetece eso, a veces incluso podemos desearlo o ansiarlo.
Para mi, querer y desear son dos cosas completamente distintas, pero que a la vez se complementan a la perfección. Podía desear algo y no quererlo, solo de manera momentánea. Pero si quería algo, también lo desearía y probablemente lo haría con muchas ganas. El amor da paso al deseo, y el deseo puede convertirse en amor, o no. Eso depende de la conexión que puedas llegar a sentir.
En un principio había deseado a Hermione y como era obvio, la quería para solo un rato, una atracción que juraba que sería pasajera. Con tan solo besar sus labios y recorrer su cuerpo una sola vez me bastaría, no volvería a necesitarla.
Pero me equivoqué, porque mi deseo se fue desarrollando poco a poco. De una simple atracción, pasó a una mucho más mayor, porque no me bastó con probarla una sola vez, al contrario, necesité más de ella, y por ello mismo me ofendió tanto su rechazo. Comencé a conocerla mejor y mi admiración y apreciación por ella fue más allá. Un vínculo invisible y una conexión inevitable se afianzó entre nosotras, y siendo sincera, no se bien en qué momento ocurrió, pero pasó, y ya no era solo atracción lo que sentía por ella, ya eran leves cosquilleos que me revolucionaban en mi interior, sentimientos mucho más complejos y que no lograba entender del todo.
Comencé a querer a Hermione y no para algo momentáneo y físico como en un principio, comencé a quererla de una manera que me hacía estar tranquila y feliz cuando ella estaba cerca, la quería junto a mi y me molestaba cada vez que la veía marchar y cuando frente a los demás, cara a el día a día, tenía que hacer como si simplemente fuese una alumna más para ella y ella otra profesora más para mí.
«Querer» da lugar a emociones profundas, a conexiones reales que pueden sacar nuestra mejor versión siempre y cuando sea mutuo y sano. El amor no se basa en solo querer, hay mucho más tras eso, un mundo lleno de experiencias que nos completan y nos hacen querer más, porque cuando quieres algo de verdad, lo cuidas y nunca te cansas de ello, siempre deseas más. Porque desear no es malo, es otra emoción más que puede derivar en distintos sentimientos, aunque creo que no debemos confundirlo con querer.
Hay una emoción mucho más grande que siempre me ha dado vértigo pronunciar y es «Amar». Otra emoción que deriva de querer, otro lado lleno de acciones incondicionales y que nacen del alma.
Quería a Hermione, eso lo tenía claro. Pero nunca había amado a alguien de aquella forma y no sabía realmente lo que se sentía al hacerlo. Quizá ya lo estaba haciendo, puede que el sentimiento tan profundo y sincero que sentía hacia Hermione fuese la consecuencia de amarla, pero no lo sabía. Aún me faltaba mucho más que aprender junto a ella, miles de emociones y experiencias más que nos faltaban por descubrir y sentir juntas. Tenía la seguridad y la certeza de que Hermione siempre estaría ahí para guiarme como siempre había hecho, tomándome de la mano y dejando que yo llevase el ritmo, sin presión, pero con la seguridad de que tenía a alguien a mi lado que no dudaría en sujetarme si me resbalaba o que me levantaría en el caso de caer.