(NOVELA ACTIVA)
El final de la estudiante de honor académico en Hogwarts, Hermione Jean Granger, dio un giro inesperado cuando abandona el ministerio a sus treinta y seis años y se presenta como profesora en el colegio Hogwarts de magia y hechicería...
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Léa Malfoy
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(DOBLE ACTUALIZACIÓN (2/2) HAY UNA PRIMERA PARTE, SI WATTPAD TE HA TRAÍDO AQUI ANTES, VE A LEER LA OTRA!!)
Observé los cuadros que había en un mueble grande que había en el salón. Hermione estaba en la cocina preparando las palomitas para ver una película y yo había decidido observar aquellas fotografías que habían llamado mi atención. Algunas, o más bien, la mayoría, eran de Daniel junto a su familia, el chico parecía venir de una familia muy numerosa, además también compartía algunas fotos en las que salía Hermione. El resto de cuadros, que eran muy pocos, pertenecían a Hermione. En uno salía junto a sus mejores amigos, Harry y Ron de pequeños, en otro salía ella sola recién graduada en Hogwarts y en la última estaba la gran familia que habían formado sus dos amigos junto a ella.
Tomé en la que salía ella sola y observé lo sonriente que se veía. Estaba segura de que aquella joven Hermione no se esperaba las vueltas que daría su vida, y mucho menos se imaginaría que cerca de cumplir los cuarenta años se encontraría tan perdida y fuera de control sobre sí misma.
Se supone que a una cierta edad ya debes tener tu vida formada, pero realmente no es así, para eso no hay edad. Las dudas siempre surgen, y nuestro barco puede perder el rumbo en muchas ocasiones, lo bueno es que nunca es tarde para comenzar de nuevo, para volver a tomar el timón de nuestro barco, no importa tú edad, lo importante es las ganas que le pongas a lo que estés haciendo, lo que está claro es que nada va a cambiar por arte de magia, y además, tú eres la única persona que puede salvarse a sí mismo , nadie va a venir a tomar tu timón por ti, y eso lo había aprendido muy bien.
Observé a aquella joven de pelo esponjado, y muchas preguntas tontas surgieron en mi cabeza. Como por ejemplo... ¿Qué hubiese pasado si ambas hubiésemos coincidido con la misma edad en Hogwarts? ¿Nos habriamos odiado? ¿Habríamos pelado en la batalla junta o en distintos bandos? ¿Hermione hubiese llegado a amarme al igual que ahora, o para ella hubiese sido algo imposible?
Me daba mucha curiosidad el saber cómo había sido la vida de Hermione todos estos años atrás, incluso me hubiese encantado formar parte de ella, aunque todo no es posible. Por lo menos habíamos tenido el privilegio de haber coincidido en Hogwarts, no de una manera común, como hubiese sido siendo compañeras de clase, sino más bien de algo más... Especial.
Sentí unas manos alrededor de mi cintura, Hermione apoyó la cabeza en mi hombro y observó la foto.
—Salgo muy sexy, ¿Cierto?— dije con una sonrisa canalla en su rostro. Yo sonreí y dejé la foto en su sitio, en cambio, me mantuve en aquella posición, colocando mis manos sobre las de Hermione.
