Mrs Baker Alonso's ❣️ Mireia Campdelacreu Ortega ❣️✅

Me cuesta esperar al nueve -013

º· 30 de marzo del 2022 ·º / madrugada.

02:30 a 04:00

Sasher Baker Lyon

Al llegar a casa, solo hago que pensar en ella, y aunque ya le he dado las buenas noches antes de irme de casa de Diane; necesito intentar saber de ella de nuevo, antes de dormir.

Abro el chat en WhatsApp y me releo un poco lo hablado hasta ayer... Antes de atreverme a decirle.

— No aguanto hasta el nueve.

Al enviarlo, noto como con ella me pongo y soy diferente, como si, estar alrededor de ella, se sintiera hogar, como si ella fuera mi persona correcta.

Los momento antes de que lo mire, mi pulso tiembla y mi corazón vuela de nervios. 

— ¿Por nuestra quedada? — y me sale leerlo en coqueteo, tampoco me ayuda que segundos después de leerlo, me envíe, un sticker de un guiño.

— Sí.

>> — Aunque tampoco quiero que se acerque el momento de que te vayas, y te irás una semana después.

— Pero volveré en verano. Y me quedaré los tres meses.

Sonrío y le mando un corazón naranja.

En honor al apodo por la que la llamo. 

La llamo y le digo cuando lo coge y no dice nada.

—Sabes bien, que esperaré como quedamos al nueve aunque me cuesta esperar, ¿Verdad?

Ella asiente en un sí en susurro y me parece muy tierna. Luego, me dice unas, buenas noches, por segunda vez y colgamos.

Bajo el nórdico un poco y me meto en la cama, sin pijama ni desvestirme, del cansancio que llevo encima, pero hablar con ella era más importante que un cambio de ropa. 

Al cerrar los ojos, me cuesta quedarme dormido porque solo hago que seguir pensando en ella y en lo que en un futuro me gustaría que fuéramos. Una familia de ocho.

Al final, cuando me quedo dormido del todo, sueño... Y nos veo, en Grana, con un niño llamado Callum. Y dos niñas, Nea y Denna.

Acabando soñando en otro niño que sorpresivamente acaban siendo dos, Aiden y Drake.

Y un gato llamado Miss Shifoo. 

Al despertar son las diez menos cuarto, y remoloneo hasta las once, que es cuando me levanto, desayuno, me visto y salgo a correr por Génova.

Y me cruzo con las chicas, como esa vez.

—¿De nuevo volviendo a casa?

Ellas sonríen y luego niegan.

— Vamos a lo de Cara a por Greg y a comer a lo del tío. 

Asiento y me despido de ellas, para seguir corriendo esa media hora que me queda de rutina. Al cruzar la esquina me cruzo a Joás y va con Alessandra.

— Hola chicos.

—Hey Sasher, cuantos días.

—Cosas de la vida, chicos.

— O Daven...

Deja caer por lo bajo Joás. 

Sonrío y me despido de ellos para irme a casa. Llego a casa justo de aire y con el cuello seco y áspero.

Bebo un trago de Tang de naranja y me ducho.

Luego, al coger el móvil, me encuentro que Daven me ha enviado un guiño poco después de habernos cruzado y me río, porque ya se va soltando conmigo y me estoy enganchando todavía más, de lo que nos flechamos al chocar. 

Le respondo con una sonrisa y un.

—¿Y si, nos vemos?

Luego, hablo con Joás y le llamo mamón, por lo que ha dejado antes, de Daven. 

Su luz se enciende, y los nervio previsualización de su mensaje vuelven a mi piel, sonrío a su aceptación y salto de la silla de la cocina para salir hacia la puerta del restaurante de su tío, donde me asegura que aún siguen ahí.

Cuando llego, suspiro y le envío un, dime quién te espera afuera... La veo sonreír y mirar hacia afuera, cayendo en mi persona y habla con su prima antes de levantarse y acercarse a mí.

—No podía resistirme a no verte de nuevo, te estás volviendo parte de mí, naranjita.

Ella me sorprende rodeándome el cuello con sus brazos y colocando una mano en el, acercándome a sus labios y rozándolos.

—¿Por qué no lo haces ya?

Eso es suficiente para que mis ganas de besarla que estuve reteniendo, se desaten. La acerco más a mí, con una mano en su cintura y la otra en su mentón.

Luego nos miramos a los ojos y ella asiente, suficiente. Uno nuestros labios y una sensación conocida, pero a la vez diferente estalla entre nosotros. 

Luego de este beso, entramos, y me acopla a ellos, que encantados me saludan, y Diane, vacila a Daven, entre miradas y susurros.

Con el sonido de sus risas aun en mi mente, la miro sonreír y deseo que no se vaya.

Sin darnos cuenta, sentados de lado, vamos acercando nuestras manos y las unimos, por debajo la mesa, dándonos un apretón.

Nos miramos y sonreímos, luego, acabamos, y nos levantamos, ya que yo, he comido poco por el hambre casi inexistente que tenía.

Al salir, me despido de ellos y empiezo a andar, calle arriba. 

Al poco de andar, a diez pasos de salir de sus visiones, siento como algo impide mi continuidad y como una mano sostiene una de las mías y me giro con cuidado para verla muy cerca de mí.

— Tú, te vienes conmigo.

Me da un beso veloz y me hace seguirla los pasos hacia el coche de Diane, que se la mira sorprendida.

Como ahora estoy yo, que no me creo que se haya atrevido a hacer eso, y menos que lo haría delante de todos. 

Cuando llegamos al coche, me hace entrar a mi primero y luego se sienta a mi lado.

Cuando todas las puertas se cierran, todos los cinturones están atados y ella me mira y me besa con anhelo de más, Diane arranca. 

Al llegar a la casa de Diane, y bajar del coche, todos suspiramos, luego de lo llenos que hemos quedado y del tiempo de coche.

Al entrar todos en cadena nos tiramos al sofá, no literalmente y Greg enciende la tele.

Daven a mi lado, se duerme a los cinco minutos de estar en el sofá y en un movimiento, deja caer su cabeza en mi hombro derecho y se hace bola.

En la televisión no hacen nada interesante y verla así, me duele hasta a mí. Me acerco a Greg y le digo que subo a Daven a su cama.

Ellos asienten, y yo la cojo en brazos. Siento al dar unos pasos como ciñe su agarre en mi cuello, y me hace sonreír. 

Cuando llego a su cama temporal y la acuesto bien, ella abre sus ojos un momento para mirarme y me susurra que me quede a su lado.

Rodeo la cama y le cumplo su petición y ¡Mierda! Que bien se siente, sentirme y estar cerca de ella.

Me quedo adormilado mientras la miro y en un medio abrazo que me da, me duermo.

No sé cuanto tiempo pasa hasta que nos despiertan, lo que si puedo ver es que ya es bastante oscuro en la calle.

Diane me dice que si quiero puedo quedarme a dormir también y veo como a su prima le entusiasma la idea, de que me quede y entonces acepto.

Todo por pasar más tiempo al lado, de mi futura chica y la que se me irá del lado en unas semanas.

1218 palabras.