Mrs Baker Alonso's ❣️ Mireia Campdelacreu Ortega ❣️✅

Todo mejor, si tú estas- 021

º· 05 de abril del 2022·º

Daven McClaire Alonso

El día de ayer, estuvimos haciendo día de motel, solo salimos a media tarde a dar una vuelta y a cenar a lo de Aloose.

Mi mente solo puede estar con la nonna, pero no quiero dejar de vivir lo que estamos viviendo y si volviera, aunque me entenderían, la nonna me regañaría por pasar una oportunidad.

—¿Vas bien Davs?

Miro a Sasher y muevo los hombros y hago un intento de sonrisa que se pierde en una mueca final.

Él se agacha sosteniéndose con una mano en mi hombro derecho y me acaricia una mejilla con la otra que le queda libre.

—¿Quieres volver? — niego.

>> — Pero Daven... A lo mejor te haría bien. Podemos ir a esa cita otro día más tarde.

—Si lo dejamos para más tarde, quizás ya no podamos ir.

—Pues adelantémoslo, porque verte así me mata, quiero poder hacer que aunque el dolor no se vaya, porque no se irá, permanecerá y tendremos que aprender a vivir con ello, quiero poder sostenerte, seguir a tu lado y que ten sientas segura conmigo.

—Está bien.

Lo miro a los ojos y me ayuda a ponerme de pie y nos besamos.

Recuerdo cuando, la otra noche le dije al interrumpirle que aceptaba ser su novia, al adivinar que era lo que me iba a pedir.

—¿Quieres llamarla?

—Quizás a la noche.

Asiente y seguimos andando. Hemos estado sentados en un banco del puerto marino. 

Fuimos calle abajo, yéndonos al centro rústico y medieval, haciendo turismo.

Nos hicimos unas fotos y las subí al acto a mi blog, las primeras siendo dos en uno.

Él me sigue y le da al corazón, y me sonríe, besándome la punta de la nariz, haciendo que me sonroje.

Luego de guardar mi móvil, él me coge una mano y andamos cogidos, hay niñas que nos lanzan miradas, en las que me fulminan y de las que yo, paso.

Que un nene sexy, guapo y delicioso, encima de buena persona a niveles extremos, me haya elegido, no es mi culpa.

Ho vinto ragazze 

Luego, nos paramos a comer, y llamémoslo suerte o lotería, nos lo llevamos gratis, al invitarnos la general.

Luego al salir, volvimos al motel y me cambié.

—¿Hoy o mañana? — con mirarle a los ojos, sonreímos.

—Mejor mañana y nos pasamos todo el día.

Asiento, y me tiro de espalda a la cama, quedando tumbada con los brazos estirados, pareciendo una estrella o una cruz.

Se ríe y se tira a mi lado, reímos y luego se pone de lado, con una mano en mi cintura y rodeándola con ese mismo brazo y al mirarnos nos relamemos los labios.

—Daven...

Nos quedamos en silencio y yo me relamí el labio inferior y él me estrechó contra sí.

Haciéndome notar, que si no frenábamos, íbamos a proceder a lo que no habíamos hecho juntos aún. 

—¿Qué?

Aprieto los labios y mirándole sonriendo y sacando lengua, me echo encima suya, quedando sentada en su cintura.

—Tú quisiste.