º·23 de marzo del 2022·º
Daven McClaire Alonso
Cuando me despierto sonrío, a medias porque también me aborda la vergüenza. ¡Pobres de mis primos y de Sasher!
Me pregunto si hice mucho el ridículo; cuando me pongo de lado me zumba la cabeza y me tengo que recostar. Ya en la cocina, los saludo a todos.
—Hola gente.
—¿Cómo has dormido prima?
— Eso naranjita, diles como has pasado la noche.
Lo miro con los ojos entrecerrados y digo un bien seco, pero mi mente me dice. Me susurra en un reproche.
— Arréglatelas como quieras, pero él es tú para siempre y lo tienes en el bote.
Recuerdo que luego de desmayarme y quedarme dormida, soñé con algo y luego desperté húmeda y sorprendida; porque de soñar con el papanatas de Daniel, en como me arrancó el corazón con la pava esa de Zaragoza, con la que me metió los cuernos y la que se ha traído a nublarme la vista y de mandarlos a donde fue a picar la pava... soñé con que él y yo nos dábamos pasión.
Pero de sueño nada, cuando desperté, él estaba a mi lado durmiéndose y me acompaño a beber coca cola, y al volver para la habitación él iba detrás de mí, y en una ocasión, demasiado cerca y rozamos piel.
La mía se erizó y me estremecí, temblando por tremenda conexión y la química que tenemos.
Cuando llegamos a la puerta, él me da la vuelta y me besa, así, directamente y sin rodeos... Y yo retrocedía dando pequeños pasos, llegando a chocar con el final de la cama. Chillé, a lo loco y él me tapo la boca para callarme, pero sonreí y le mordí.
— A mí no me calla nadie guapo.
— ¿A no?... Pues yo lo he hecho hace nada.
Entrecerré los ojos y me tiré a la cama y me hice la dormida, pero susurré un, cómeme ya hombre.
Me pasé de dos copas, pero parecía que hubiera bebido más... Él luego se tiró de un bomba va a mi lado y se puso a reír por lo bajo y me retiro a un lado unos mechones rebeldes que le quitaban visión a mi cara.
Nos fuimos acariciando y pasamos a los besos, dimos una vuelta y yo quedé encima de él, y me movía en círculos, tuvo que jadear para calmarse y yo seguía, pre juré que no pararía de lo que estaba disfrutando, pero luego vino eso, ese momento que recordaría hasta el fin de mis tiempos.
Él me cogió las manos y las puso en cada lado de su cadera y hizo a un lado mis bragas y dio su primer tacto... Tras muchos de mis suspiros y algún que otro insulto endemoniado, nos entregamos.
Y flipe con el gusto y lo preparados que nos notaba, era como si siempre hubiéramos estado para encontrarnos.
— Y pues, se quedó a dormir ya conmigo...
Diane me miraba sonriente y con su cara de pillina, como si la cosa de me lo encontré por el pasillo y me acompañó, no se lo hubiera tragado.
— Bien, pues ahora a desayunar que viene calor por delante y nos vamos de farra por pueblitos y a la piscina de la abuela Angolie.
Nos sentamos los cuatro en esa mesa redonda que tanto me gusta y me quedé embobada recordándonos mirando a una esquina de la pared.
— Vestiros... En veinte minutos en el jacuzzi.
Asentimos y salgo de la cocina tras susurrarle a mi prima.
— Que noche...
Y voy a la habitación riéndome, cierro la puerta sabiendo que si quieren, no sirve de nada y me pongo a mirar el armario.
— ¿Qué me pongo nena?
Me pregunto en voz susurrada y sigo igual; hasta que mi prima entra y me ve.
—¿Qué se te ha olvidado que ponerte? ¿O es que quieres impresionarlo?
—¿¡Qué!? ¿Perdona? No te escucho.
— Hazte la sorda todo lo que quieras, pero ambas sabemos que, aunque te duela Daniel, te has vuelto a enamorar.
Paré de mirar la ropa de seco y la miré a ella para luego sentarme en la cama y mirar por la ventana... Bien, ya tenía que asumirlo.
— Puede ser... Pero es pronto Dianies, él es mi magia, es... no sé, parece ser lo que complementa, un amor sano y me da miedo. Miedo a que pasará, porque siempre suele ser lo mismo conmigo.
>> — Tengo miedo de que nos jodamos... Porque desde ese choqué me pillé, y todo a sido bonito...¿Qué pasará el día que...?
Mi prima me calla y me tira un vestidito azul aire, y me maquilla al vestirme.
— No te he visto así ni por Daniel, Daven... Luchar, luchar porque sois clava'itos.
Salimos de la habitación y me choco de nuevo con él.
Me río y le hago la burla de sí, me estaba esperando y él el muy chulo va y afirma dejándome anonadada.
Al salir de la casa me dirijo al coche y me pongo en el conductor... Hoy se conduce. Sasher se sienta en el copiloto como si ahora yo formara parte de su aire.
Greg pone el GPS y entre ellos dos me guían, cuando llegamos a la playa favorita de mi prima, estaciono y sonrío, porque anda que no me estaba apeteciendo eso... Pero que lujo casa.
Y ella, teniendo spa...
Ya colocados, me quito el vestido y las chancletas que me puse antes de bajarme del coche y me arranco a trotar hacia el agua... encantada de mojarme y de lo a gusto que se está al rato de entrar. Ahogos, zambullidos, cosquillas, picadas, coqueteos.
Una hora después salgo y me tumbo boca abajo en mi toalla para esperar a comer.
A la hora de comer, me siento y me tapo las piernas con la toalla a lo poco que se puede y pido mi bocadillo de tortilla de patatas y mi lata de coca cola.
Sasher me puso crema cuando mis primos se volvieron un último rato al agua y yo me quise quedar a reposar. Y él se quedó conmigo.
Gracias, le digo cuando siento que acaba de masajearme, un gracias medio dormido.
No sé más que un raro sueño, hasta que Dianies me despierta para irnos.
1043 palabras.

ESTÁS LEYENDO
Mrs Baker Alonso's ❣️ Mireia Campdelacreu Ortega ❣️✅
Novela Juvenil{PUBLICADO EN PAPEL EN AMAZON} Daven es una recién graduada de la universidad que no se decide al próximo paso. En Italia, en una tarde de bares con su prima, se topa con Sasher. Con solo mirarse ya sienten una chispa recorrerlos. Tras algo, una aur...