º·08 de mayo del 2022·º
Daven McClaire Alonso
En cuanto estamos abajo y desayunamos sin compartir muchas palabras entre nosotros, salvo algún, buenos días, como estás, respuestas a esa pregunta y sobre el desayuno.
Luego papá vuelve a comentar de llamar al médico y me da por mirar el día que somos y veo que es domingo.
—¿Papá? Es domingo.
Cuando papá lo comprueba y se echa a reír, enganchándonos su ataque de risa.
—Bueno, mañana llamaré entonces.
Los demás asentimos, y él se fue a la terraza a tender ropa.
—¿Y cuándo vuelves a Italia Sash? — mamá está poniendo el lavaplatos y nosotros acabando de desayunar.
—Tenía pensado volver cuando estuvieras recuperada, pero veré según pasen los días.
Asiento y mamá se gira a mirarnos y me propone que me vaya con él. Y los tres quedamos en silencio.
—¿Mamá...?
—A ver princesa — mamá enciende el lavaplatos, se seca las manos y se acerca a nosotros sentándose a mi lado — ya ha llegado la hora, y papá y yo hemos comprobado que es el momento, que no estarás sola y que quizás, si no aprovechas ahora, se haga tarde. Llevas tiempo queriendo volver y papá y yo ya somos mayores y nos podemos valer solos. Te has enamorado, y tienes una luz que pierdes cuando no puedes ser tú o ciertas cosas y personas, no están contigo. Hay móvil y podemos comunicarnos, y puedes venir cuando quieras y puedas, princesa, vive.
Me masajeé los parpados y la abracé de lado y luego cuando ella se fue de la cocina, nos besamos.
—Tengo una pregunta que hacerte, pero no puedo ahora porque quiero prepararlo, así que, ¿Estás dispuesta a esperar? — asiento y volvemos a darnos tres besos seguidos antes de recoger mesa y irnos al baño a lavar los dientes.
Tras lavárnoslo, vamos a mi habitación y mientras yo ordeno por encima la habitación, él se recuesta en la cama, mirando su móvil, esperándome.
Cuando me coloco a su lado, lo observo sin decirle nada, adorándole hasta que me da por acariciarle su mejilla derecha y se gira a verme. Me susurra un te amo que me deja sin aliento por unos segundos y me coloco encima suya.
—¿A jugar?— me pregunta con un tono de ironía en su voz.
—No, vamos a arder — y al terminar de decírselo, me lanzo a él y le beso con ferocidad, sus labios me acogen al nanosegundo, mordisqueando el labio inferior con las paletas y meter lengua cuando entreabro los labios.
—Pero amor, ¿Y el tobillo qué?
—Tendré cuidado, te lo prometo mucho — él hace una mueca, pero sonríe y vuelve a besarme.
Empiezo a moverme despacio sobre él, y veo cómo pone los ojos en blanco y suspira, y me saca una sonrisa haciéndome sentir más viva.
Cuando en un par de movimientos, jadeamos a la vez, me froto más fuerte con nuestras partes y él me mira advirtiéndome con sus pupilas dilatadas al máximo y nuestro autocontrol desapareciendo.
—Tus padres...
—No pienses mucho y déjate llevar, sexy...
Luego de eso, me echo un poco atrás y posiciono una mano en su polla y muevo como si se tratará de un cambio de marchas.
—Nenaaaa...
—Mmm...
—Necesito...
Cuando capto lo que quiere decir, me bajo de él y cambiamos los turnos, el de coloca encima de mí sin aplastarme, y aguantándose con una mano en la cama, con la otra, juega con el principio del pantalón de mi pijama intentando bajarlo.
Cuando se nos escapan unas risitas, coloco mis manos por encima de las suyas y juntos, bajamos mis pantalones hasta que me quedan colgando en los tobillos.
Luego, nos volvemos a mirar y no hacen falta palabras, coloco mis manos en su pecho y las voy moviendo al compás de sus estocadas, enredándolas en su pelo y haciéndole más rulos con el paso de mis dedos, y el agarre. Luego voy bajándolas hasta su espalda y presionando.
Cuando llevamos unos minutos, pierdo el control de mis movimientos y solo vivo el momento. Gemimos y siento cómo empiezo a sentirme apretada.
—Creo... Qué... Queda... Poco para.
—Shh, no hables mucho — pide acelerando sus movimientos, arrancándome más gemidos donde me tiene que tapar la boca para silenciar un poco mi voz.
—Principessa, voy a correrme... ¿Dentro o...? — le interrumpo diciéndole que ahora mismo no puedo pensar y que haga lo que quiera.
Porque aunque seamos jóvenes, yo sé que siempre será él. Cuando siento que me estoy corriendo, siento cómo nuestras partes palpitan y tras segundos, él se deja caer en mí.
Nuestras respiraciones agitadas se acoplan y estamos abrazados, él encima de mí, intentando recuperarnos.
Cuando volvemos a estar más calmados y receptivos a nuestro alrededor, escuchamos como cuatro pies, suben las escaleras.
—Hagámonos, los dormidos — le pido susurrándole en un oído.
Él me mira y le guiño un ojo y me acuesto a su lado, cerrando los ojos. Cuando escucho cómo pasan, se me acelera el corazón, sus pasos cesan a la altura de mi habitación y escuchamos a mamá como dice con un tono acaramelado, que le recordamos a ellos de jóvenes en una quedada en Roma.
Y siguen adelante.
Cuando abro los ojos, Sasher está haciéndose el dormido, asegurándome, que me ha seguido el juego, pero cuando le digo que ya han pasado, noto que se ha dormido de verdad.
Y me quedo adorándole hasta que sin querer, me duermo también.
—Chicos, despertaros ya, si no, no podréis dormir por la noche.
Escucho a mamá avisarnos, y como intercambian palabras con el sexy antes de bajar las escaleras y él como va con paciencia, intentando que abra los ojos.
—MMM.
—Muévete anda, que ya es hora de merendar.
Abro los ojos y lo veo cerca de mí y sonrío, le sorprendo con un beso y luego de digo que me encanta despertar y tenerlo tan cerca.
—Vente.
Me dice de repente y me quedo parada sin captar lo que quiere decir...
—¿Qué? ¿A dónde?
—Dame una tarde, mañana lo sabrás.
Asiento y tras eso. Bajamos y nos encontramos con mis padres en el sofá, preparados para ver una película en Netflix y con palomitas y picoteo.
—Veniros.
Me siento al lado de papá y Sasher a mi otro lado, quedando así.
Athelaisse, Sasher, Yeray, yo.
La película empieza y yo me acurruco un poco en papá. La peli tiene su gracia, pero en una parte me aburre, quizás sea porque estoy algo cansada y sin energía y el tobillo me tambalea en dolor.
En una parte, me quedo algo dormida y dejo de notar lo que pasa, quedándose todo en negro.
Cuando la película acaba, me despiertan y entre todos, preparamos cena.
1120 palabras.
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Mrs Baker Alonso's ❣️ Mireia Campdelacreu Ortega ❣️✅
Teen Fiction{PUBLICADO EN PAPEL EN AMAZON} Daven es una recién graduada de la universidad que no se decide al próximo paso. En Italia, en una tarde de bares con su prima, se topa con Sasher. Con solo mirarse ya sienten una chispa recorrerlos. Tras algo, una aur...