Capítulo 35.

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Izan me mira más que emocionado.

—¡Eso es increíble! Te adaptaras rápidamente, espero que trabajes en la misma área que yo, así fortaleceremos nuestra amistad, Adib se pondrá más que feliz—. Expresa Izan, con tanta felicidad.

—Te estas apresurando Izan, aun no se si pueda trabajar, tengo algunas cosas que platicar con mi hermano—. Digo incomoda—. No puedo aceptar Aidan, no había contemplado el tiempo.

—Bueno, ojalá si te quedes—. Me dice—. Aidan firma esto—. Aidan firma—. Tengo cosas que hacer, cuando termine y si aun estas por aquí vendré, de no ser así, nos vemos mañana Rhea.

—Adiós Izan—. Sale de la oficina.

—Creí que fuiste muy clara al decir que querías trabajar—. Me dice serio.

—Y si quiero, pero antes debo atender otras cosas y hablar con mi hermano—. Me excuso.

—Hazlo y me confirmas en dos semanas, si en dos semanas no mencionas nada, entonces sabre que rechazaste el empleo.

Aidan me llevo a casa, al entrar veo a Thiago en la sala.

—¿Me espantaste?

—Así has de tener la conciencia.

Pongo los ojos en blanco—. Nunca estas aquí.

—Esta también es mi casa.

—No dije que no lo fuera. Siempre estás en tu oficina—. No dije nada que no fuera verdad.

—Si, esa será platica para otro día—. Se levanta del sillón—. Iremos a la república del Congo.

—¿¡Qué!?, ¿¡Por qué!?

—Nos iremos el fin de semana, Bastián te informara lo necesario—. Evita mis preguntas y con eso se va.

Evito ir en busca de respuestas y mejor esperar a Bastián. Subo a mi habitación, pienso en como hare para que me dejen trabajar con Aidan, sin que las cosas se salgan de control. Alguien llama a mi puerta, al abrir veo que es Erick.

—¿Puedo pasar?

—Claro... pasa. En que puedo ayudarte.

—Bien, estoy aquí porque necesito un favor.

—¿Qué clase de favor?

—Es sobre chicas, y tú eres una—. Claramente lo soy.

—Así es, tienes buena vista—. Digo sarcástica—. ¿Algo en particular que necesites que te diga?

—No, en realidad es que ya logré entablar conversación con Adrienne, pero no sé qué más hacer. Ya somos amigos, pero no sé cómo proceder.

—En realidad no soy experta, quizá deberías preguntarle a Ana o a Gaby.

—No, Gaby es muy retraída para que hable algo así conmigo y Ana, es demasiado extrovertida y tú... bueno, tienes una buena combinación—. Dice no muy convencido.

—¿Buena combinación? — Cuestiono confundida.

—Bueno, tú eres algo así. Lo siento no soy bueno para esto, solo he tenido dos novias, y nunca me he enredado sentimentalmente.

—Acerté, tenía esa idea de ti—. Le digo.

—Es que no quiero sufrir, si sufro prefiero que sea por una herida real.

—Uhm... ¿Qué haces aquí Erick?

—Vine a pedirte un consejo—. Dice confundido.

—No me refiero a eso, ¿qué haces en todo esto?

RIENDAS... (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora