07 de Agosto de 2020 3:35 pm, Ciudad de México.
Elena Morel Garza.
La convivencia con los presentes en la casa de Carina se tornó agradable debido a que ya se había acostumbrado a salir con Robbins y Julio sin que estuviera Aysel. El modelo se notaba bastante interesado en el viaje de Ferrara a Italia y no paraba de hacer preguntas, mientras que Carina no perdió la oportunidad de desaprovechar reclamar por qué Aysel no la invitó al viaje, a lo que Ferrara respondió que había sido por trabajo.
Bebió de su vaso mezclado con un toque de alcohol que aligeró sus preocupaciones y la hizo sentir más segura de sus palabras y acciones. Aquel bajo toque la ayudó a mantener el contacto visual que sutilmente Aysel le dirigía.
Ferrara se notaba más tranquila que en otras ocasiones, más auténtica y natural en cualquiera de sus interacciones. Su regreso había significado para Elena, la alegría de poder convivir laboralmente y personalmente de forma en que su vida no se sentía tan solitaria o tan ocupada a su lado.
—Debiste de ver a Elena, Aysel. Se vuelve atrevida con un par de tragos encima.
Comentó Julio haciendo alusión a las salidas que tuvieron junto con Carina y ausencia de la asesora.
—Sí. Ten cuidado Aysel, o podrías ser una de sus presas —añadió Carina en un tono pícaro—. O tal vez si lo quieres.
Ferrara alzó los hombros con una sonrisa y luego miró a Morel frente a ella. La diseñadora mantuvo el contacto visual hasta que el tema de la conversación cambió por iniciativa de la asesora.
—¿Vas a hacer una fiesta por tu cumpleaños este año, Robbins? —cuestionó.
—Por supuesto, pero ustedes dos —señaló a Aysel y a Julio—. Par de virgos borrachos, no están invitados. No quiero que vuelvan a romper un jarrón de 10,000 dólares.
Los ojos de Morel se abrieron por la sorpresa, miró a los nombrados, quienes pretendían ser inocentes ante sus ojos.
—Elena, querida, tú sí estás invitada —dijo Carina más relajada.
—Ey, la vez del jarrón no fui yo, fue Julio —se excusó Aysel.
—Traidora —dijo el modelo en broma.
Los presentes rieron por el fingido conflicto y siguieron conversando sin más inconvenientes. Aysel, posaba sus ojos en la diseñadora a cada rato esperando recibir una mirada de vuelta que de una u otra forma le daba Elena nerviosa.
Robbins bebió el último trago de su vaso y se inclinó para dejarlo sobre la mesa de centro para posteriormente acomodarse mejor en el sofá y mirar a Aysel quien estaba comentando algo con respecto a la fiesta del año pasado. En la zona del cuello de la asesora, en el pliegue de la camisa blanca, pudo observar una ligera mancha de lo que parecía ser maquillaje, más específicamente base.
La fricción del cuello de su camisa con su piel provocó que el maquillaje se removiera, dejando a la vista los indicios de una marca rojiza que desde la perspectiva de Robbins parecía un chupetón.
—Lo que está en tu cuello es un... —Carina se dirigió a Aysel sin medir las consecuencias de sus palabras—. ¿Chupetón?
La conversación se detuvo abruptamente por su comentario, Elena fijó su vista en el cuello de la asesora donde pudo observar a qué se refería Carina. Eso explicaba el porqué Aysel utilizó la corbata todo el tiempo y no dejó que su camisa dejará descubierta esa zona. Los ojos de Elena manifestaron lo que sus palabras no podían, mientras tanto Aysel la veía fijamente intentando encontrar las palabras adecuadas para explicar lo que estaba pasando.
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SOUFFRANCE | Primer Libro
General FictionAysel Ferrara Ávila es una asesora mexicana cuya vida está afectada por dos cosas, la primera de ellas, un trauma que dificulta su manera de relacionarse con otras personas, y la segunda, una vida criminal la cual debe de mantener oculta por el bien...