Capítulo 46: El Secreto de Hermes

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13 de Marzo de 2021 2:17 pm, Estado de México.

Aysel Ferrara Ávila.

La alerta detonó que todos se prepararan para ir detrás de su objetivo cuando su supuesta ubicación llegó a ellos. En cuestión de menos de una hora, el equipo completo encabezado por Lilith y ella estaban armados y listos dirigiéndose a una bodega abandonada ubicada en el Estado de México. Los continuos esfuerzos por localizar a Ethan estaban dando frutos de buena forma, pues sentían que estaban acercándose a él, siguiendo sus pasos para lograr encontrarlo y cumplir con su misión, matarlo.

Con armas de asalto y suficientes municiones, Madelayne, Matías, Lilith y ella descendieron del auto que los transportaba. A través de sus comunicadores se escuchaba la voz de Lorena dando indicaciones acerca de la propiedad y aquellos que estaban adentro sin imaginarse que iban a irrumpir dentro de pocos minutos.

Madelayne lanzó la primera bomba que acabó con la puerta para posteriormente lanzar una segunda de humo. Romanov y Matías abrieron fuego derribando a las primeras personas en aparecer en su campo visual. Uno a uno, los individuos que custodiaban fueron cayendo muertos producto de las balas que los cuatro dispararon. Aunque el fuego era correspondido casi con la misma intensidad, ellos se desplazaron rápido eliminando a la mayoría en cuestión de minutos.

Aysel sintió el peso del resto de su armamento al subir las escaleras detrás de Lilith y Madelayne mientras Matías terminaba de registrar a los ya caídos para confirmar su muerte. Aprovechó la aparente calma para recargar su arma y seguir avanzando en conjunto con las otras chicas.

Tras matar a un par de personas en los pasillos, no parecía quedar nadie más, por lo que prosiguieron a moverse hasta la zona de almacenamiento con cautela. La nula luminosidad las obligó a encender sus linternas para alumbrar el obstaculizado camino cubierto de vidrios rotos y un olor potente a orina que los asqueó.

—No parece que haya alguien aquí —comentó Madelayne.

—Según nuestros datos debería de estar aquí en una especie de búnker o algo así —habló Lilith.

Llegaron hasta una sección repleta de cajas y otros tantos objetos en mal estado. Únicamente podían escuchar el sonido de sus pasos y el de algunas cuantas ratas que corrieron cuando la luz de las linternas las alumbró. Romanov siguió avanzando lentamente con su arma apuntando para asegurarse de que no hubieran sorpresas, sin embargo, se detuvo cuando su linterna iluminó la punta de unos zapatos ubicados al fondo. Alertada, subió la vista lentamente alumbrando a un hombre atado a una silla, golpeado y húmedo que parecía estar inconsciente.

—Ese no es...

—Mi padre —pronunció Ferrara impactada por la imagen frente a sus ojos.

Cuando la luz tocó el cuerpo de Leonardo, también asustó a algunos roedores que estaban cerca provocando que corrieran y al hacerlo detonaran las minas que lo rodeaban iniciando con el fuego. Aysel retrocedió por instinto mientras sus ojos veían las chispas de fuego tocar a su padre e incendiarlo, ya que al parecer estaba cubierto de gasolina. Leonardo despertó de golpe al sentir el fuego quemar su piel y su ropa. Su rostro de horror era la prueba misma de la agonía que no podía manifestar con sus gritos desgarradores mientras se movía desesperado por salvarse.

Aysel reaccionó y trató de correr en su dirección para salvarlo, pero Madelayne la detuvo.

—No. Está cubierto de minas. Vas a morir si te acercas —dijo sosteniéndola para que no avanzara—. Tenemos que irnos de aquí. Este lugar va a explotar.

Lilith y Madelayne sacaron a la fuerza a Aysel empujándola hacia la salida mientras ella luchaba por ayudar a su padre, por salvar al hombre que era consumido por las llamas y sangraba por las heridas de los golpes y las explosiones que lograron alcanzarlo. El sonido desgarrador de sus gritos agónicos era acallado por la mordaza en su boca, pero aun así Aysel podía escucharlos con claridad aunque el sonido de las explosiones interfiera.

SOUFFRANCE | Primer LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora