SOUFFRANCE | Primer Libro

Capítulo 40: Sed de Infinidad

09 de Febrero de 2021 9:20 am, Ciudad de México.

Carina Robbins.

Aunque la estancia del matrimonio canadiense en México había sido bastante grata, los negocios y otros asuntos de gran importancia los obligaron a empacar sus maletas y prepararse para abordar un avión con destino a Vancouver. Leopold aprovechó el poco tiempo que le quedaba ahí para pasear por el jardín fumando un puro cubano, uno de los tantos que guardaba para aquellos momentos en los que sentía que se estaba despidiendo.

Carina observó a su padre, caminando con la frente en alto, admirando el cielo de la mañana mientras llevaba el puro a su boca. Él había sido su gran apoyo para que Dmitry fuera aceptado por la familia, además de que en muchas ocasiones parecía ser el único que se preocupaba realmente por sus intereses.

La chica avanzó hacia el hombre, captando inmediatamente su atención y haciéndolo sonreír cuando extendió sus brazos para recibirla entre ellos con un gesto cálido y amoroso.

(Conversación en francés).

—Buenos días, Sweetie —saludó de manera alegre.

—¿Iban a irse sin despedirse? —dijo Carina.

—No quería despertarte, ayer llegaste un poco tarde a casa y necesitabas descansar.

La modelo observó de cerca a su padre notando la melancolía en su mirada.

—Voy a extrañarte, papá —pronunció Carina con una sonrisa triste.

—Y yo a ti, cariño —contestó Leopold—. Pero lo que me da consuelo es que vas a estar bien acompañada.

Carina giró levemente su cabeza sin saber exactamente a qué se refería, hasta que Leopold suavizó su expresión y acarició su mejilla.

—Ese muchacho, Dmitry —dijo—. Por la forma en que te trata y te mira, sé que te ama de verdad y que haría cualquier cosa por hacerte feliz.

—Sí —contestó Carina—. Él es maravilloso, de verdad es el mejor hombre con el que podría estar. Es atento, divertido y muy guapo.

Robbins habló con tanta emoción que una aura de enamoramiento se desprendió de ella mientras hablaba sobre Dmitry.

—Lo sé, pequeña —habló Leopold—. Él es un hombre que está a tu altura, el único que ha demostrado merecerte.

Su padre tomó una breve pausa, bajó la mirada y posteriormente volvió a hacer contacto visual.

—Sé que no te lo había dicho antes, pero, quiero ofrecerte una disculpa de parte de tu madre y mía por lo del compromiso con el hijo de la familia Mansour, no tomamos en cuenta tu decisión y terminamos lastimándote a ti y a tu relación.

—Tranquilo, papá —dijo Carina tranquilizándolo—. Entiendo que tomaron esa decisión porque querían lo mejor para mí y eso les pareció lo más apropiado.

—No. No hagas eso —la interrumpió—. No intentes justificar nuestra manera desconsiderada de actuar. Lo correcto y lo mejor para ti siempre será tu felicidad, no la nuestra.

Leopold besó la frente de su hija volviéndola a abrazar.

—Quiero que seas tan feliz como esta vida te lo permita —dijo el hombre—. Ese es mi mejor deseo para ti.

.

10 de Febrero de 2021 9:00 am, Guanajuato México.

Aysel Ferrara Ávila.