27 de Febrero de 2021 5:17 pm, Ciudad de México.
Aysel Ferrara Ávila.
Incluso si se trataba de una simple comida como unos tacos o una elaborada cena como otros platillos que requerían mucha más preparación, el momento que pretendía compartir con el equipo siempre era enfocado a que estuvieran cómodos y alegres durante un rato olvidándose de lo que en verdad hacían. Fue esa misma razón por la que se reunió con ellos en su casa esa tarde y, junto con su prometida, comieron y conversaron durante un buen rato, hasta que el momento del brindis llegó.
Ferrara se levantó un instante tomando su copa recién servida bajo la mirada de todos los presentes. En cada uno de sus rostros podía encontrar una emoción diferente que se mezclaba en sus caras expectantes a sus palabras. Lilith la observó a su lado intercalando su vista de su cara al anillo de compromiso que portaba tan orgullosamente desde que se lo había obsequiado. Lo cierto era que independientemente de las circunstancias, su relación había avanzado en todo sentido y estaba comenzando a volverse más sólida mientras que el resto de su vida se volvía, en términos simples, inestable.
—Agradezco que hayan podido venir y tener este pequeño momento con nosotras, aprecio mucho la confianza y el apoyo que nos han dado en todo sentido —pronunció haciendo contacto visual con todos durante unos segundos—. Francamente, no creo que hayamos podido superar muchos problemas que se presentaron si no hubiera sido por ustedes.
—Espero que eso sume puntos en mis vacaciones del próximo año, jefa —bromeó Matías haciendo que todos soltaran una pequeña risa.
—Lo tomaremos en cuenta en cuanto te termines de recuperar —dijo Lilith haciendo referencia al accidente reciente donde se vieron involucrados.
—Ni me lo recuerdes, creí que moriríamos ese día —comentó Mads uniéndose a la conversación—. Bueno, excepto Lilith, ella parecía estar tomando el sol en una agradable tarde.
—La costumbre de que siempre quieran sepultarme tres metros bajo tierra —contestó Romanov despreocupada.
—Por lo menos alguien disfruta de los entierros —soltó Lorena en doble sentido mirando a la pareja de la mesa.
Todos soltaron una ligera carcajada ante el comentario de la chica. En ese instante, con todos a su alrededor, Aysel se dio cuenta de que más que trabajo los unía la lealtad y la amistad que de alguna forma formaron desde que se conocieron. No solo sus habilidades individuales encontraban la manera de complementarse entre sí, también sus personalidades, de forma en que podrían permitirse confiar ciegamente los unos en los otros con la seguridad de que estarían bien.
—Okay ya, déjenme hablar —interrumpió Aysel poniendo orden en la mesa —. Antes de ir por el postre, quiero decir que realmente los aprecio como mis amigos y estoy segura de que tendremos muchas experiencias juntos en el futuro, sin importar que estas sean buenas o malas. Estoy feliz de conocerlos a todos, chicos.
Los cuatro hermanos le sonrieron al mismo tiempo con una mirada sincera en sus ojos, evidencia que confirmaba lo que dijo había llegado hasta de ellos de una buena manera, ya que se sentían como parte de una familia que era capaz de matar y vivir para mantenerse unida. Después de unos minutos más de comentarios emocionales combinados con bromas y anécdotas, los hermanos se retiraron al recibidor mientras Aysel iba hacia la cocina seguida por Lilith.
—¿Necesitas ayuda? —dijo Romanov parándose justo detrás de ella colocando sus manos sobre su cintura con un agarre suave.
—Creí que no, pero ahora que estás aquí puedo aprovechar —contestó Ferrara sacando de la caja de cartón el Cheese Cake de fresas.
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SOUFFRANCE | Primer Libro
General FictionAysel Ferrara Ávila es una asesora mexicana cuya vida está afectada por dos cosas, la primera de ellas, un trauma que dificulta su manera de relacionarse con otras personas, y la segunda, una vida criminal la cual debe de mantener oculta por el bien...