27 de Enero de 2021 7:20 pm, Ciudad de México.
Carina Robbins.
Las yemas de sus dedos recorrieron las orillas del álbum de fotos ubicado sobre sus piernas. Las fotografías estaban acomodadas estéticamente a lo largo de las hojas, encontrando en cada una de ellas un recuerdo congelado, desde sonrisas hasta caras serias o simplemente momentos que Galina inmortalizó de su familia. Carina se quedaba un rato perdida en cada fotografía en la que aparecía Dmitry, donde su sonrisa brillaba en su rostro aniñado que hacía enternecer a la modelo.
Lo vio crecer y convertirse en el hombre apuesto que era actualmente a medida que cambiaba de página, atravesando todos esos años que se resumían en imágenes donde su mirada y su sonrisa era lo único que no cambiaba. Dmitry brillaba como un sol iluminando los escenarios más lúgubres.
Kozlov ocasionalmente le contaba alguna anécdota sentado a su lado, muchas de las cuales eran divertidas e incluso impresionantes para alguien tan joven como él.
—No me molestaría que mis hijos tuvieran tus genes —comentó Carina sin pensar.
—¿Qué dijiste? —respondió Dmitry sin saber si había escuchado bien.
Robbins apartó su mirada del álbum de fotos para mirarlo, con una expresión ilusionada en su rostro que era una reacción auténtica a las palabras que dijo impulsivamente, pero que eran por completo sinceras.
—Que me gustaría un mini Dmitry corriendo por la casa —habló Carina sin reprimirse.
—O una mini Carina —contestó Kozlov—. Que buenos genes tendrían mis hijos si te casas conmigo.
—Tendrán, cariño —corrigió Carina dejando el libro sobre el sofá para acercarse a abrazar a Dmitry.
Se recargó sobre su pecho percibiendo el aroma de su loción y el calor de su cuerpo. Los brazos del rubio la abrazaron mientras él besó su cabeza de manera cariñosa. Robbins sintió mariposas en el estómago seguidas por una tranquilidad inmensa que la envolvió de pies a cabeza. Alzó la mirada encontrándose con sus preciosos ojos azules cuyo brillo podía igual al de las estrellas.
—¿Has pensado en formar una familia conmigo? —preguntó Carina.
—Muchas veces —contestó Dmitry—. Nada más te vi y en mi cabeza ya teníamos dos hijos y dos perros.
Robbins soltó una pequeña risa.
—Hablo en serio —dijo.
—No estoy jugando —contestó Dmitry tomando su mano para rozar con su pulgar su dedo anular—. Cuando llegue el momento, pondré un lindo anillo en tu mano y estaré casado con la mujer que más adoro en este mundo.
—¿Cuándo será ese momento? —cuestionó Robbins.
—Cuando tú quieras que lo sea. No quiero presionarte y eso mismo le dije a tus padres cuando hablaron conmigo para concertar un compromiso. Podemos disfrutar de lo que somos juntos ahora y también de lo que seremos en el futuro.
—¿Juntos? —preguntó Carina
—Juntos —afirmó Dmitry entrelazando sus manos—. Es una promesa.
Los labios del rubio besaron el dorso de su mano y luego su frente para posteriormente abrazarla con mucha más intensidad, transmitiéndole la seguridad que Carina necesitaba sentir. Ahora que estaban juntos, no había nada ni nadie que pudiera detenerlos.
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28 de Enero de 2021 3:13 pm, Ciudad de México.
Aysel Ferrara Ávila.
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SOUFFRANCE | Primer Libro
General FictionAysel Ferrara Ávila es una asesora mexicana cuya vida está afectada por dos cosas, la primera de ellas, un trauma que dificulta su manera de relacionarse con otras personas, y la segunda, una vida criminal la cual debe de mantener oculta por el bien...