Capítulo 41: Hogar

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16 de Febrero de 2021 4:49 pm, Ciudad de México.

Galina Reznikov.

Alejarse de las residencias rusas y el prestigio de pertenecer a una familia como la suya, siempre era altamente satisfactorio para ella, ya que no tenía que lidiar con la presión usual de ser una mujer exitosa y distinguida en todas partes, luciendo con su faceta profesional y elegante. Aprovechó la oportunidad de estar libre para visitar al menor de sus hijos en México por segunda ocasión.

Dmitry no puso oposición alguna, al contrario, se mostró emocionado y gustoso de recibirla con una comida en la casa de Lilith en cuanto el vuelo comercial que tomó arribó a la urbe. Los tiempos estaban cambiando y no era raro para ella sentirse ligeramente sola después de que los negocios de su esposo y su hijo mayor acortaran el tiempo en que los veía, sumado a esto, la ausencia de Dmitry en Rusia contribuyó a que sus tardes se volvieran aburridas.

Al ser recibida por la calidez del chico rubio, Carina y Lilith, volvió a sentirse como en casa, sin la necesidad de tener que ocupar su mente para matar el tiempo que podía llegar a transcurrir lentamente. Galina abrazó a cada uno de los presentes, uniéndose al regocijo de verla de nuevo en la ciudad, pues esta vez tenía pensado quedarse más tiempo que la vez pasada. Se alegró por su hijo y su novia, quienes se veían mucho más unidos que nunca, disfrutando de una relación sana y honesta que los hizo desprender un aura de encanto mutuo, misma que le fue imposible ignorar.

Pero la pareja no era la única que se veía sumida en la felicidad, pues incluso Lilith se notaba diferente luciendo lo que parecía ser un anillo de compromiso en su mano. Romanov estaba mucho más relajada y alegre que en otras ocasiones, y las suposiciones de Reznikov iban orientadas hacia la joya que la chica portaba tan orgullosamente.

La comida con la que acompañaron su larga conversación para ponerse al día, destacó por el buen sazón de Dmitry, quien no había escatimado en lucirse esa misma tarde ofreciendo algunos platillos tradicionales rusos y otros aprendidos de Ana María, quien le estaba confiando al chico sus mejores recetas para que degustara de ellas cuando quisiera.

(Conversación en inglés).

Es bonito el anillo que estás usando, Lilith —Galina mencionó cuando Romanov llenó su copa de vino tinto—. ¿Me perdí de algo en este tiempo?

Lilith sonrió ampliamente al escuchar aquello. Miró la joya en su mano y dejó la botella de vino sobre la mesa.

En realidad, estaba esperando a que lo mencionara, señora Reznikov —dijo la pelinegra emocionada mientras Dmitry y Carina se lamentaban por el hecho de que la mujer tocó el tema—. Recientemente, me comprometí con Aysel.

Galina casi se ahogó con el trago que bebió de su copa al escuchar eso y se enderezó en su asiento para mirar a la chica fijamente con una expresión auténticamente emocionada.

¡Felicidades! —exclamó emocionada, levantándose para abrazarla—. ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué no está aquí la afortunada para felicitarla también?

Muchas gracias, señora —dijo Lilith correspondiendo a su abrazo—. Pues, está trabajando en el negocio de su familia, por eso no pudo asistir hoy.

Me alegro mucho por ustedes —dijo con honestidad—. Lo único que me sorprende es que tus padres no hayan mencionado nada cuando los visité antes de venir aquí.

La expresión de todos cambió al escuchar eso. Galina no sabía que la reacción de los Romanov no fue del todo positiva, pero lo asumió al ver como la atmósfera decaía un poco.

SOUFFRANCE | Primer LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora