Capítulo 36: Rastros Inalterables

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13 de Enero de 2021 11:22 pm, Sao Paulo Brasil.

Matías González.

Los casquillos de las balas caían al suelo, siendo empujados por la punta de sus botas estilo militar de color negro a medida que avanzaba por el pasillo oscuro con polvo acumulado en las orillas, que únicamente era iluminado por la luz proveniente del final y también los destellos por las detonaciones de sus armas.

Mantenía su vista al frente y sus sentidos despiertos para seguir presionando el gatillo rápidamente, disparándole a cualquiera que se atreviera a regresar el fuego en su contra. Las sombras y los movimientos rápidos eran los indicadores para que su puntería se enfocara en una zona en concreto.

Sus órdenes eran precisas, entrar a la casa de seguridad ubicada en las favelas, eliminar a todo aquel que se le pusiera enfrente para llegar hasta el millonario que tenían que rescatar, ya que era aliado de Velazco. Respaldados por otros 10 elementos, se embarcaron en una misión que conllevaba en sí un tiroteo del que planeaban salir ilesos.

Detuvieron el fuego cuando ya no escucharon ningún otro disparo ni vieron nada que representara un riesgo verdadero. Avanzaron para inspeccionar cada rincón de la propiedad, evitando tropezar con los cadáveres en el suelo, sangrando por las balas que atravesaron sus cuerpos en lugares críticos, arrebatándoles la vida.

Aysel lo siguió hasta la parte donde tenían entendido que estaba su objetivo, amordazado y atado para que no pudiera escapar ni pedir ayuda. Matías empujó la puerta con algunas perforaciones de balas en el metal para adentrarse sin ningún tipo de preocupación. Al fondo de la habitación, sentado en una silla de madera desgastada y agujereada por la presencia de algunos insectos que consumían la madera, estaba el hombre de mediana edad con la cabeza gacha y algunas heridas sobre su torso que notoriamente sangraban.

Matías bajó la guardia al creer que no había nada de que preocuparse, por lo que avanzó hacia el hombre para desatarlo y sacarlo de ahí lo más pronto posible. Sin embargo, no notó la presencia de un joven que aprovechó su descuido para golpearlo con una cadena en la cabeza, dejándolo tan aturdido que cayó al suelo sin conocimiento y con la imposibilidad de levantarse. La cadena rodeó su cuello para terminar con él, pero el joven no contaba con que él estaba acompañado.

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13 de Enero de 2021 11:31 pm, Sao Paulo Brasil.

Aysel Ferrara Ávila.

Todo transcurrió tan rápido que para cuando pudo darse cuenta, un joven delgado estaba rodeando el cuello de su compañero con una cadena intentando quitarle el aire hasta matarlo. Ferrara corrió en su dirección para embestir al joven, evitando que siguiera lastimando a Matías.

En el proceso, Aysel soltó su arma al ver la corta edad del joven que no pasaba más allá de unos 14 años. La castaña lo sometió contra el suelo a punta de golpes, pero el chico seguía resistiéndose e incluso golpeaba insistentemente a Aysel en el abdomen para liberarse. Uno de esos golpes fue lo suficientemente fuerte como para apartarla de encima y que pudiera alejarse.

La castaña aprisionó uno de sus pies entre sus piernas haciendo tropezar de golpe, sin embargo, antes de que Aysel pudiera neutralizarlo, el chico le dio un codazo en el rostro junto con algunos otros golpes que la aturdieron un instante el cual aprovechó para tomar la cadena y rodear su cuello arrastrándola hacia sí.

Apoyó su rodilla contra su espalda mientras hacía presión en su cuello para asfixiarla. En el suelo, los pequeños pedazos de cristal de botellas de vidrio se estaban enterrando en las piernas del chico por los pantalones cortos que llevaba y en los brazos de Ferrara, que se movía frenéticamente intentando quitárselo de encima antes de que la matara.

SOUFFRANCE | Primer LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora