Capítulo 19

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Los nervios me estaban matando, no quería pensar lo peor. Pero el que ella no contestara y no pudiéramos dar con su paradero me dejaba sin salida, mi suegro no paraba de hacer llamadas, de pedir a sus contactos la ayuda necesaria. Mientras yo seguía recorriendo la ciudad, una y otra vez.

No sabía cómo lidiar con todas estas desgracias que se nos venían una tras otra. Sabía que había actuado mal desde un principio y estaba arrepentido, ¿eso no era suficiente?, ¿de qué manera debo pagar por mis pecados? Esto ya era demasiado para mí. Revisé el móvil y mi suegro me pedía que fuera a la empresa, y sin más desvié el coche sin importar el semáforo.

Iba a toda velocidad, necesitaba saber qué estaba pasando, esto me estaba matando por dentro, si le pasaba algo sería mi muerte, no podía dejar que le sucediera nada, ella era mi vida y tarde lo comprendí, no me importaba que estuviera con otro o sola, pero el que estuviera feliz y bien era lo más importante para mí, verla cumplir todo aquello que dejó de lado por hacerme feliz, verla alcanzar sus metas, verla volar.

Mi corazón se hacía añicos, tenía que ser fuerte y no seguir siendo egoísta, sacarme de la cabeza querer llegar a su corazón, ya mi oportunidad pasó. Llegué a la empresa subiendo de manera atropellada por el ascensor. Tenía un mal presentimiento de esto. Los agentes y las personas de seguridad estaban por toda la oficina de mi suegro, revisando cámaras buscando cualquier cosa que fuese de ayuda.

Fui al escritorio de este y miré la cámara de seguridad, eso no podía ser cierto.

—¿Cómo pudo entrar sin que la vieran? —pregunté consternado.

—No lo sabemos, salieron juntas, allí se ve como la apunta con la pistola obligándola a montarse en el vehículo —explicaba mi suegro con voz estrangulada.

Creía que las cosas no podían ir peor. Pero aquí la vida me volvía a patear el culo. ¡Dios, esto era demasiado injusto!, no podía ni imaginar lo que Melanie estuviera haciéndole en estos momentos. No conocía esa parte de ella y no estaba seguro de lo que podía llegara a hacer, y era lo que me mataba.

—¿Han rastreado el vehículo de Cass? O al menos su móvil, hay que revisar las cámaras de seguridad, desde que salieron de aquí para poder encontrarla —pedía con desesperación. No podía quedarme así sin hacer nada.

—Los datos que tenemos es que fueron hasta las afuera, pero de allí ya no podemos buscar más, no hay cámaras cerca —contestó uno de los policías.

¡Maldita sea!, la ineptitud de esos policías estaba acabando con mi paciencia.

—No confío en lo que están haciendo, así tenga que recorrer esta ciudad solo, la encontrare, han pasado horas y es lo único que han podido hacer —dije llamando su atención—. Si quieren venir bien, pero esto lo resuelvo a mi manera.

Escuchaba como mi suegro me llamaban, no presté atención, estaba cansado de esperar a veces seguir las reglas no era lo que se ameritaba. Había seguido estas por mucho tiempo y por ello llegamos a este punto, ya hoy no sería así. Me monté en el carro yendo a toda velocidad, mientras más tiempo perdía, algo podía estar pasando.

Escuchaba como unas sirenas me seguían, no podía asegurar que me acompañaban, me valía madres, tomando en cuenta hasta donde la pudieron rastrear, recordé que a Cass le mandé a colocar un rastreador en todas sus cosas desde ese intento de secuestro, eso no lo recordaba. Busqué en la app para ver cuál de sus pertenencias llevaba consigo.

¡Bingo!, un lapicero que usaba mucho para escribir sus ideas sobre la empresa o sus proyectos, tenía siempre una agenda y un lapicero especial. Estábamos un poco alejados de donde estaban ubicadas solo rogaba que no pasara nada. Estaba asustado, muy asustado a verdad. Tenía un mal presentimiento de todo esto.

Aceleré con los policías pisando mis talones, estaba vez estaba seguro que la conseguiríamos. No comprendo cómo no recordaba eso que había hecho. Ella no lo sabía, porque estaba seguro que se opondría, así que lo hice a su espalda. Miraba la ubicación en el tablero del coche y estábamos llegando, era un terreno baldío.

Estaba muy oscuro y solitario, el lugar perfecto para algo macabro. Me daba escalofríos de solo pensarlo. A lo lejos divisé como una especie de casa, había poca luz, y allí mismo estaba lo que buscaba quité las luces para no llamar la atención, pero las sirenas no ayudaron en nada. Sin embargo, aceleré para adelantarme.

Cuando pude aparcar escuché algo que me dejó sobresaltó e hizo que mi corazón se acelerara. No podía ser lo que creía. Corrí hasta donde escuché el disparo y estaba helado por lo que veía. Melanie apuntaba a Cass sin ningún tipo de miramiento, al detallar a esta última, mi corazón se hizo añicos, la pierna de ella estaba sangrando de manera rápida, y la palidez era más que evidente.

Fue capaz de dispararle, era una loca que no tenía corazón. Aquí una vez más me daba cuenta de lo estúpido que había sido, que había perdido a una gran mujer por estar con alguien, que al fin de cuentas no me amó de verdad. Corrí para poder detenerla.

—¡Por favor, Melanie! —Exclamé poniendo toda su atención en mí.

—¡Oh!, ¿mira quién llegó? —Vocifero con rabia—. El único hombre que había amado y que me dejó por esta zorra.

—Melanie, no lo hagas si, hablemos —pedía.

—¿Hablar? Ja, no me has reír, tu nunca quisiste hablar conmigo desde que tus sentimientos despertaron por ella, me dejaste de lado, olvidando nuestra promesa.

—Lo siento Mel, de verdad, nunca fue mi intención, no tienes por qué terminar así —hablaba mientras me acercaba a Cass de manera lenta.

—¡Ben, no por favor! —pedía Cass al notar cómo me acercaba.

—No te preocupes estaré bien.

Intentaba razonar con Mel para que bajara el arma, estaba enloquecida, y todo era por mi causa una vez más. No comprendía como puedo dañar a las personas que amo. Escuché como la policía llegaba y la apuntaban, no se inmutaba estaba más decidida que nunca, hasta que la vi a apuntar a Cass, eso no se lo iba a permitir, la poca distancia que nos separaba la tomé en brazos apartándola del camino recibiendo el disparo.

—¡Beeeeen! —gritó Cass cuando caímos al suelo.

El dolor era simplemente insoportable pero el saber que ella estaba bien, todo lo demás carecía de importancia.

Perdón la demora, pero no puedo poner un día de actualización fijo, porque se me complica mucho publicar seguido.  Solo diré que ya la novela está terminada, y se encuentra en corrección. ;) Disfruten los capítulos. 

Soltar #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora