Soltar #PGP2022

Capítulo 27

Odiaba las despedidas y más al tener una amarga sensación. La última vez que me fui pasó algo que jamás me imaginé y simplemente no quería volverlo a pasar. Estábamos en el aeropuerto, tenía que viajar de nuevo a Roma así que aquí estábamos. Mi mente era un hervidero de emociones recordando la mágica noche que pasamos, de verdad que nunca me imaginé que ella pudiera ser una amante increíble.

Se acoplaba de una manera tan indescriptible, que me dejaba con los pensamientos a mil con las cosas que deseo hacer. La miraba por la manera en como ocultaba las ganas de llorar. No quería dejarla sola, pero el deber llamaba y debíamos volver a la realidad de ser adultos, trabajar para ganarse la vida. Ella estaba recién tomando las riendas de la empresa y el desastre que causo la loca de Melanie, así que tenía un arduo camino por recorrer.

—Te llamare todos los días —prometía mientras caminábamos hasta la sala de embarque.

—Sabes que no es necesario, lo horarios son muy forzados y debes descansar.

—Eso es lo de menos, lo único que me importa es escucharte y verte de ser posible —refute dándole un pico en los labios.

—Te extrañare, mi amor —expresaba con los ojos cristalinos, pero negándose a llorar.

—Yo también mi bella, pero nos reuniremos en lo que termines el proyecto.

—Te amo, Jorge —expresó dejándome atónito y con el corazón a millón, era la primera vez que se lo escuchaba decir, y fue música para mis oídos.

—Repítelo por favor.

—Te amo —confirmó.

La tomé por la cintura levantándola del suelo y girar con ella, de verdad que esas palabras quedaron grabadas en mi corazón, no había nada mejor que eso. La besé para despedirnos ya me tocaba marchar, era la parte dolorosa de todo, pero serían solo unas semanas, esperábamos que nada pasara para que nos reunamos allá.

Me sentía solo acá en el avión, y de alguna manera supe que me estaba volviendo dependiente de la presencia de Cassi, y eso estaba mal, teníamos que aprender a lidiar a no estar cerca del otro que no siempre debemos estar juntos para sentirnos bien, y ahora estoy comenzando comprender lo que ella quería decir al respecto.

Aproveché y traté de luchar con esas sensaciones, podía amarla, pero no depender de ella, también tengo que ser feliz si no estamos juntos, no dejarme abrumar. Para poder pensar en otra cosa tomé un libro y mis audífonos para dejar que mi mente se sumergiera en otra piel.

Las horas fueron pasando y claro que la extrañaba, pero me sentía vivo al recordar lo que fui a hacer. Amaba el modelaje, la manera en la que podía cambiar mi manera de ser para convertir en alguien más. Porque las personas creían que ser modelo era solo posar y ya, era todo lo opuesto.

Al trabajar en una campaña, debes saber lo que estás promocionando, para poder darle una verdadera representación, y las personas sientan el deseo de comprar el producto. Vestir una prenda y ser elegante no es lo mismo que ponerse la ropa y ya, hay que lucirla y sentirse uno. Esto puede resultar incómodo hasta difícil sino te sientes a gusto con lo que eres.

He visto a muchas personas que lo dejan por simplemente no sentirse cómodas consigo mismas, que las fotos eran las que hacían la magia para salir bien y con estilo. Esto va más allá de eso. Aterrizamos y voy directo a buscar mi equipaje e ir por un taxi, tengo reserva en el mismo hotel así que esperemos que en esta ocasión no encontrarme con otra loca.

Y por fortuna no fue así, iba de camino y mientras eso pasaba hice un pequeño video a Cassi comentándole mi viaje y a donde me dirigía. Mandé el video cuando estacionamos y bajaba las maletas. Un botones me ayudaba mientras iba a la recepción a confirmar mis datos, pero al ver a quién tenía al lado, no pude más que sorprenderme.

—Esta la mejor sorpresa que pude tener —expresé haciendo que me mirara.

—¿Jorge? ¿Eres tú? —preguntó con incredulidad.

—Hasta donde yo sé, no tengo un gemelo, y esta cara no la puedes ver en cualquier lado.

—Tan presumido como siempre, tu no cambias.

—Y para qué debería hacerlo —expresé para darle un abrazo—. Han sido demasiados años Donatello, ¿todavía sigues con lo de las fotografías?

—Hermano años es poco, pero me alegro mucho de verte, sabes que es lo mío, ¿Cómo están los muchachos? ¿Cassi todavía sigue con Benjamín?

—Es algo difícil de decir, pero Benjamín murió hace unas semanas —indiqué con dolor tratando de ocultar mis lágrimas.

—No te creo, hermano lo siento mucho de verdad, me tomas por sorpresa. Es algo que no esperaba oír, y ¿Cassi, está bien? —preguntó con cautela.

—Bueno hermano, espero contarte todo luego, recuerda que Ben, Cassi Tony, tú y yo éramos el quinteto dinamita, fuiste el que se perdió por más tiempo, cenemos ahora y te pongo al corriente.

—Me parece buena idea, ¿Cuánto tiempo te quedas?

—Creo que un mes. Pero todo dependerá de cómo salga la campaña.

—Excelente entonces tenemos tiempo, aquí está mi tarjeta me llamas —se despedía este para marcharse a su habitación.

Encontrarme con él me dio una idea y solo esperaba que todo saliera bien para poder darle una gran sorpresa.