Capítulo 16

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     El día se sentía diferente, todo a mi alrededor era totalmente nuevo. No me gustaba la idea que fuese porque la plática que tuve con Jorge, porque lo que menos deseo es que todo lo bello sea por la dependencia emocional de tenerlo conmigo. Quiero ser feliz por mí, porque estoy satisfecha con mi crecimiento y evolución. No quiero crear esa clase de sentimientos.

Mas no voy a negar que me siento feliz, sin presión a pesar del desastre que tenemos encima con la empresa. De verdad que mi cabeza ya no daba para más. Me levanté temprano para ir a la peluquería y el resultado era simplemente genial, corté mi cabello por los hombros y con flequillo, me veía diferente y era lo que deseaba. Llevaba puesto un vestido ajustado color azul con unos tacones a juego y una chaqueta blanca.

Había vuelto a mi look ejecutivo, no todo el tiempo iría a la oficina vestida casual, no podía olvidar mi puesto allí. Salí del local de mi amiga para dirigirme al caos de verdad al que no deseaba llegar, igual no podía hacer nada al respecto. Como era de esperarse los fotógrafos y reporteros estaban allí a la espera. Como nadie sabía que yo manejaba me fui directo al estacionamiento para esquivar cualquier cosa.

Me quedé un rato allí sentada. Me sentía abrumada no lo iba a negar, no podía olvidar las cosas que había hecho Benjamín, ¿en qué momento se convirtió en ese ser que usaba a las personas por desesperación? Lo adoraba como mi amigo, ese que nunca debió dejar de ser, pero por serlo no apoyaba ese comportamiento. Estaba tan contrariada y dolida que mis pensamientos no eran claros.

Bajé del vehículo para dirigirme al ascensor privado, al llegar al piso de presidencia había un revuelo de personas todas iban y venían muchos me miraron extrañados, quizás por mi cambio o por otra cosa, no lo sabía hasta que entré a la sala.

—¿Papá, ¿qué haces aquí? —pregunté con incredulidad, no lo esperaba de verdad.

—Vine a resolver el desastre que causó su ex —comentó tajante mirando mal a este que bajaba la cabeza.

Sentí pena por él, de que lo atacaran de aquella manera, porque nadie merece este tipo de trato, sin embargo, un poco de dureza no le caería mal para que sentara la cabeza de una vez.

—Por cierto, hija, te ves preciosa —halagaba mi padre mientras esperaba que le diera un beso.

Ben me miró detallándome, sus ojos se iluminaron. No quería ver eso en su mirada. Ya no. Era tan triste de observar que todo lo que alguna vez quise allí estaba. Eso me dolía, y significaba que no sanaba esa herida. Pude ver como una especie de morado se formaba en su labio y pómulo, miré a mi padre que se dio cuenta de lo que estaba viendo y se encogió de hombro. No era un hombre violento, más sabía que si se metían con quienes quería, muchas cosas en él cambiaban.

Me senté al frente de Benjamín, mientras platicaba con mi padre respecto a lo que se diría en la reunión, este no quería adelantar nada. Fueron llegando todos los ejecutivos, y si tuviera bolas las fuese usado de corbata cuando vi a mi ex suegro llegar.

No fui la única, Benjamín se puso pálido, y no era para menos, mi ex suegro si era de temer, mi padre era la docilidad en persona. Mas el sr. Fernando no le importaba hacerle pasar pena a quien sea. Ya todos los asientos estaban ocupados y mi padre comenzó.

—Muy buenos días a todos, es un placer verlos de nuevo. Los que estamos aquí, saben el desastre que ha ocurrido y no tengo porqué dar los motivos reales del por qué sucedieron. Es una situación muy delicada por ser el Hotel Hamilton, sin embargo, podemos hacerlo —expresaba con su voz demandante, admiraba a mi padre—. Por ello desde hoy retomo mi puesto como presidente de la empresa.

Todos nos quedamos con cara de póker, porque eso no lo vimos venir, yo era la presidente, entonces ¿Dónde quedo yo?, no me molestaba esa decisión, al contrario, sería una responsabilidad menos y podría dedicarme a lo que me gusta. Sin embargo, fue una decisión tomada sin mi consentimiento. No me inmuté para que no vieran que no sabía nada, estaba totalmente fuera de base.

—Mi hija lleva muchos años a cargo, y ya es tiempo que pueda tomarse un descanso, así como me las tomé yo, por ello quiero que a partir de este momento todos los asuntos que estaban discutiendo con ella sean pasados a mí, respecto a lo de a construcción, es un desastre uno millonario y realmente salir de esto nos costara mucho, mas no será imposible —continuaba este—, Benjamín junto conmigo tenemos unos fondos con el que podemos indemnizar a los afectados por el accidente y recuperar una parte para los materiales y comenzar lo antes posible con el Hamilton Resort...

Mi padre realmente me sorprendía, amaba esa capacidad de negocios y de poder salir de los problemas menos salpicado posible, y allí estaba discutiendo con los abogados y el resto de los ejecutivos para poder pedir los prestamos necesarios y restaurar lo que perdimos. Ya habíamos terminado quedamos Ben, mi padre y el Sr. Fernando. Tenía un mal presentimiento de esto.

—¡Eres un verdadero idiota Benjamín Lester! —indicaba mi ex suegro con pausa—, perdiste a una mujer que fuese sido capaz de dar la vida por ti, mientras te revolcabas con una mísera zorra.

Nos sobresaltamos al ver como manoteaba la mesa y lo miraba con molestia y decepción.

—Aquí tienes lo necesario para poder comenzar un juicio y completar lo que te dio Rodrigo, y lee bien lo que está allí, porque no te alcanzará tu miserable vida para compensarnos a todos, la vergüenza —dijo levantándose para entregarle a mi padre un sobre y despedirse.

Mi padre estaba conmocionado por lo que leía y por la reacción de su amigo. Inclusive yo antes lo había visto fúrico, pero jamás como hoy. Me dejaba un mal sabor de boca ver como trataba a Ben, como lo dejaba solo en esto, sin embargo, no tanto porque le entregó esos documentos.

—No estoy para nada contento contigo muchacho, lo que hiciste no tiene nombre ni excusa, así que serás tú quien se encargara de todo esto, aquí tienes —expresó mi padre levantándose y dejándonos solos en la sala.

Si en la mañana estaba feliz y animada, esto de verdad que no podía procesarlo, la situación estaba dando un giro que no podía creer, buscaba la manera de serenarme. Y sin nada de glamour coloque la cabeza en la mesa golpeando levemente esta.

—Deja de hacer eso Cass —reprochaba Ben, lo miré mal.

—¿Cuándo coño esto se salió de control? —vocifere sobresaltándolo—. De verdad que en mi vida pensé que todo esto fuera a terminar de esta patética manera, perdóname por haberte hecho tanto daño y haberte atado a mi vida, esto ha sido por mi culpa, por encapricharme contigo, debí ayudarte cuando me pediste que no nos casáramos. Lo lamento tanto Benjamín, hice de tu vida lo que es ahora lo lamento —comencé a llorar, ya no podía aguantar todo esto.

Me sentía culpable por todo, si realmente no fuese cometido el error de creer que él me amaría nadie estaría sufriendo en esto momentos. No sabía cómo resarcir todo el daño que estaba causándole.

—Cassandra nunca vuelvas a echarte la culpa por amarme, la culpa fue mía por no ver lo que entregabas por mí, por mi propia terquedad, porque no era difícil amarte Cass, al contrario, cada día con tus tratos, tu manera de demostrarme que estabas allí hicieron que te amara, pero estaba asqueado de mi —expresaba este tomándome por el rostro para que lo mirara—, eres una mujer encantadora y lamento tanto el haberte perdido, fui un idiota y desearía tanto estar a tu lado de nuevo y hacerte feliz, pero ya eso sería toxico de mi parte, y te mereces a alguien mejor.

» Quiero que sepas mi Cass que de verdad te amé y te amo, me sentí asqueado de mí, y seguí haciéndolo en vez de parar, lo hice demasiado tarde y por ello esto está pasando. Mi padre tiene razón al decir que mi vida no alcanzara para limpiar tu nombre, porque sé que quien saldrá más lastimada cuando meta esos documentos a la corte serás tú.

No sé quién consolaba a quien, en aquella sala, porque ya yo me había calmado y este era quien lloraba en mi regazo con desconsuelo. Acaricié su espalda dejando que sacara la frustración que tenía, era quien llevaba la carga más pesada, lo comprendí en ese momento. Era cierto que yo cargué con los cuernos, pero eso no duele tanto comparado con lo que él debía enfrentar de ahora en adelante. 

Soltar #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora