Vernos reunidos como estábamos ahora, era la mejor sensación, extrañaba a mi madre, sería perfecto para completar el cuadro, pero ya por la noche partiríamos a mi isla hermosa, a Puerto Rico. Cuando estuvimos en Roma, le había pedido a Cass, que fuera conmigo para que conociera a la mujer de mi vida, era difícil no poder verla siempre, y tampoco la alejaría de su lugar. Trataba de cuadrar mis horarios, para poder ir allá, pero no siempre resultaba fácil.
En cambio, la vida me dio la oportunidad perfecta. Tenía a la mujer que amaba, la chica perfecta para presentarla a mi mamá. Aunque ella muy bien sabía quién era la chica que me robaba los suspiros y lágrimas. Sentía como Cass se tensaba, sabía que este no era su lugar favorito, y nada podía hacer de este lugar acogedor.
Solo hice lo único que podía reconfortarla, abrazarla. Besé su coronilla frotando sus brazos, haciéndola sentir segura. Ella levantó esa mirada dispar y encantadora sonriéndome de vuelta. Ya estábamos todos juntos, y se veía muy decorado el lugar. Todos hablaban charlaban como si no estuviéramos en la tumba de Beni, era lo único que podíamos hacer para manejar la tristeza. Nana abrazaba fuertemente a Fernando, sabíamos que todavía no superaba esas últimas palabras y que su recuperación no había sido tan rápida, pero nana, hacía un trabajo excelente.
Era su bastón, como Cassandra y yo. Cada uno contó todo que había vivido durante ese año de ausencia, la empresa estaba mejorando muchísimo, me sorprendía como habían avanzado, y sobretodo el saber de la expansión de Engeneers Vardy and Jensen C.A., pero lo que no sabía era que mi novia sería la encargada de llevar las riendas, estaba creciendo como profesional, y la amaba más por ello.
La abracé y felicité, así como los demás que no sabía, porque los dos viejitos sabían esconder las cosas. Y mi suegro se le notaba muy feliz por ello. Sabía que el apoyaría todas las decisiones que su hija tomara, así como también estaba claro que verla llevar lo que el mismo fundó, era el orgullo más grande del mundo. Muchas sorpresas fueron dichas, y otra de ellas fue el matrimonio de Fernando y nana.
Nadie lo vio venir, pero allí estaba la bomba. Sería después de mi viaje a la isla, agradecía que pensaran en nosotros, porque sabían lo importante que era para nosotros estar allí.
♥♥♥
Era hermoso, todo esto lo era. Sus playas, su gente todo. Me sentía en casa cuando por fin arribamos a mi hogar amado. Ver a mi novia como admiraba todo y se encantaba, y se encargaba de tomar fotos era un espectáculo, muchos de mis amigos y vecinos nos miraban con intriga, porque en tantos años nunca había traído a ninguna chica, siempre fui reservado con esos temas, nadie tenía por qué saber con quién estaba o que hacía.
Y verme después de algún tiempo de la mano de semejante belleza, era digno de hablar. Cass llevaba un vestido ligero de flores, con un sombrero para impedir quemarse, se veía radiante, nos fuimos para casa de mi madre, mientras los del equipo de trabajo se iban al hotel. No le dijimos de nuestra visita, sabía que a esas horas de la mañana estaba en el restaurante, así que nos dimos un chance para descansar del viaje y llegar de sorpresa al lugar.
Era un lugar tranquilo lleno de vida y color. Una casita chica como la que tenía en la playa, solo que esta, sí era de ladrillos, pero pintada como si fuera hecha con madera, me gustaba mucho las mejoras que mi madre había hecho.
—Es muy hermoso este lugar, se siente el calor de un hogar —indicaba Cass mientras miraba todo con atención.
—Mi madre siempre intentó mantener todo como estaba, mis padres nunca se la llevaron mal, no tuvo una vida amarga, solo que se acabó el amor después de tanto tiempo, y el decidió seguir su camino, dejándonos solos.
—Todavía estás resentido con tu padre —afirmaba ella
—No lo voy a negar. Porque pensé que realmente ellos podían solucionarlo, mi madre luchaba de manera diaria para poder cautivarlo, solo que ya había encontrado a alguien más y ese esfuerzo fue en vano.
Me dolía hablar de ello, porque si entendía que se fuesen separado, pero lo que no, era que engañara a mi madre sabiendo el esfuerzo de mantener todo unido. Que le permitiera ver su engaño. Era por lo que estaba resentido, acepté que me llevara a Miami porque quería algo más para mí, y si me sentí mal pasar esos años lejos de mi madre, pero gracias a todos los sacrificios, la ayudé y tenía el mejor lugar del mundo para poder olvidar la tristeza.
Nunca supe si había alguien en su vida, si encontró a alguien más. Siempre la veía feliz radiante y pendiente de su negocio. Nunca la oí quejarse o lamentarse, mi madre es la mejor del mundo.
—Fue duro para todos, pero el ver como ella pudo superarlo y seguir adelante sin lamentos ni arrepentimientos, me daba por satisfecho —expresé de pues un minuto divagando.
Ella me abrazó transmitiéndome toda esa tranquilidad, que con solo tenerla cerca sentía. Nos dirigimos a la parte de arriba para ir a la que había sido mi habitación cuando vivía aquí, entramos y todo estaba como lo había dejado. Mi madre siempre fue partidaria de mantener mi espacio y que fuera yo quien decidiera hacer los cambios si así lo decidía.
Mi novia observaba todo con atención, tomando los trofeos, mirando mis diplomas me acerqué para abrazarla. Besé su cuello sintiendo como ella se estremecía y me daba acceso. Me gustaba tenerla cerca y, hacerle el amor era mi delirio.
Ya estamos llegando al final, gracias a todos los que han estado aquí, gracias por leer, por votar. Bueno, no tengo comentarios, pero sus vistas y votos son suficiente. Mil gracias mis amores
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Soltar #PGP2022
RomanceDesde que lo conoció su sueño siempre fue estar con él, ser su amor, su mundo y su universo. Después de mucho tiempo consiguió estar con él y formar parte de su vida, quizás no de la manera que ella deseaba, pero ya todo estaba hecho. Un matr...