Soltar #PGP2022

Epílogo

Miraba el horizonte mientras su hijo la miraba con admiración. Su madre a pesar de la vejez era una mujer hermosa, sus ojos nunca habían perdido esa vitalidad que desde niño había apreciado. Amaba cuando ella contaba su historia para él, y más cuando siguió después de la muerte de su padre.

Era duro escucharla, porque el saber que ya había pasado por algo parecido con alguien a quien amó, y pasarlo de nuevo con quien era el amor de su vida, hizo que la admirara más de lo que ya lo hacía.

—¿Fuiste modelo después de eso mamá? —preguntaba Benjamín aun sabiendo la respuesta.

—Ese trabajo era para tu padre, lo mío fue la fotografía, pero si requerían de mi presencia no dudaba en prestar apoyo, ya sabes que eso hizo que mi propia galería tuviera su reconocimiento, no solo por ser una fotógrafa de alta gama, también, por lo mucho que la cámara me adoraba —contentaba con voz cansina, pero con emoción al recordarlo y esa sonrisa adorable en sus comisuras arrugadas por los años.

Su vida había sido prospera, no se quejaba de lo que fue después de esa ida a Puerto a Rico, agradecía a todos por la oportunidad que eso le brindó. La manera en como tomó las riendas de la empresa cuando su ex suegro y padre fallecieron. Sí le daba tristeza que fuera la muerte el fin de todo. A pesar de saber que para allá iban todos, odiaba que su amor se fuera ido hacia cinco años. Mientras, ella luchaba con el dolor de la pérdida de su verdadero amor.

Habían aprendido a vivir separados, pero la separación permanente era algo para lo que nunca su corazón se preparó, el hecho de haber tenido a su único hijo con ella y que a ayudaba con la empresa, de la misma manera en como Beni lo había hecho. Hizo que sus fuerzas se mantuvieran y continuar.

Pero estaba cansada. Sentía que ya había dado todo lo que podía que ya era tiempo de irse y poder dejar en manos de todos los que conoció en el camino, todo lo que ella había creado. Su hijo la miraba como cerraba los ojos suspirando de tanto en tanto. Conocía esa sonrisa, era la que siempre tenía cuando pensaba en su padre.

Benjamín estaba claro que en cualquier momento ella ya no estaría con él para contarle su historia de vida. Amó la manera que hizo para superar todos los baches para llegar a donde estaba, en convertirse la mujer reconocida. Pero no por ser famosa. Sino en reconocerse, valorarse amarse como nadie lo haría, en ser valiente por haber tomado una decisión que, a pesar de destruirle el corazón, le dio la fuerza para poder llegar a donde estaba.

Le dolía como poco a poco su pecho dejaba de subir y bajar. No estaba preparado, pero, tuvo el mejor ejemplo de lucha, ella luchó y pudo sobrevivir. Él también podría, sin importar cuan doloroso fuera. Agradecía a la vida, por haber tenido una esposa que lo valoraba de la misma manera en como sus padres lo hacían, se amaban con esa intensidad y locura.

Si odiaba no haber traído a sus nietos, pero sabía que este día estaba llegando y no deseaba que sus hijos se llevaran esa impresión de verla sin vida como lo estaba el haciendo en ese momento. Sus lágrimas rodaban, deseando que no fuera pasado. Deseaba haberla tenido un poco más.

Pero todo tiene su final. Agradecía que su padre la estuviera esperando para poder amarse eternamente.

—¿Me amaras mañana?

—Te amaré hasta el día de mi muerte, y después de ello, te amaré eternamente.

Y así fue, una promesa de amor cumplida más allá de la muerte...

FIN.

Espero que la hayan disfrutado como yo y vivido todas y cada una de las emociones que aquí plasmé, gracias por estar aquí y acompañarme en este largo camino, no fue fácil llegar, pero aquí está. Y nuevamente gracias por amar a Jorge y Cassandra. Nos leemos en otra historia...