Capítulo 25

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Tenerla entre mis brazos era la sensación más gloriosa del mundo. No me importaba su inexperiencia, la manera en como ella se entregaba a mí, la forma en como me hacía sentir borraba todo lo que alguna vez viví, con ella sentía que todo era nuevo, que comenzaba desde cero.

La miraba desde lejos, estábamos en la playa. Ella jugaba con las olas se le notaba diferente más viva, más decidida, podía ver que estaba empezando a comprender que no había sido su culpa, que todo esto era una nueva oportunidad. Que las cosas sucedieron de esta manera no era culpa de nadie, a decir verdad, fueron cosas que ya estaban escritas y no se podían evitar.

No negaba que el dolor estaba allí y simplemente no podía creerlo, y no estaba seguro si lo podría asimilar. Porque aquí estaba feliz y la necesidad de llamarlo y contarle que estaba feliz, que por fin mi amor se había hecho realidad. Pero él no estaba de manera física. Era una sensación horrible, que lamentablemente todos tenemos que experimentar alguna vez, y por más que digas que no se lo deseas a nadie, es algo que no vamos a poder evitar.

Me alegraba mucho que Cassandra, fuese comprendido el espectáculo que había armado Keira, que fuese sido lo suficientemente valiente para no sentirse menos y caer en los amargos recuerdos. Lamentaba mucho que hubiera pasado por todas esas situaciones, pero eso la ayudó a ser una mejor persona, a crecer y ser lo que era hoy.

Era maravilloso verla, tan alegre tan viva, quiero llevarla a Italia, para que se anime a publicar sus fotos, es muy buena en lo que hace, y deseo cumplir sus sueños, que recorra el mundo que sea libre haciendo lo que le gusta. Me acercó a la playa para abrazarla y sacarla de allí porque de ser por ella jamás se saldría.

La llevo en brazos mientras beso sus labios salados, los besos más dulces del mundo. Estoy enamorado, y experimentar todos estos sentimientos con ella, me hace sentir dichoso y afortunado.

—¿Qué ha pasado con nana? —pregunto bajándola entrando a la sala.

—Bueno, te puedo asegurar que las cosas están un poco raras. Ya sabes como si algo estuviera pasando entre esos dos —inquiría ella pensativa.

—¿Te molesta?

—Para nada, si te soy sincera yo pensaba que podría ser mi padre, porque la cercanía que hay entre ellos era diferente, ahora me doy cuenta que las cosas han cambiado.

—Es que querías que ellos estuvieran juntos por lo que veo.

Ella me miró de manera uwu, cosa que me hizo reír, jamás me fuese imaginado que ella quisiera aquello, era demasiado celosa con su padre y ver que se decepcionaba, era por el gran afecto que le tiene a nana. Y no es para menos, ella fue quien la crió desde que su mamá falleció. La figura materna más cercana que ha tenido desde entonces.

Nos fuimos a la habitación para cambiarnos, necesitábamos quitarnos el agua salada para ir a la cena que habíamos planeado. Bueno que planeé. Solo esperaba que le gustara. Sin embargo, me fui antes a casa para vestirme y terminar de organizar lo que preparé y esperarla en el lugar.

Sabía que vivíamos cerca del mar, pero esto era lo que nos gustaba, lo que nos calmaba e identificaba, por ello preparé todo cerca de lo que nos unía. Estaba nervioso no lo iba a negar, cuando se traba de ella, todo era completamente diferente.

Era como volver a la adolescencia, encontraba más emoción el ir a ver a Cassi, que los mismos estudios, me rio de solo pensarlo, no era precisamente un vago, pero había cosas muy tediosas para mí, igual me hacía el desentendido para que ella fuera mi tutora, de algo servía que fuera la mejor de la clase. Sí, era un tramposo solo ara tenerla a mi lado así fuera por ratos.

Por fin había llegado, necesitaba verificar que todo estuviera en orden, este era un momento importante para mí, pese de saber la respuesta aun necesitaba verificarlo.

—Señor, ya todo está como lo ordenó, solo falta la señorita Vardy —mencionaba uno de los encargados.

—Gracias, estaré esperando, por favor acompáñala cuando llegue. —Este se alejó mientras asentía para yo acercarme a mi lugar.

Era un anoche despejada acompañada de las estrellas, la brisa junto con el olor al mar era mi manera de desconectarme de sentir esa libertad que me ataba del mundo y de la sociedad, no era fácil lidiar con la vida con todos lo obstáculo que te pone para que desistas de lo que quieres o te gusta.

Mi carrera era algo que me gustaba, pero no me apasionaba, quizás era por ello que no la ejercía montando mi propio bufete o aliándome con algún colega, en cambio, cuando comencé a recorrer el mundo siendo modelo, la cosas cambiaron para mí. Me di cuenta que el viajar, conocer a personas de diferentes lugares países, abrió mi perspectiva mostrándome que amaba de ir a una otro que eso si era lo que me gustaba.

Todos en la vida pasamos por renovaciones cambios internos y externos, no siempre estamos seguro de lo que queremos y mayormente nos dejamos llevar por lo según en reglamentario expuesto por la sociedad. Estudiar una carrera a temprana edad, un trabajo de eso que estudiaste. sin olvidar el conocer a la persona que más o menos te llene para tener un hogar y lo hijos. Según ese es el orden de la vida.

Es totalmente falso, cada quien tiene su tiempo para hacer las cosas, su ritmo y método. Nadie puede imponer que debe ir primero o después, y menos dejar de perseguir tus sueños por limitarte porque estaría bien hacerlo ahora, allí estaba Cassandra, intentando sacar su sueño de ser fotógrafa, no era tan mayor como ella misma se hacía ver, pero no comenzó como según debía hacerlo.

Eso no era indicativo que fuera menos valiosa. Al contrario, la hacía más especial, porque a pesar de los tropiezos no desistió, seguía confiando que podía hacerlo. Y yo estaría a su lado para ayudarla y apoyarla, si la vida nos mostraba que era mejor ser solo amigos, eso también lo seria. Pero era algo por lo que no me preocuparía, solo disfrutaría cada segundo sin importar nada.

Sentía como alguien me observa, me giré y allí estaba ella tan hermosa como siempre, tenía sus ojos tan iluminados por lo que veía, que me hizo sentir satisfecho porque había logrado sorprenderla, solo esperaba que el resto le gustara. Porque por ella daría lo que no tengo, solo por ver esa sonrisa, que justo ahora estoy viendo. 

Soltar #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora